Patience: La Espera
Quizá por eso la canción regresa, después de tanto tiempo, con un significado distinto. El sábado pasado “Patience” de Guns and Roses volvió en la voz de un hombre de 63 años… lejos de aquellos días.
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Quizá por eso la canción regresa, después de tanto tiempo, con un significado distinto. El sábado pasado “Patience” de Guns and Roses volvió en la voz de un hombre de 63 años… lejos de aquellos días.
—Si te gusta el rock, ven en la semana, lanzó el hombre de unos 62 años. Regresé y durante unos dos años se convirtió en mi tercer maestro en la música. Así llegó “It’s Only Rock ’n Roll (But I Like It)” de los Rolling Stones.
¿Cómo saber el nombre de una canción en 1987? Había pocas posibilidades. Me tardé seis años en conocer el título de una… a la par de saber quién era Ace Frehley, mi integrante favorito de Kiss.
“Empty Room” de Arcade Fire profundiza en la introspección que suele acompañar a la soledad: “Toute ma vie, est avec toi Moi j’attends, toi tu pars”
Escuché “O Superman” en el camino de regreso de Budapest a Praga en la voz de Gail Ann Dorsey, bajista de David Bowie. La obra original de Laurie Anderson mezcló música y mi memoria.
El término japonés “komorebi” es una metáfora de esa sensación de no haber crecido del todo y asombrarnos del movimiento de una hoja. “Perfect Days” de Wim Wenders y “Song for an Eternal Child” de Marty Friedman lo describen.
Mientras sigamos abriendo los oídos y celebrando descubrimientos, estaremos resistiendo el estancamiento; es complicado; pero sucedió con “My Only Angel”, la reciente canción de Aerosmith y Yungblud.
“Ten cuidado con ‘Broken Heart’”, me advirtió Irving antes de escucharlo. Mi amigo define la canción de Spiritualized como “un mar de lágrimas contenidas durante mucho tiempo”. Nadie sana, todos mienten.
La obsesión por la perfección se ha vuelto cultura. St. Vincent lo llevó a otro extremo con “Los Ageless” del álbum Masseduction. En estos tiempos los rostros en las redes son disfraces de superficialidad.
La noción de que nuestras elecciones no existen en un vacío, sino que se alimentan del entorno. Luego de una charla, John Lennon, fuera de The Beatles, escribió “Instant Karma!”, en una hora. El karma instantáneo sería placentero.