Uno de mis covers favoritos de Bowie y también uno de sus más desconocidos. En 1974 David Bowie comenzó su romance con la música soul y rhythm and blues, comenzó a explorar a fondo a sus exponentes, canciones, álbumes, lugares e historia. Bowie siempre se caracterizó por aburrirse rápidamente de cosas que sentía ya había dominado por completo.
La teatralidad de la gira Diamond Dogs no era ajena a él. Ya había montado espectáculos anteriormente en los que el aspecto visual era tan vital como la música. Pero en esa gira llevó todo a otra escala a la que Bowie y muy pocos artistas en ese entonces, habían llegado. La inmensa escenografía, la utilería, la producción y la logística dieron como resultado una gira tan impresionante como complicada. Pero la emoción se disipó pronto y Bowie se encontraba ávido por explorar la siguiente parada en su carrera: La música americana. Para Bowie la era Diamond Dogs había terminado. Ya no estaba interesado en el álbum, la gira y la complejidad requerida para montar el espectáculo (tal era su desinterés, que confesó jamás haber escuchado el álbum David Live).
Foto por Steve Morley, 1974
La solución fue pragmática. Bowie se deshizo de la escenografía y utilería. Modificó radicalmente la lista de canciones para los espectáculos (incorporando una gran cantidad de canciones nuevas en las que estaba trabajando), cambió su imagen para reflejar el estilo de la música que tanto admiraba (de ahí el título tentativo para el álbum Young Americans, “The Gouster”) se entregó por completo a esta nueva faceta y modifico su banda también, incorporando a los nuevos músicos que eran aptos para interpretar el estilo lo tenía fascinado en ese momento. Entre ellos, se encontraba el legendario Carlos Alomar, quién se convertiría en uno de los colaboradores clave de Bowie y participaría en toda una secuencia de álbumes y giras a partir de ahí.
Precisamente emocionado por compartir con el mundo el talento de su nueva banda, Bowie quería una canción que les permitiera a sus músicos brillar en el escenario. Terminó eligiendo “Footstompin” de The Flares (el titulo original de la canción es “Footstompin Part 1”, la parte 2 es una variante de la primera versión y ambas estaban disponibles en el mismo sencillo). The Flaires estuvieron activos de 1952 a 1964, cambiaron de integrantes y nombres en diversas ocasiones. Se trataba de un conjunto Doo-Wop proveniente de Los Ángeles. Originalmente llamados The Flaires (en honor a su disquera, Flaire Records) en la última etapa de su carrera modificaron el nombre a The Flares y fue con aquella alineación que lanzaron su éxito “Footstomping Part 1”.
The Flares provenían de un contexto en el que el objetivo principal de crear música era alcanzar las listas de éxitos y mantenerse en ellas con cada nueva composición. Era un mercado sumamente difícil y el éxito se media en que tanto podía apoderarse la radio y las pistas de baile una canción, más que en su mérito artístico. “Footstomping” fue concebida bajo esos parámetros, pero no por eso carecía de encanto.
Para Bowie, “Footstomping” era la elección perfecta. Sería una pieza que le permitiría a sus coristas tener el reflector sobre el escenario (cantando a la par de Bowie a su lado, en vez de en el fondo) además de que también le daba a su entonces protegida, Ava Cherry, un momento bajo el reflector también, con sus hipnóticos pasos de baile.
La “Soul Tour” se caracterizó por despojarse por completo de la producción elaborada y optó por centrarse en la música. La emoción que Bowie sentía durante la gira era evidente. Estaba interpretando composiciones que seguía puliendo en el estudio y la audiencia era receptiva. Como artista, no podía pedir más. Por años, la Soul Tour fue tan mítica como inaccesible. Fotos escasas, reseñas muy generales y lo más frustrante de todo, ninguna grabación de calidad decente que pudiera escucharse repetidamente. Prácticamente todas las grabaciones de esta gira disponibles están tan distorsionadas que su valor es más histórico que sonoro. Pero eso cambio en el Record Store Day de 2020, cuando finalmente esta gira recibió un lanzamiento oficial por primera vez con el título “I’m Only Dancing”. Ostentando una lista de canciones maravillosa, se convirtió rápidamente en uno de los documentos más valiosos de las giras menos exploradas de la carrera de Bowie.
Fotos Steve Morley, 1974
Fotos Steve Morley, 1974
Bowie nunca se conformaba con que sus covers fueran copias al carbón de las canciones originales y “Footstomping” no fue la excepción. Bowie le hizo dos modificaciones a la canción. Primero, la convirtió en un medley, haciendo una interpolación con “I wish I could shimmy like my sister Kate”, escrita por Armand J. Piron. Envuelta en controversia, Louis Armstrong afirmaba que él había escrito la canción y la había vendido por 10 dólares que le fueron prometidos pero nunca fueron pagados. “Shimmy like my sister Kate” se convirtió en un estándar de jazz y una canción intepretada por decenas de bandas a través de los años, incluyendo a The Beatles, en 1962. Es probable que Bowie tomara la línea de “Footstompin”: “even just the other day, taught it to my sister Kay” como la puerta para conectar la canción con Shimmy, volviéndola sumamente dinámica.
