Enero de 2013 fue un momento sumamente emocionante para ser un aficionado de David Bowie.
Por primera vez en diez años, podríamos escuchar un nuevo material discográfico: The Next Day. Las expectativas estaban por la estratosfera y “Where Are We Now?’“, apenas pudo saciar el hambre colectiva por algo nuevo de Bowie.
Se anunciaron 4 formatos físicos: Edición estándar, deluxe, japonesa y vinil. Las ediciones deluxe y japonesa eran las indicadas si querías tener todas las canciones disponibles. A la fecha, las tres canciones lanzadas en la edición deluxe siguen sin estar disponibles de manera oficial en plataformas digitales, lo que las ha vuelto un tanto míticas y poco conocidas.
Al poco tiempo de que The Next Day finalmente salió al mercado (en una espera de tres meses que parecieron interminables) nos enteramos de un detalle inquietante: Tony Visconti (fungiendo como portavoz de Bowie, quien se negó a proporcionar entrevistas para promocionar el álbum) declaró que sobraban suficientes canciones para llenar un segundo álbum y seguir lanzando lados B. Esta noticia hizo correr la imaginación. Sin siquiera haber terminado de digerir The Next Day, ya estábamos contemplando la posibilidad de otro disco de estudio nuevo. Ingenuo tal vez, pero Bowie nos había acostumbrado a un ritmo imparable en cuanto a sus lanzamientos (no olvidemos que hubo ocasiones en las que lanzó dos discos de estudio el mismo año)
Esta secuela de The Next Day nunca se materializaría, pero sí recibimos algo antes del final del 2013: The Next Day Extra.
Extra fungió como un lanzamiento complementario al álbum, una pieza de acompañamiento para el fan más acérrimo. La caja incluía el álbum de estudio, un disco con canciones adicionales y un DVD con los vídeos correspondientes del disco, además de material impreso. El objeto de mayor interés, por supuesto, era el segundo disco. Algunas de las canciones en Extra habían estado disponibles ya en las ediciones anteriores o en los sencillos, pero este lanzamiento ostentaba 4 canciones completamente inéditas. Entre ellas, se encontraba una que me provocó una gran fascinación e intriga desde el momento en que leí su título: “Born in a UFO”.
“Born in a UFO” resultaría una maravillosa sorpresa.
La canción encuentra a Bowie narrando una historia que suena a algo que podría haber sido extraído de una revista pulp o una serie de ciencia ficción de los años cincuenta. Bowie estaba en un asiento familiar. Sabía perfectamente como espolvorear este tipo de relatos en sus canciones. Pero si bien, en diversas ocasiones lo había hecho de manera seria, Born in a UFO es una parodia evidente. Bowie estaba al tanto de la obsesión colectiva sobre su relación con el espacio exterior (a veces sacada de proporción o mitificada más allá de lo lógico) y sabía que la gente esperaba que un disco suyo incluyera, sin falta, al menos una canción con esta temática.
Bowie la entregó, pero sonriendo para sí mismo. De entrada, el título es una parodia de “Born in the USA” de Bruce Springsteen. Mientras que Springsteen ostentaba historias y valores con los que sus oyentes podían identificarse, Bowie hace todo lo contrario al presentar una canción que aleja al oyente del artista y lo lleva a lo más recóndito de su imaginación, donde es confrontado con una historia de obsesión intergaláctica.
Sin embargo, la manera de cantar de Bowie no asemeja ningún tipo de burla, su entrega es tan convincente que realmente suena como si Bowie creyera cada palabra de la canción. Bowie era un actor experimentado, después de todo.
“There’s no direction home she pleads
She cornered me against the trees”
Un escenario familiar que nos recuerda las decenas de descripciones de encuentros con alienígenas y platillos voladores a lo largo de la historia. Bowie podría haber dejado a la imaginación del escucha el aspecto de su protagonista, pero optó por embarcarse en una descripción ciertamente poética y magnífica de la visitante del espacio exterior:
“She was all courage, geometric face
Electric skin, plastic and lace
Silver hair, trapezoid flanks
I was so in love with her lavender vest”
Ese es un verso que solo Bowie podría haber escrito. Ahora tenemos una visión concreta de quién es este personaje y dadas las circunstancias, podemos entender a su coestelar y su fascinación por ella.
“Born under a stone” podría interpretarse como la frase coloquial “vivir debajo de una piedra” que describe a alguien desinformado, ajeno a los sucesos actuales o las cosas que la gente promedio debería saber. Al describirse de esta manera, el coprotagonista parece hacer hincapié en lo ordinario y obtuso que él es, comparado con la protagonista. Esta dualidad funciona a la perfección cuando Bowie recalca:
“She was (not like the other girls)
She was born in a UFO”
Como suele pasar con las canciones de Bowie, el desenlace es a discreción del escucha. ¿Nuestro aburrido narrador suburbano será abducido para pasar el resto de su vida con su amada? Pero un momento, ¿acaso ella siente lo mismo?, ¿por qué ha venido a la tierra? Nos encontramos en terreno familiar siendo aficionados de Bowie: preguntas sin respuesta. Pero es precisamente por eso que nuestra fascinación con estas canciones perdura, por qué Bowie nos da pase libre para que nuestra imaginación llene los espacios y pocos artistas les dan ese tipo de oportunidad a sus escuchas.
Epílogo:
“Born in a UFO” comenzó a ser trabajada en el 2012, pero cuando The Next Day salió en marzo de 2013, la canción aún no había sido terminada, por lo que su lanzamiento se pospuso hasta The Next Day Extra. Fue precisamente en el 2013 cuando Bowie regresó al estudio para concluirla y grabar su voz.
La canción fue comenzada en The Magic Shop y terminada en Human Worldwide, Nueva York. En una entrevista, Zachary Alford, uno de los bateristas para las sesiones, reveló que durante las grabaciones, Bowie le dio a escuchar una cinta en la que el legendario Dennis Davis estaba tocando la batería y la canción databa de las sesiones del álbum Lodger. Dicha canción, terminó convirtiéndose en “Born in a UFO” para The Next Day Extra.
Tuve la oportunidad de pasar tiempo con Zach en Nueva York y durante nuestra conversación aproveché para preguntarle sobre esta canción. Su respuesta fue fascinante: Efectivamente, el demo que Bowie le pusó a Zach era de las sesiones de Lodger y se titulaba, precisamente, “UFO.”
Bowie le pidió a Zachary que utilizara el demo como guía para la nueva canción que estaban grabando. Me llamó mucho la atención si Bowie realmente había comenzado una idea en 1978 y la había retomado en 2012. ¿En verdad “Born in a UFO” era una canción perdida de Lodger?
Zach me explicó que comenzaron a grabar una canción a partir de ese demo, pero al final Bowie no estaba satisfecho con ella y fue descartada. Comenzaron otra canción desde cero y fue esa la que fue lanzada como “Born in a UFO“. ¡Eso significa que hay una canción inédita de las sesiones de The Next Day que está inspirada en un demo de Lodger!
Por último, le pregunté a Zach si dicha canción era similar a “Born in a UFO” a lo que respondió que no, se trata de una canción muy distinta a la que conocemos. “UFO” es un nuevo misterio que se desprende de The Next Day…
Bowie fotografiado por Jimmy King, 2013.
Si “Born in a UFO” pasó desapercibida desde su lanzamiento para ti, esa es la oportunidad perfecta para descubrirla: