Grabada en septiembre de 1976, la canción “A New Career In A New Town” es una ciudadana mundial, ya que si bien fue realizada en Francia, la mezcla final se llevó a cabo en los estudios Hansa de Berlín. Esta pieza instrumental está temáticamente conectada con la canción que abre el álbum Low, “Speed of Life”. Ambas canciones fungen un propósito específico: “Speed…” le anuncia al escucha que este álbum es diferente, que debe olvidar las expectativas o parámetros derivados de trabajos anteriores de Bowie. “A New Career…” sirve como un puente entre las canciones con lirica de la primera parte del álbum y las ominosas, introspectivas composiciones de la segunda parte. Desde esa perspectiva, “A New Career In A New Town” es una canción transitoria, en todos los sentidos.

Bowie en Kyoto fotografiado por Sukita, 1977.

Bowie contribuyó armónica a la canción, además de piano y saxofón. Brian Eno tocó piano y sintetizadores, Roy Young también contribuyó piano mientras que Carlos Alomar, George Murray y Dennis Davis (DAM) fueron la base rítmica. El armonizador Eventide de Tony Visconti contribuyó su magia, por supuesto. Visconti relató como “A New Career In A New Town” requirió un poco más desarrollo que otras canciones en el estudio, en parte por cómo debían ser procesados los instrumentos.

Algo que distingue mucho a la pieza es el sonido del bombo de la batería en el primer pasaje de la canción. Dennis Davis estaba tocando la tarola y los tambores también, pero Visconti aisló todos los demás sonidos y dejó solamente el bombo en la mezcla, lo cual explica el arreglo tan inusual y original que Dennis hace con su pedal. Tal vez no hubiera sido lo que habría tocado si le hubiesen pedido comenzar la canción solo con el bombo, pero el hecho de que estaba interpretando un pasaje rítmico integro, el resultado fue ese patrón tan ansioso y desesperado del comienzo. Si al oyente le resulta un tanto sintético el sonido, es por qué también fue procesado por Visconti para sonar tan futurista como el resto de los instrumentos.

 

Tras este pasaje introductorio, la canción estalla en un derroche de melodías magistralmente interpretadas por la banda de Bowie en el estudio. Los pianos optimistas y alegres, el bajo es completamente armonioso, la guitarra de Carlos Alomar llena el espacio sin ofuscar a ninguno de los otros instrumentos, mientras que la destacable armónica de Bowie impregna a la canción de una melancolía ineludible.

Bowie fotografiado por Norman Parkinson, 1977.

La pieza toma un breve respiro, retomando el pasaje inicial antes de desembocar en la catártica conclusión. “A New Career in a New Town” es absolutamente evocativa. Es la banda sonora de un artista perpetuamente ansioso por explorar nuevos horizontes, por empezar de cero las veces que sea necesario, por ser siempre una persona nueva en un lugar nuevo.

El paralelismo con la vida de Bowie en el contexto de las grabaciones es inevitable. Durante la creación de Low y “Heroes” Bowie buscaba pasar la página a toda velocidad en términos de sus excesos en América. Bowie quería reubicarse en un lugar donde pudiera concentrarse en su música, lectura, pinturas y demás intereses, de una manera en la que pudiese caminar por las calles sin ser perturbado o reconocido.

Berlín proporcionó ese alivio. Si bien la génesis de la obra comienza en Francia, es muy probable que Europa en general fuese el salvavidas que Bowie necesitaba urgentemente. Desde esa perspectiva, “New Career…” es efectivamente un personaje aventurándose al primer día de trabajo en su nueva ubicación. Como tal, la instrumentación de la pieza transmite anhelo, esperanza, alegría y determinación. Pero estamos hablando de una canción de David Bowie, un artista que siempre jugaba con dualidades y contrastes, por lo que no es sorprendente que también tenga tintes de melancolía, nostalgia, aprensión y ansiedad. Una explosión de instrumentos para una explosión de emociones. Los nuevos comienzos pueden ser emocionantes y liberadores, pero también aterradores e inciertos y Bowie logró plasmar ambas caras de la moneda en una canción sin necesidad de cantar una sola frase.

Bowie fotografiado por Norman Parkinson, 1977.

Dicho ímpetu por el cambio y la constante transición serían una constante durante toda la vida y obra de Bowie, por lo que “A New Career…” podría ser el himno representativo de David Bowie como artista y hasta cierto punto, como persona.

La carga de melancolía en la pieza es subministrada por la armónica, la cual es sumamente evocativa. Su sonido nos recuerda el paso del tiempo con las estaciones, las hojas en el viento, los viajes en diversos transportes y los paseos por calles que permanecerán para intactas y atemporales en nuestras mentes.

Por alguna razón, la canción no logró colarse a ningún concierto de la gira ISOLAR II y no sería tocada en vivo hasta el 2002, cuando Bowie interpretó el álbum Low en vivo de manera íntegra en fechas selectas. La pieza logró colarse a los setlists de la gira A Reality Tour y fue ejecutada por la banda de Bowie durante algunas fechas entre 2003 y 2004. En ocasiones era intepretada junto a otros temas de Low, uno tras otro, creando una especie de “mini Low suite” en los conciertos más especiales de la gira.

