Categoría
La felicidad a una pastilla de distancia, el futuro es artificial cuando la satisfacción es en presente. Blur imaginó una mejor droga que el Prozac, se llamaría “The Universal”, su extraña utopía la dejó plasmada en una canción llamada así. Todo puede salir bien… ¿o quizá peor que nunca? La sospecha está ahí.
La perfección es la mirada. No hay mayor reto que mirar las pupilas ajenas. “Can´t Take My Eyes Off You” en la versión de Engelbert Humperdinck recuerda que hay personas incomparables. No es fácil encontrar una mirada cómplice y nada garantiza que el futuro lo destruya.
La rutina engendra tristeza incorpórea a pesar de la seductora poesía de vivir. “Walk” de Foo Fighters describe la tensión de la rutina y la frustración de ser parte de la inmovilidad. El secreto es la lujuria por la existencia: ¡No quiero morir nunca!
No son inmortales: especialmente con nuestros padres, solemos no entender el lento marchitar de sus capacidades. El video de “Hoppípolla”, canción de la banda islandesa Sigur Rós, muestra el más hermoso sueño: un grupo de ancianos divertirse como niños. En cada instante y en cada paso, nos siguen enseñando a caminar.
A la 1:30 horas, mi viaje terminó con el silencio que ofrecen los ruidos cotidianos… alguna noche regresaremos de los jardines del exilio al origen de todo. “I Drove All Nigth” de Roy Orbison seduce al dejar a un lado todo para conducir y apagar la fiebre en el destino.
La mente juega trucos muy crueles pues la realidad y los anhelos son líneas paralelas… y ¿cómo dejar el lado onírico? “Silent Lucidity de Queensrÿche invita a entrar a la dimensión de los sueños y confrontarlos. Somos umbrales.
Toda frontera es un límite de indigencia y la palabra huele mal. En este mundo, Mongolia nos visita con su música: The HU, los nuevos emperadores mongoles que mezclan rock, música tradicional asiática y Xöömej, un canto asiático desde la garganta de 2 a 4 notas simultáneas.
Algunos vicios tienen ritmo de vals. “Miracle Aligner” de The Last Shadow Puppets es un laberinto de posibilidades: entre Alex Turner, vocalista de Artic Monkeys, y Miles Kane intuimos que la mente es capaz de todo. Cada milagro sucede esta noche y cada vicio lo absorbe el día.
Cuando Jim Morrison se emborrachaba, le gustaba cantar blues en las sesiones de improvisación de The Doors. “Roadhouse Blues” nació así, de un exceso del Rey Lagarto. ¡Una cerveza por el futuro incierto y el final que siempre se acerca!
Cada que llegaba borracho, Carlos subía a su azotea en la madrugada y cantaba “The Lion Sleeps Tonight” de The Tokens. A gritos sus vecinos pedían que se callara, pero el tenía su propia versión de esta canción que se originó en un canto zulu para cazar leones: ¡A Wimoweh! ¡A Wimoweh!