The Blue: desafíos y aflicciones
Como el mar, la muerte es ineludible, pero en su abrazo, la vida, hay paz, y en cada ola, la promesa de un renacer. The Blue de David Gilmour.
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Como el mar, la muerte es ineludible, pero en su abrazo, la vida, hay paz, y en cada ola, la promesa de un renacer. The Blue de David Gilmour.
Issei Sagawa fue un criminal japonés culpable de asesinato y canibalismo cometido contra Renée Hartevelt. El mundo funcionó al revés: vivió como una celebridad en completa libertad y lucrando son su acción. La Folie.
Sería imposible elegir una canción que nos representara a mi amigo Víctor y a mí en esas épocas, hay muchas. El reciente presente me permitió elegirla “Ride the Wind” de Poison. El heroísmo se define por el tiempo.
La primera canción “nueva” para mí fue “I Should Have Known Better” de The Beatles. Estaba feliz por lo que la canción me provocó en ese momento. Había ahorrado para comprar un álbum propio en un lugar que el 12 de agosto cerró sus puertas: Discolandia.
Una canción que mi padre me mostró fue “Sleepwalk” de Santo y Johnny Farina. La obra estaba contenida en un casete que mi padre simplemente no encontraba y dedico varias tardes a ello. Esta historia culmina con una confesión.
“De vez en cuando aparece”. La frase es de Robert Plant cuando habló sobre la muerte de su hijo Karac Pendragon en 1977. “I Believe” es una de las canciones que nació de aquella pérdida, de esos fantasmas que son prueba de amor puro.
El rito era que debía abrir la cortina del autobús y, en la velocidad constante, buscar la luz más alejada en el paisaje. La idea era imaginar las historias detrás de esa luz y saber que jamás la conocería. En mis oídos “On the Turning Away” de Pink Floyd.
La música, de ser una fuente de inspiración, se convierte en un mero ruido de fondo… como muchas personas a nuestro alrededor. Recordemos: “People, they come, and people, they go” de “Seasons” de 30 Seconds to Mars. La mejor memoria es el recuerdo.
Richard Ashcroft, vocalista de The Verve, hizo un experimento social en un Starbucks de Nueva York; el resultado fue la canción “Judas” dedicada al peso de los nombres. Los Nombres Muertos siguen ahí, escondidos en fragmentos.
¿Y si los humanos fuéramos una larga conexión de tristezas?, dijo… y “Something Changed” de Pulp sonó en mi cabeza en ese momento. La pregunta hoy es ¿Qué pasaría si ella no estuviera leyendo estas líneas? ¿Qué cambiaría? ¿Dónde estaríamos ahora?