Durante su presentación en el BBC Radio Theatre en el 2000, Bowie compartió una historia acerca de un incidente con su automóvil que había inspirado la canción “Always crashing in the same car” también de Low. Bowie mencionó como el incidente le recordaba una película de Kirk Douglas. El filme en cuestión es “Two weeks in Another Town”, dirigida por Vincente Minnelli. El filme narra la odisea de un actor en decadencia que busca revivir su carrera en Roma, donde una vez más es confrontado por su pasado.

Es muy probable que Bowie se inspirara parcialmente en la cinta para nombrar su pieza instrumental, la cual aun carecía de título durante las sesiones para mezclar el disco. No sería la única referencia cinematográfica en la pieza, ya que la armónica de Bowie recuerda mucho al motif de la secuencia final del filme “Midnight Cowboy” de 1969. Dicha cinta también aborda el tema de un personaje buscando un nuevo comienzo en una ciudad nueva. La icónica escena muestra a Dustin Hoffman y Jon Voight (Joe Buck y Rico) en un trayecto en autobús. Desilusionado por su poca suerte En Nueva York, Joe le comenta a Rico que buscará un nuevo comienzo en Florida. La melancólica mirada de Joe mientras mira por la ventana, combinada con la armónica en la banda sonora convirtieron a “Midnight Cowboy” en cine de culto y la secuencia ha sido referenciada, parodiada e imitada con frecuencia.

Bowie en el set de “The Man Who Fell to Earth” fotografiado por Geoff MacCormack, 1975.

El mensaje de nuevos comienzos que la escena buscaba transmitir muy probablemente se haya colado al tema que compuso Bowie.

Si “Midnight Cowboy” fue una de las inspiraciones visuales de “A New Career…” el tema instrumental “Grooving with Mr. Bloe” de Mr. Bloe, lanzado en 1970 definitivamente fue una influencia sonora directa. El tema había sido un éxito en el Reino Unido, llegando a la posición número 2 en las listas de popularidad, algo sumamente admirable para un tema instrumental. “Grooving…” en realidad era el lado B del sencillo “Make Believe” pero la estación de radio BBC pusó el sencillo del lado incorrecto, reproduciendo el lado B en vez del sencillo principal. Sin embargo, a la gente le encantó.

“A New Career…” originalmente estaba contemplada para ser una canción convencional con letra, pero al igual que “Speed of Life” Bowie decidió que la protagonista de la pieza debía ser la melodía y la armónica, por lo que permaneció como un tema instrumental. Es un buen momento para resaltar lo memorables que son las intervenciones de este instrumento en el catálogo de Bowie “Unwashed and Somewhat Slightly Dazed”, “The Jean Genie”, “Never Let Me Down”, “She’ll Drive the Big Car” y por supuesto, la más notable de todas:

“I Can’t Give Everything Away”

 

La armónica en esta canción, la que concluye el último álbum de estudio de David Bowie, Blackstar, nos remonta de inmediato a “New Career…”: la misma melancolía mezclada con esperanza está presente en ambas canciones. Sin embargo, mientras que en el tema de Low Bowie contemplaba la idea de un nuevo comienzo en ciudades emocionantes y llenas de promesas, “I Can’t Give Everything Away” contempla un panorama muy distinto, mucho más atemorizante: La transición hacia el final de su vida.
Bowie canta sobre un paso hacia lo intangible, lo desconocido, un gran vacío. Su ímpetu por explorar y descubrir pronto sería confrontado con una locación a la que esperaba no llegar tan pronto y de manera tan abrupta. Así como el Bowie de “A New Career…” se despedía de su entorno familiar y la seguridad de una rutina, el Bowie de “I Can’t Give Everything Away” se despide de la vida misma. Siempre el experto en auto-referenciarse, encontramos diversas conexiones entre los personajes de Blackstar y diversas etapas de la carrera de Bowie.

Edición Japonesa de ‘A New Career In A New Town’ colección Francisco Beristain.

Edición Japonesa de ‘A New Career In A New Town’ colección Francisco Beristain.

Edición Japonesa de ‘A New Career In A New Town’ colección Francisco Beristain.

La canción se vuelve notablemente significativa, al percatarnos de que el artista uso su trabajo para comprender su situación actual y las emociones, vivencias y recuerdos de distintas etapas de su carrera le servían como puntos de referencia para procesar lo que estaba ocurriendo. No debía temer el prospecto de un comienzo nuevo en un lugar desconocido, “A New Career…” le recordaba que ya lo había hecho. Todo esto, claro está, es desde la perspectiva del artista, David Bowie.

La historia paralela de David Jones es algo completamente distinto. Pero al final, ambos enfrentaron de manera valiente el prospecto de una atemorizante transición, de la misma manera en que lo habían hecho una y otra y otra vez años atrás…

Bowie a bordo del Trans Siberian Express, fotografiado por Geoff MacCormack, 1973)

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