Apenas platicaba con una amiga sobre una canción “vieja” que “apenas” había salido en 2020. Me quedé sorprendido porque yo considero una canción como antigua luego de que han pasado por lo menos unos 300 años.

Lo cierto es que, en retrospectiva, esas canciones que fueron novedad en su tiempo (y que de alguna forma las seguimos escuchando así) ya se van quedando en las arenas del tiempo llamado “viejo”. Bueno, siendo honestos, algunas se vuelven clásicas.

Es el caso de “I´m Gonna Be (500 Miles)” de The Proclaimers, una canción que pone de buenas al escucharle. La letra es muy sencilla: una persona que está emocionada por tener a alguien a su lado, que quiere estar con ella todo el tiempo sin importar la distancia o la circunstancia.

Esta canción fue escrita en 1988 y lanzada en el álbum Sunshine On Leith. Se convirtió en un éxito cuando se utilizó en la película Benny And Joon de 1993, protagonizada por Johnny Depp y Mary Stuart Masterson.

A mí llegó en 1994… es decir, hace 30 años. Para aquellas personas que piensen que ya estamos viejos les diré que no… el Covid cambió todo, así que seguimos siendo jóvenes; es más, tenemos menos años, ja, ja, ja.

“En 1988 estábamos sentados en un piso de Edimburgo esperando para subir a tocar en Aberdeen. Teníamos una hora libre antes de que nos llevaran, así que empecé a tocar algunos acordes en el piano eléctrico y enseguida me salió ‘ I´m Gonna Be (500 Miles)’. Tenía la melodía y la letra escritas en 45 minutos exactos.

“No sé tocar la guitarra, así que se la toqué a Charlie y él la cambió por esos rasgueos hacia abajo al estilo Buddy Holly. No es una canción difícil de tocar. Desde el principio supimos que era pegadiza, pero cuando empezamos a tocarla en directo la reacción fue tremenda”, dijo Craig Reid, el cantante y compositor.

La letra tiene un detalle curioso: usa la palabra escocesa “havering” que significa decir tonterías. En Estados Unidos se pensó que era una palabra para decir “vomitar” o algo más pícaro.

Charlie Reid, cantante y vocalista, indicó que una mujer de Islandia se les acercó en un restaurante para informarle que eran número uno en ese país.

“La gente dice que les encanta la canción por muchas razones: su ritmo de marcha, el ritmo de parada y arranque, ese toque de llamada y respuesta. Creo que es un poco de todo”, dice uno de los hermanos.

La música sigue siendo ese pasaje secreto al pasado, donde el alma no tiene edad, las preocupaciones se toman un descanso y todo vuelve a sentirse como la primera vez que escuchaste esa canción.

¿El secreto de la vida? Quizá, solamente quizá la inspiración para caminar 500 millas más a lo que nos emociona y mientras nada es aburrido, nada envejece.

 

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