Sin embargo, la segunda modificación es la más importante. Bowie quería que “Footstompin” sonara más moderna que la original, la cual ya era relativamente anticuada en 1974. La respuesta fue un riff de guitarra creado por Carlos Alomar que se convertiría en el epicentro de toda la canción. Es precisamente ese riff la razón por la que la versión de Bowie de “Footstompin” me fascina tanto.
Es, por describirlo de alguna forma, adictivo. Primero Bowie reconoció el potencial de la versión y decidió tratar de grabarla en los estudios Sigma Sound de Filadelfia en 1974. No contento con los resultados, volvió a intentarlo en enero de 1975. Tras otro intento fallido, Bowie llegó a la conclusión de que durante la gira, “Footstomping” había sido efusiva y contagiosa, pero por alguna razón u otra, en el estudio sonaba plana. Las grabaciones de estudio de la canción nunca han estado disponibles para ser escuchadas en la universidad de Drexel (el archivo actual de algunas de las cintas) así que no hay ninguna descripción disponible de ellas, para corroborar la percepción de Bowie. Desde un punto de vista de la génesis de Young Americans, poder escuchar las versiones de “Footstomping” grabadas en Sigma Sound sería una experiencia completamente fascinante.
Foto Allan Ballard, 1974
Una vez que la canción quedo oficialmente descartada, Bowie decidió que el riff de Carlos Alomar era demasiado bueno para dejarlo archivado y encontró un nuevo hogar en una de las canciones más populares de Bowie de todos los tiempos: “Fame”.
Instantáneamente asociada con la época soul de Bowie, el álbum Young Americans y por supuesto, su colaboración con John Lennon, “Fame” pasaría a la historia y rara vez se alejaría de los setlists de las giras de Bowie. Es realmente increíble pensar que semejante éxito mundial tiene su origen en un cover descartado que hoy en día sigue existiendo en relativa oscuridad.
Foto Steve Schapiro, 1975.
Foto Steve Schapiro, 1975.
Bowie se presentó con su banda en el show de Dick Cavett el 2 de noviembre de 1974. Su intervención consistió en una entrevista y cuatro canciones interpretadas en vivo. La entrevista se ha convertido en una de las más famosas, analizadas y discutidas de la carrera de Bowie:
Haciendo figuras en la alfombra del estudio con su bastón, un Bowie visiblemente bajo el efecto de la cocaína responde algunas de las preguntas de Dick Cavett con candor y humor, mientras que en otras se esconde detrás de su personaje público.
En términos del repertorio musical, Bowie interpretó “1984”, “Young Americans”, “Footstomping” y “Can You Hear Me”. Las dos primeras fueron preservadas y eventualmente lanzadas de manera oficial en la caja recopilatoria del show de Dick Cavett así como en la edición de CD+DVD de Young Americans lanzada en el 2007.
Foto Steve Schapiro, 1975.
“Footstomping”, desafortunadamente, fue borrada de la cinta por el estudio y “Can You Hear Me” nunca fue transmitida, por lo que se perdió junto con la grabación original de la primera. Por suerte, alguien estaba grabando el programa esa noche y de esa grabación de la televisión con una videocasetera es que hoy en día podemos disfrutar de la presentación inolvidable de Footstomping en el programa de Dick Cavett:
Debido a la naturaleza de la grabación y su calidad, no fue incluida en el combo oficial del 2007, compensando la ausencia con una galería de fotos y el álbum en sonido 5.1 Surround.
Gracias a “I’m Only Dancing” después de años de espera, tenemos a la mano una versión oficial de “Footstomping” tal cual era interpretada durante la gira. Escúchala y decide si es superior a “Fame” o si merecía dar un paso atrás y relegarse al olvido para que la otra pudiera emerger y conquistar al mundo.
Nota de epilogo: Con el reciente descubrimiento de dos conciertos completos de la gira Soul Tour en los archivos de Bowie, tal vez sea cuestión de tiempo para que tengamos un vistazo de “Footstomping” en video durante la gira. Sólo queda esperar.
Francisco Beristain. Ciudad de México. Coleccionista de David Bowie y fan de hueso colorado. Francisco se desenvuelve en áreas de ilustración, redacción, investigación y periodismo. A veces también hace música propia. Su pasión por Bowie lo ha llevado a viajar a Japón, entrevistar a figuras clave en la carrera del artista, investigar a fondo las referencias en su discografía, así como explorar a fondo todas sus canciones.
Una parte considerable de su pasión por Bowie se extiende a su afición por coleccionar su obra. Conocer a fondo su trabajo y coleccionarlo van de la mano; los lectores notarán como datos discográficos y trivia se colarán en los artículos de manera recurrente. El repertorio de artistas que apasionan a Francisco también incluye a David Byrne y Primus.
Francisco descubrió a Bowie una tarde de 2003 mirando la televisión. Su primer disco fue "Reality", siendo 'New Killer Star' la canción que lo enganchó con Bowie de manera permanente. A partir de entonces, su viaje con la música del británico comenzaría y estaría lleno de innumerables sorpresas y experiencias. Para Francisco, Bowie no se reduce a los clichés que leemos y escuchamos por todos lados, sino que más bien se aprecia como un ser humano que hizo cosas extraordinarias y nos dejo trabajo suficiente para analizar y disfrutar por el resto de nuestras vidas.