Cuando hablamos de un disco conceptual, nos vienen inevitablemente a la mente los más populares, que a su vez son bastante lineales en cuanto a sus historias. Al escuchar “The Wall”, de Pink Floyd, por ejemplo, se puede seguir la historia de manera bastante concisa desde el principio hasta el final. Algunas canciones funcionan por su cuenta fuera de los discos y pueden ser emparejadas con otras, pero existen también algunas que sólo hacen sentido en el contexto del disco. Los personajes están tan bien definidos, que pueden ser emulados en otro contexto como una adaptación cinematográfica y teatral y los actores que los representen saben con precisión como darles voz y vida.
Algunos de estos discos conceptuales han sido descritos como “óperas rock” por lo ambicioso de su producción y la teatralidad de su ejecución. Hay quienes piensan que el disco conceptual es un producto del pasado, pero hay bandas y artistas que continúan explorando este formato. En 2017 Primus lanzó su disco de estudio The Desaturating Seven que consta de siete canciones inspiradas en el cuento infantil “The Rainbow Goblins”. Demostraron que la tradición del disco conceptual sigue viva y tan rebosante de posibilidades como cuando los discos clásicos de dicha categoría fueron lanzados.
El formato podrá gustarle a muchos y a otros no tanto, quienes prefieren una colección de canciones de diversos temas en vez de una sola historia que hay que seguir y atender. En cuanto a David Bowie respecta, se tiene una idea muy concisa sobre cuáles son sus álbumes conceptuales y cuáles son sus respectivos personajes.
Es aquí donde yo difiero un poco:
Comencemos con el enunciado de que, desde mi perspectiva, Bowie tiene los discos conceptuales más interesantes de la historia. Si nos apegamos al canon, podríamos argumentar que durante su carrera lanzó tres álbumes conceptuales: The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spiders from Mars, Diamond Dogs y Outside. Ahora explicaré la razón por la que considero que estos discos son tan interesantes. Primero abordemos lo que es un álbum conceptual. Como mencionamos al principio, lo que hace que un álbum sea conceptual es que tiene una narrativa clara con planteamiento, desarrollo y desenlace, además de personajes bien definidos. En ocasiones la narrativa es sustituida por secuencias de diálogos insertadas entre las canciones o lanzamientos adyacentes que complementan la música con recursos visuales o escritos.
Lo que me parece fascinante de los álbumes conceptuales de Bowie, es que no cumplen con ninguno de esos requisitos. El artista únicamente nos proporciona algunos personajes, una descripción sumamente vaga de ellos, el contexto en el que se desenvuelven y una narrativa poco lineal y sin muchos detalles. Con esos recursos, depende del oyente crear su propia historia y desarrollarla a través de las canciones. Bowie no proporciona la historia completa, es tu imaginación la que debe llenar los espacios. Por eso, creo que mi versión del ascenso y caída del extraterrestre en Ziggy Stardust, el panorama futurista y distópico de Hunger City y el caso de Baby Grace Blue, son completamente diferentes a las versiones que describiría otro fan, lo cual me parece asombroso. ¿Qué otro disco conceptual puede hacer eso?
Quizás solo Bowie conocía la verdadera historia de sus álbumes conceptuales, quizás nunca hubo una y siempre pretendió que la narrativa poco elaborada fuera simplemente la base para presentar canciones que consideraba tenían coherencia entre sí. No solo las historias son difusas, los personajes también.
Mucha gente asocia el personaje de Ziggy Stardust con un alienígena que llega a la tierra y se convierte en una estrella. La próxima vez que escuches The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spiders from Mars, trata de hilar esta narrativa a través de las canciones. Descubrirás que es casi imposible. No hay ninguna historia lineal. “Starman” fue una inclusión de último minuto a partir de la insistencia por tener un sencillo en el álbum, como tal no puede abordarse como parte de la historia.

