I Am Iman
Uno de los discos más raros y difíciles de conseguir de David Bowie: el legendario I Am Iman. Francisco Beristain nos cuenta sobre este disco compacto, que el cantante dedicó a su esposa, y del que solo hay 200 copias en el mundo.
Tag
Uno de los discos más raros y difíciles de conseguir de David Bowie: el legendario I Am Iman. Francisco Beristain nos cuenta sobre este disco compacto, que el cantante dedicó a su esposa, y del que solo hay 200 copias en el mundo.
Era una promesa para el mundo: amor libre, revolución sexual, rebelarse contra la homogeneidad de conceptos que ofrece el sistema; con ello, el movimiento hippie y el Verano del Amor lanzaron un himno: San Francisco (be sure to wear some flowers in your hair) interpretada por Scott McKenzie. No fue suficiente.
El hostigamiento escolar, el llamado bullying, cambia personalidades, las marca y abre las puertas a laberintos cuyos caminos tienen rincones muy oscuros. “Jeremy” de Pearl Jam nació de los maltratos y burlas a un joven de 15 años.
Francisco Beristain desmenuza “Conversation Piece”, una canción de David Bowie que se caracteriza por una soledad que todo lo invade y desnuda en ella la inseguridad. La tristeza es palpable a cada momento.
“Afterglow” quedó como un testimonio de cómo INXS quería desprenderse como amor y respeto del legado de Michael Hutchence. Es la pérdida física, pero no espiritual ¿Quién no ha implorado por un fantasma? Veneno para las musas.
Escuchar la grabación terminada de I Keep Forgettin’ en 1962, hizo que su intérprete, Chuck Jackson, comenzara a bailar de forma histérica, pues la canción de Jerry Leiber, Mike Stoller y Gilbert Garfield era un éxito garantizado. No lo fue. David Bowie la retomó en 1984 para caminar de la vanguardia a un pop personal.
¿Quién no puede relacionarse con la inexistencia? Corremos en círculos solamente para enfrentar la visibilidad de nuestras alucinaciones… estamos destinados a suceder. En dos playas, hoy invisibles, sonaron dos canciones de Post Malone.
Para mediados de los ochenta, Judas Priest buscaba una dirección: su cercanía a los sintetizadores los habían alejado de sus fanes y nuevas bandas; Metallica o Megadeth estaban en el horizonte. La respuesta fue un ángel llamado “Painkiller”.
“All Saints” se convirtió en un disco de culto porque en 1993 David Bowie recibió 200 ejemplares dobles, firmó 50 y el resto comenzó a viajar por el mundo. La versión comercial saldría en 2011 con muchos cambios. Esta es la historia de uno de aquellos 200.