Imagina que alguien no te dice “te quiero”, ni te escribe un poema, ni te dedica una frase elegante. Solo te mira, toma aire, y con toda la honestidad del mundo logra decir: “No sé cómo explicarlo, pero desde que estás, todo cambió”. Eso es “Your Song”. No es una canción de amor. Es el momento exacto en que el amor se vuelve consciente.

Fue escrita antes de que Elton John fuera Elton John: antes del piano rojo, antes de los lentes estrafalarios, antes de las ovaciones. Fue escrita por un joven que aún no sabía cómo se hace una gran canción, pero sí sabía cuándo algo era verdadero. Bernie Taupin, apenas con 17 años, se sentó y escribió una confesión más que una letra.

Ahí aparece una línea que no presume, no conquista, no ruega. Solo se rinde:

“It’s a little bit funny, this feeling inside”

(Es un poco curioso, este sentimiento por dentro)

Curioso. No dice amor, no dice pasión. Curioso, porque es extraño descubrir que otra persona empieza a modificar el modo en que respiras. No es drama, no es destino. Es descubrimiento.

Más adelante, no hay galantería, sino humildad:

“I don’t have much money, but boy if I did…”

(No tengo mucho dinero, pero chico, si lo tuviera…)

No intenta impresionar. No ofrece el mundo. Ofrece algo más valioso: su verdad. Porque hay momentos en los que lo único digno para entregar es la sinceridad.

Y luego llega esa línea que no busca conmover, pero lo hace. No grita. No suplica. Solo afirma:

“How wonderful life is while you’re in the world”

(Qué maravillosa es la vida mientras tú estás en el mundo)

No hay metáfora. No hay adornos. No hay “amor”, “corazón” ni “siempre”. Solo la constatación de un hecho: la existencia de alguien altera el significado de todo lo demás.

Hoy, que Tontolino está cerca de haber transitado 34 inviernos, primaveras o lo que quiera que haya vivido, hay algo de “Your Song” en su historia. Porque quizás ha entendido al menos una vez, al menos por un segundo, que existen personas que no se pueden agradecer con regalos, ni con discursos, ni con frases de película. Solo con algo simple, imperfecto, verdadero. Un gesto. Una canción. Un latido.

Elton John dijo que nunca volvió a cantar “Your Song” igual. Porque cada vez que la cantaba, se convertía en otra cosa: en la canción de alguien más. Eso es lo que tienen las canciones honestas: no se quedan con quien las escribió. Se mudan al corazón de quien las necesita.

Tal vez hoy, por unos minutos, esta canción te pertenece, Fer.

No para dedicarla.

Sino para sentirla.

Porque a veces, la vida se resume así:

Hay alguien que existe. Y porque existe, todo cambia.

Feliz vuelta al sol ☀️ FLV

 

Comentarios

Comentarios