Tenancingo fue un destino muy visitado por mí durante la preparatoria. La casa de un amigo era el escenario para ir y regresar el mismo día o bien, en época vacacional, pasar hasta una semana.

La casa, porque sigo yendo de vez en cuando, aunque no con tanta frecuencia, es un encanto: alberca, grandes áreas verdes y hermosa casa de adobe que encerraba un olor a madera de los muebles.

Héctor, quien me invitaba, y yo compartíamos una habitación, también con olor a madera. En el patio los discos compactos invitados eran The Immaculate Collection de Madonna, Thriller de Michael Jackson, … But Seriously de Phil Collins y Pornograffitti de Extreme.

Y había detalles con este último, Pornograffitti tenía dos objetivos para Héctor: el primero era escuchar “More Than Words”, sencillo de la banda de Boston que jamás me gustó, y luego programar la reproducción del CD en una grabadora. Así que mientras estuviéramos de vacaciones, a las 7 de la mañana, nos levantaban sonidos de tormenta eléctrica con la introducción de piano de “Decadence Dance”.

Para mí es un álbum perfecto, pero mi gran favorita es “Hole Hearted”.

Gary Cherone, el vocalista, escribió la canción desde la perspectiva de alguien que se ha distraído con cosas de la vida que no lo hicieron feliz, describiéndolo con una metáfora de desamor. Tiene un agujero en el corazón y solo hay una persona que puede llenarlo.

Pero la canción no trata de un romance, sino de Dios. Cherone es un cristiano devoto, pero cuando escribe es discreto con respecto a ello. Incluso bromeó diciendo que plagió algunas letras de “Hole Hearted” de la Biblia; por ejemplo, Eclesiástes 1:7: “Todos los arroyos desembocan en el mar, pero el mar nunca se llena”.

“Mientras tengas amor en tu vida, estás en el camino correcto”, dijo al respecto de que es una canción universal y no necesariamente religiosa.

Y la historia curiosa: el guitarrista Nuno Bettencourt escribió la música en el baño.

“No sé si es demasiada información, pero ¡la escribí en el inodoro! Me emocioné un poco al recibir mi primera guitarra de 12 cuerdas, y me dieron ganas de ir al baño. Me senté, me tomé mi tiempo y me atrevo a decir que las ideas simplemente surgieron.

“Esa canción fue escrita rápido, y recuerdo que salí del baño y dije: ‘Tengo esta melodía realmente genial’, y todos me miraron un poco raros”, relató el guitarrista, quien agregó que la inspiración de la canción fue por Led Zeppelin III.

Y… la canción termina con el sonido de una tormenta eléctrica, la misma con la que inicia el álbum. Un círculo completo.

Añoro levantarme con esa vieja tormenta eléctrica que significaba paz. Días vendrán.

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