Esta pieza es una de las creaciones que “Looking For Lester” del álbum anterior, Black Tie, White Noise presagió. Experimentación, extensos pasajes instrumentales con sampleos, técnicas en el estudio para modificar los instrumentos a conveniencia y amplia destreza en la ejecución. David Bowie era un ávido fanático de la música jazz y temas como “South Horizon” fueron sus oportunidades para explorar el género con completa libertad e integridad artística, sin ninguna restricción corporativa o aspiraciones a crear éxitos.
Durante las fugaces grabaciones de The Buddha of Suburbia en Suiza, el multi- instrumentalista y virtuoso Erdal Kizilcay, quién había trabajado con Bowie tanto en giras como en el estudio desde la década anterior, se convirtió en su mano derecha y colaborador clave para la creación del álbum. “South Horizon” nace a partir de un pasaje de la banda sonora incidental que había compuesto para la serie de televisión The Buddha of Suburbia.
Con técnicas que ya había explorado anteriormente en los setenta (en efecto, “Buddha…” recuerda mucho a su trabajo con Brian Eno) Bowie incrementaba la velocidad de ciertos pasajes, o los volvía mucho más lentos, acorde a su visión para cada pieza. En otras ocasiones los pasajes eran invertidos, rebobinados, empalmados uno encima del otro, creó yuxtaposiciones sonoras fascinantes. “South Horizon” cuenta con todo eso.
Una pieza instrumental con la intervención del cantante en saxofón, sintetizadores, teclados, trompeta, batería y contrabajo de Erdal Kizilcay y un patrón de batería programado en el estudio por David Richards, “South Horizon” encuentra a Bowie en uno de los momentos más avant-garde de su carrera. La concepción del tema yace en un motif de trompeta interpretado por Kizilcay, el cual Bowie uso como cimiento para desarrollar la pieza, que terminaría dividida en dos partes evidentes:
La primera parte se restringe a sí misma, la batería es modesta, la trompeta y el sintetizador se vislumbran de manera controlada y el contrabajo propone diversas melodías tentativas. La música cesa de manera abrupta y un sonido sintético anuncia la llegada de la segunda parte de la pieza: jazz desbordándose por doquier y llena el espacio sonoro completo, con pasajes intrínsecos y de una fineza admirable.
“South Horizon” tiene una integridad artística excelsa. No sólo está interpretada de manera impecable, sino que también se da el lujo de crear melodías sumamente memorables, haciendo la ausencia de una letra algo que el escucha ni siquiera pensaría en reprochar.
Si “Looking For Lester” fue el ensayo para lo que Bowie tenía en mente para Buddha of Suburbia, es evidente que para cuando se alojó en el estudio con Kizilcay y Richards por diez días, su inspiración y creatividad estaban en un zenit que quizá el británico pensaba que nunca alcanzaría de nuevo, como había sido planteado por su tema “I Can’t Read” con Tin Machine.
En ese entonces tal vez Bowie estaba consternado por volver a crear éxitos, pero para 1993 estaba satisfecho con crear composiciones que lo hicieran sentir orgulloso, sin ninguna aspiración comercial, sin ninguna concesión para una disquera o para el público. “South Horizon” es Bowie haciendo la música que quería, como quería y cuando quería. Y es esa confianza y libertad, la que lo había eludido en los últimos años.
Una vez más, cada placa discográfica fungía un rol específico. The Buddha of Suburbia sería el preámbulo para su regreso estelar a la música conceptual: Outside. “South Horizon” es atrevida, experimental, intransigente y compleja. Durante sus más de cinco minutos de duración nunca es aburrida, por el contrario, atrapa al escucha desde sus primeras notas hasta su exquisita conclusión con piano.
Al igual que en el álbum anterior, The Buddha of Suburbia volvió a contar con la intervención de Mike Garson, a quién Bowie no había invitado a colaborar en un álbum desde hace casi 20 años. Mike adornó con su destreza en el piano dos de las piezas del disco: “South Horizon” y “Bleed Like A Craze, Dad”. Al igual que en su intervención anterior, Garson no estuvo presente en las grabaciones de las canciones. Le fueron subministradas después de haber sido completadas y grabó sus pasajes en un estudio en Burbank, California, en un total de tres horas.
Si bien Mike había quedado insatisfecho con sus aportes a “Looking For Lester”, sus contribuciones a “South Horizon” y “Bleed Like A Craze” fueron motivo de orgullo para él. Bowie evidentemente quedó igualmente impresionado, ya que a partir de Outside, Mike ya no sería un invitado para canciones específicas, sino un miembro permanente de la banda.
En una presentación íntima y memorable en el año 2011, tuve la oportunidad de conocer a Garson y platicar un breve instante con él. Al mostrarle mi álbum The Buddha of Suburbia Mike hizo hincapié en lo mucho que le gustaba el disco y lo mucho que había disfrutado grabar sus pasajes para “South Horizon”. Le hice un cumplido acerca de la canción y mencione lo maravillosa que me parecía.
Desde la perspectiva del propio Bowie, “South Horizon” fue una de sus creaciones más entrañables. Bowie citó a Buddha of Suburbia como su álbum favorito de su propia discografía y a su vez citó a la canción como una de sus canciones favoritas en el disco, no queda más que concluir lo orgulloso que debía de sentirse de ella. En sus propias palabras, durante una entrevista del 15 de septiembre de 1993:
“Una de mis piezas favoritas es ‘South Horizon’, todos los elementos, desde la instrumentación principal hasta las texturas, fueron manipuladas hacia adelante y hacia atrás. Los extractos resultantes fueron interconectados de manera arbitraria, proveyendo a Mike Garson una espléndidamente excéntrica base sobre la cual improvisar. Personalmente, creo que Mike me dio una de sus mejores interpretaciones de todos los tiempos en esta pieza y me sigue entusiasmando en cada escucha, lo cual confirma al menos para mí, que continua siendo uno de los pianistas más extraordinarios hoy en día”, expresó.
A pesar de ser uno de los temas favoritos de Bowie, “South Horizon” jamás fue interpretada en vivo y no volvió a ser mencionada por su autor posteriormente a la cita extraída anteriormente. La única oportunidad de escuchar el tema en vivo podría haber sido la iniciativa que tenía de interpretar The Buddha of Suburbia en vivo en su totalidad, una idea que nunca se llevó a cabo.
Treinta años después, “South Horizon” permanece envuelta en misterio, además de relativa oscuridad, encontrándose en uno de los álbumes menos explorados y mencionados del artista. Merece ser descubierta hoy, ya que le debemos a piezas como ésta la emoción por crear música de nuevo, la cual había abandonado a Bowie por algunos años, orillándolo a considerar la idea de retirarse de los estudios de grabación y concentrarse exclusivamente a la pintura, una iniciativa que había mencionado muy recientemente en una entrevista de la época Tin Machine, en 1991.
“South Horizon” y otras de las aventuras sonoras en Black Tie, White Noise y The Buddha of Suburbia le devolvieron la confianza para ser él mismo: un artista visionario y sin temor por el futuro. Su propio título lo referencia: Bowie tenía la mira en el horizonte.
Provided to YouTube by Parlophone UK South Horizon · David Bowie Buddha of Suburbia ℗ 1993 Jones/Tintoretto Entertainment Company LLC under exclusive licence to Parlophone Records Ltd, a Warner Music Group Company Vocals: David Bowie Guitar, Keyboards, Percussion, Saxophone, Synthesizer: David Bowie Producer: David Bowie Producer: David …
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2 enero, 2025
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