“Christmas will break your heart” (la Navidad te romperá el corazón) suena a diagnóstico tardío, a frase dicha con la mirada fija en un punto del agua donde ya no pasa nada. LCD Soundsystem publica esta canción en 2015, en un momento extraño de su historia: la banda había anunciado su final y James Murphy parecía hablar desde una orilla posterior al naufragio. El tema aparece sin álbum, sin campaña, casi como una botella lanzada al mar en pleno invierno.

La estructura musical elige la contención. Un teclado sobrio, una base rítmica que no empuja y una voz que arrastra las palabras como redes vacías. Murphy canta desde un cansancio que no pide alivio. “Watching the snow fall down”, viendo caer la nieve, no describe una escena amable; señala el paso del tiempo cuando nadie espera nada de él. La nieve cubre la ciudad del mismo modo en que el agua cubre los restos de un muelle antiguo.

La tristeza de la canción no nace del rechazo a la celebración, sino del choque entre lo que se supone que debería sentirse y lo que realmente ocurre. Murphy escribe desde ese desajuste íntimo, desde la incomodidad de las fechas que obligan a revisar balances personales. Cuando todo alrededor insiste en el brillo, cualquier fisura se vuelve más visible. La canción existe para ese momento preciso en que uno entiende que la melancolía no llegó con el invierno: ya estaba ahí, esperando una fecha que la hiciera imposible de ignorar.

La sombra de Peter Murphy atraviesa la canción como una corriente profunda. No aparece en el timbre, sino en la actitud: ese modo de sostener la emoción sin elevarla, de dejar que la gravedad haga el trabajo. Desde Bauhaus, Peter Murphy entendió la voz como un espacio oscuro donde la fragilidad no necesita subrayados. LCD Soundsystem recoge esa enseñanza y la traslada a un paisaje electrónico, austero, donde cada sonido parece medido como la distancia entre boyas.

“It’s Christmas and you’re alone”, es Navidad y estás solo, cae con la neutralidad de una observación marítima, viento constante, mar de fondo. La canción no intenta resolver esa soledad ni envolverla en nostalgia prefabricada. Prefiere permanecer en ella, como quien se queda en cubierta pese al frío, porque bajar ya no cambia nada. Aquí la Navidad no aparece como refugio, sino como fecha que amplifica lo que ya estaba roto.

El tema avanza sin promesas. No hay explosión final ni consuelo escondido entre acordes. La melancolía tiene textura salina, deja residuos, oxida lentamente. Murphy canta para quienes regresan tarde, para quienes miran las luces del puerto y saben que no indican llegada, solo presencia humana a lo lejos. Cada nota se apoya en el silencio, como una barca amarrada que golpea suavemente el costado del muelle.

“Christmas Will Break Your Heart” no busca acompañar celebraciones ni ofrecer compañía instantánea. Permanece como el mar en diciembre, oscuro, paciente, honesto. Para quienes nunca encajaron del todo en estas fechas, la canción no señala una herida nueva, sino algo más incómodo y más cercano: el alivio de escuchar, por fin, una voz que no pide fingir.

 

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