Brian Ward, 1972

Fue hasta tiempo después del lanzamiento del álbum que Bowie revelaría un poco de su interpretación de la historia. El disco no está narrado desde la perspectiva de un alienígena, sino de una persona que cree estar en contacto con uno y recibe mensajes los cuales comparte con sus oyentes. Esta perspectiva se puede rastrear directamente a The Legendary Stardust Cowboy, músico cuyo nombre real es Norman Carl Odam, y su fascinación con el espacio, los platillos voladores y los alienígenas.
Este artista marginal sería una de varias influencias directas en la creación del icónico personaje de Bowie, quien también revelaría un poco del verdadero trasfondo de la historia del disco en su charla con William Burroughs en 1974. En esta entrevista, el cantante comparte su deseo por trasladar Ziggy Stardust a una puesta en escena. Deseo que aún estaría latente a principios de los 2000, cuando Bowie inclusive planeaba incluir material inédito en la edición de treinta aniversario del disco, a manera de las míticas canciones “Black Hole Kids,” “Only One Paper Left” e “It’s Gonna Rain Again.”
De las tres debemos resaltar que quizás “Black Hole Kids” sea la que más se acerque a aportar algo a la narrativa de Ziggy Stardust, basado en su conversación con Burroughs. Recordemos que Bowie grabó muchas de las canciones de los álbumes Ziggy Stardust y Hunky Dory juntas, como un compendio de canciones a elegir para llenarlos, no con la intención de crear una historia conceptual.
En la que sería una de sus respuestas más elaboradas en cuanto a su trabajo, Bowie le explicó de esta manera a Burroughs de que trataba Ziggy Stardust:

Terry O’Neill, 1974

“The time is five years to go before the end of the earth. It has been announced that the world will end because of lack of natural resources. Ziggy is in a position where all the kids have access to things that they thought they wanted. The older people have lost all touch with reality and the kids are left on their own to plunder anything.
“Ziggy was in a rock & roll band and the kids no longer want rock and roll. There’s no electricity to play it. Ziggy’s adviser tells him to collect news and sing it, ’cause there is no news. So Ziggy does this and there is terrible news. ‘All the Young Dudes’ is a song about this news. It is no hymn to the youth as people thought. It is completely the opposite.
“This does not cause the end of the world for Ziggy. The end comes when the infinites arrive. They really are a black hole, but I’ve made them people because it would be very hard to explain a black hole onstage.
“Ziggy is advised in a dream by the infinites to write the coming of a starman, so he writes ‘Starman,’ which is the first news of hope that the people have heard. So they latch onto it immediately. The starmen that he is talking about are called the infinites, and they are black-hole jumpers.

Terry O’Neill, 1974

“They don’t have a care in the world and are of no possible use to us. They just happened to stumble into our universe by black-hole jumping. Their whole life is travelling from universe to universe.
“Now Ziggy starts to believe in all this himself and thinks himself a prophet of the future starman. He takes himself up to incredible spiritual heights and is kept alive by his disciples. When the infinites arrive, they take bits of Ziggy to make themselves real because in their original state they are anti-matter and cannot exist on our world.
“And they tear him to pieces onstage during the song ‘Rock and Roll Suicide.’ As soon as Ziggy dies on stage the infinites take his elements and make themselves visible”.
Con esta explicación tan detallada cortesía de su creador, podemos imaginar una historia un tanto más tangible y cohesiva, pero si simplemente escuchamos el álbum sería sumamente difícil deducir dicha historia de las primeras 5 canciones. Aquí es donde yace el verdadero propósito de Bowie: crear un álbum liderado por un personaje que pudiera trasladar al escenario para sus conciertos, asumir su persona cuando fuese necesario para apariciones públicas y poder utilizar una máscara que le ayudara a lidiar con la fama y la repentina atención que conllevaría.
Si Bowie hubiera podido trasladar al escenario su obra de Ziggy Stardust como parecía haber anhelado desde los setentas, habríamos recibido la historia definitiva de Ziggy, razón por la cual Bowie decidió abandonar el proyecto. Se dio cuenta de que presentar una versión absoluta de Ziggy sería sumamente decepcionante para tanta gente que había creado su propia historia en sus mentes durante años. Bowie prefirió que se preservara la mítica del personaje y al cancelar la obra, Ziggy permaneció tan ambiguo como el día que fue creado. Quizás algunas ideas de aquella obra se colaron a la puesta en escena de Lazarus pero nunca lo sabremos con certeza.

