Algunas canciones no solo se escuchan, se experimentan. Desde el primer acorde, te sumergen en un espacio donde el tiempo y la realidad se diluyen. “Could Heaven Ever Be Like This” de Idris Muhammad es una de esas piezas. No es sólo música, es una atmósfera, un trance. Su bajo rebota con elegancia, la batería flota en el aire y una guitarra espectral te envuelve hasta que ya no hay escapatoria: solo queda entregarse al viaje.
Idris Muhammad, genio de la batería con raíces en el jazz y el funk, creó esta maravilla en 1977. La canción tiene algo místico, un groove tan expansivo que parece no terminar nunca. Y en el centro, esa voz que canta con asombro:
“I’ve seen love make men stagger and fall,
I’ve seen love make a fool of a man,
I’ve seen love bring sorrow and pain,
I’ve seen love make a man insane…”
(“He visto el amor hacer tambalear y caer a los hombres,
he visto el amor volver loco a un hombre,
he visto el amor traer pena y dolor,
he visto el amor enloquecer a un hombre…”)
Habla del amor como una fuerza incontrolable, capaz de elevarte y romperte en la misma medida. Y en el coro, la pregunta que titula la canción se repite como un hechizo: “Could heaven ever be like this?”.
Como si el éxtasis de la música fuera la única respuesta posible.
Jamie xx y el renacer de un clásico
Pese a su grandeza, la canción pasó desapercibida para muchos hasta que Jamie xx la rescató décadas después. En Idontknow (2020), el productor británico la tomó, la desarmó y la convirtió en un torbellino electrónico. Lo que en 1977 era un sueño funk se transformó en un pulso frenético y caótico, pero la esencia sigue ahí, flotando entre los beats.
Este tipo de resurrecciones confirman algo poderoso: la música realmente buena no envejece, sólo espera a que alguien la escuche con nuevos oídos.
Una experiencia que nunca termina
Poner “Could Heaven Ever Be Like This” es como abrir una ventana y dejar que entre algo más grande que tú. Es imposible escucharla sin mover el cuerpo, sin perderse en su atmósfera infinita. No es solo una canción: es un lugar, un estado mental.
Si aún no la has oído, este es el momento. Sube el volumen. Déjate llevar. Y cuando termine, dime: ¿podría el cielo ser así?