Nuevos comienzos
Una nueva relación implica muchas cosas, aun si es el renacimiento de un pasado que siempre ha estado latente. La esperanza de nuevos y renovados días es el anhelo de que toda nube oscura se disipe.
En todo principio, vemos a la persona como un reflejo casi natural de nosotros, un complemento ideal que trascenderá todo. Los sueños se vuelven reales y pensamos que el amor, esa palabra que encierra tanta crueldad, puede sanar todo.
No nos percatamos de que una relación es guerra y paz, que el tiempo no se detiene, sino que nos azota en encrucijadas. Depende mucho de ambas personas, de cuánta sea la soledad que pueden causarse.
Los silencios pueden ser un arrebato de plenitud o una tormenta que indica el siguiente estado: el fracaso de las palabras.
El fracaso de las palabras
Aparentemente, el fracaso de las palabras radica en nuestras limitaciones para comunicarnos: aquellas se quedan cortas al intentar capturar la complejidad y la profundidad de nuestras vivencias internas… o de nuestras rupturas.
El dolor profundo, la euforia, el amor o la tristeza extrema en una pareja nos lleva al laberinto del silencio, a la frustración y ponerse al borde de la ruptura. No considero que la ausencia de un lenguaje sea una causa, sino una consecuencia. La incapacidad emocional para reconocer el todo y la nada.
Aquella promesa de un nuevo comienzo se transforma en una sensación de aislamiento y desconexión. No hay nada que pueda volver a su forma original y el sufrimiento se acrecienta.
En medio del fracaso valdría la pena preguntarse si valdría la pena una nueva cita o bien si solo podemos abrazar a la persona que tenemos enfrente.
Baby Can I Hold You
La canción “Baby Can I Hold You” pertenece al primer álbum homónimo de Tracy Chapman, publicado 1988. Es una canción que habla precisamente sobre el fracaso de las palabras; de hecho, la artista utiliza las suyas con mucha economía.
Es curioso porque Chapman se convirtió en una estrella muy joven y huyo de la fama. La artista es muy introvertida y extremadamente reservada, pide que nadie se meta en su vida privada.
“Estar bajo la mirada del público es incómodo, por ello no soy la persona ideal para este trabajo”, dijo en 2015. Ha tenido poquísimas apariciones en público desde 2008.
En “Baby Can I Hold You” hay un miedo que se percibe a lo largo de la canción en torno a ese anónimo, hay un reclamo por no poder decir “lo siento”, cuando Tracy canta si puede otorgar un abrazo, sabemos que las palabras pueden ser equivocadas porque la relación ya fracasó desde hace años.
Amor, deseo y vulnerabilidad en una canción que describe precisamente lo que somos al final. Al final es posible todo… que es un nuevo comienzo. ¿Aceptaremos?