Brian Ward, 1972

Aladdin Sane, una extensión del álbum anterior, parece explorar a su manera también el formato de un disco conceptual, pero en el sentido más flexible y libre de la palabra. Descrito por Bowie como “Ziggy goes to America” el álbum es sumamente eficiente en plasmar la cultura, preocupaciones, influencias y perspectivas estadounidenses que fascinaron y cautivaron al británico durante sus viajes de gira por el país. Pero en términos de una historia lineal no tenemos ninguna narrativa. Sabemos tan poco del personaje Aladdin Sane como del que se asocia con Diamond Dogs: Halloween Jack.

Bowie menciona a dicho personaje en la letra de la canción titular del álbum. La descripción es breve. Hay atisbos de él en los bocetos y manuscritos que hizo para una posible película en aquella época, fascinantes documentos que pudieron ser contemplados en la exhibición Bowie Is. Pero una vez más, no tenemos una idea concreta sobre quién es el personaje. Es uno de una multitud que habitan el colectivo de la sociedad distopica del disco.

Terry O’Neill, 1974

La narrativa está completamente influenciada por “1984” de George Orwell, la obra que Bowie quería plasmar antes de ser frenado por la viuda del autor. Inevitablemente varios elementos se colaron a su propia adaptación, de manera completamente explicita. El disco termina con una coda extraída de la última palabra de Big Brother, que se repite hasta el final. No hay una conclusión convencional, no hay respuestas a ninguna de las preguntas que nos planteamos a lo largo del álbum. Bowie no estaba consternado por presentar un trabajo convencional, nunca se preocupó por las reglas. Si solamente él conocía la historia de sus discos, con eso bastaba. La ambiciosa puesta en escena de la primera porción de la gira para promocionar el álbum erigió Hunger City de manera imponente y  llevó a Bowie a explorar la fusión de la teatralidad con la música con más recursos a la mano que nunca antes, pero se aburrió de prisa y abandonó el concepto y optó por la más recatada segunda porción de la gira denominada “Soul Tour” con canciones nuevas y completamente desprovista de las puestas en escena y utilería.
Mucha gente piensa que el personaje con el parche en el ojo y la guitarra roja que Bowie personificó para interpretar “Rebel, Rebel” en la televisión en 1974 es el mítico Halloween Jack, pero esa es una burbuja un tanto fácil de romper. Bowie estaba usando un parche por conjuntivitis, la guitarra fue la que estaba a la mano en el momento y el atuendo y peinado eran los últimos remanentes de la era glam que Bowie estaba trabajando en dejar atrás. La presentación lo capturó en una época de transición, dirigiéndose a hacía el que sería su nuevo estilo. Bowie jamás declaró que estuviese personificando a Halloween Jack. Ni en esa presentación, ni durante la gira, ni durante ninguna aparición pública.
Hemos explorado a profundidad el álbum Outside anteriormente y hemos discutido como la historia se quedó por siempre inconclusa. ¿Quién cometió el aberrante crimen contra Baby Grace?

John Skarisbrick, 1995

Es una pregunta que jamás podrá ser respondida más allá de los confines de nuestra imaginación. Outside es aún más ambicioso que Ziggy Stardust y Diamond Dogs en su narrativa, tiene a varios personajes un poco más definidos, inclusive personificados para el material promocional del disco (visual e impreso) sin mencionar las secuencias habladas en las que Bowie les dio vida a dichos personajes para narrar en primera perspectiva.

John Skarisbrick, 1995

Con todo esto, aun así Outside se las ingenió para ser un enigma, una historia tan inescrutable y fascinante como los primeros episodios de Twin Peaks.

John Skarisbrick, 1995

Bowie nunca fue obvio, nunca fue lineal, nunca fue convencional. Como una extensión directa de él, sus discos conceptuales tampoco lo fueron.

Comentarios

Comentarios