In My Dreams With You: el deseo
“In My Dreams With You” de Steve Vai no habla de un deseo físico solamente, sino de ese impulso de vida que raya en la oscuridad, en la obsesión y en la lujuria. Todos podemos morir en ese deseo.
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“In My Dreams With You” de Steve Vai no habla de un deseo físico solamente, sino de ese impulso de vida que raya en la oscuridad, en la obsesión y en la lujuria. Todos podemos morir en ese deseo.
“Rewind”, de Stereophonics, habla sobre esas decisiones que no tomamos y aquellas que quizá podamos tomar aún… Si pudieras regresar el tiempo, ¿cambiarías tu vida?
Y antes de la caída. El poco orgullo: “On the street, I’m a king-size killer, I can make your kingdom come”. Así comienza “Broken Man” de St. Vincent. Esos espacios peligrosos. Nosotros. Lo extraño es incluso para mí.
“The Bucket” de Kings of Lion es un recuerdo de aquellos días, de los presentes días y, seguramente, de los días que vendrán. Las tempestades no ceden… “Then I’ll be in the lobby drinking for two”.
“I´m Gonna Be (500 Miles)” de The Proclaimers se escribió en 1988… ¿es una canción vieja? ¿Es un clásico? A mí llegó en 1994… es decir, hace 30 años. Ahora hablemos de lo que es antiguo y no.
Es inevitable pensar que el tiempo avanza a sus propios horizontes, en nuevos ocasos y amaneceres. “Yellow is the color of her eyes” canción de Soccer Mommy engloba esos sentimientos de saber que cada segundo puede perderse en la ausencia, en la distancia o en la causalidad.
Imaginemos que el mundo es más sencillo hoy, que debemos estar felices de leer estas líneas ahora o el hecho de poder respirar y saber que lo hacemos: “What a Wonderful World”. Muchos no están hoy.
En la madrugada de hoy escucho “She´s a Mystery To Me” que pertenece a Mystery Girl de Roy Orbison. La canción fue escrita por Bono y la historia es por demás… onírica.
En 1976 grabó con David Bowie “The Passenger”, hoy el cuerpo de Iggy Pop es pasajero, su actitud es una enseñanza permanente, marginal y errante… como la rebeldía es, ante el tiempo, incluso.
Estaba seguro de que “Now and Then” sería la descarga eléctrica para mí al ver a Paul McCartney por escuchar el último sencillo del grupo de Liverpool y ver a los cuatro reflejados en las pantallas gigantes. No fue así.
Fue “My Valentine”,