La incertidumbre en un fantasma sin rostro, sin cuerpo. Pero está ahí, al lado de nosotros cuando se intenta dormir, en los pasillos de la mente, justo cuando las posibilidades se ramifican.

La incertidumbre grita murmullos.  Se traduce en una ligera presión en el pecho o en la espalda que obliga a detenerse y dudar de cada paso.

La incertidumbre juega con el control. Siempre sonríe en silencio y se cuela de esa forma a nuestras conversaciones. Se está sin estarlo.

La insoportable incertidumbre no radica en su presencia, sino en que no existen formas exactas de confrontarla. No se le grita, no se le puede echar de casa.

La incertidumbre no aprisiona en sus muros… vive más adentro.

Surgió “Let It Be” de The Beatles con su eterno consuelo.

“When I find myself in times of trouble
Mother Mary comes to me
Speaking words of wisdom
Let it be

And in my hour of darkness
She is standing right in front of me
Speaking words of wisdom
Let it be”

(Cuando me encuentro en tiempos difíciles
Madre María viene a mí
diciendo palabras sabias:
déjalo ser.

Y en mi hora de oscuridad
ella está justo frente a mí
diciendo palabras sabias:
déjalo ser)

Según Paul McCartney, esta es una canción muy positiva, gracias a su inspiración.

Una noche, cuando estaba paranoico y ansioso, tuvo un sueño en el que veía a su madre, fallecida hacía unos diez años. Ella acudió a él en su momento de angustia, diciéndole palabras de sabiduría que le brindaron mucha paz cuando la necesitaba. Fue este sueño el que lo impulsó a empezar a escribir la canción. Le contó la historia a James Corden cuando apareció en su segmento de Carpool Karaoke.

“Me tranquilizaba diciéndome: ‘Todo va a estar bien, déjalo estar’. Me sentí genial. Me dio las palabras positivas. Me desperté y pensé: ‘¿Qué fue eso? Dijo ‘Let It Be’. Eso es bueno’. Así que escribí ‘Let It Be‘ con positividad”, explicó.
Corden se derrumbó cuando la cantaron juntos.

“Recuerdo a mi abuelo, que era músico, sentándome y diciéndome: ‘Te voy a tocar la mejor canción que hayas escuchado’, y me la tocó”, dijo James. “Si mi abuelo estuviera aquí ahora mismo, se divertiría muchísimo”. McCartney respondió:

“Sí que lo está”, respondió Paul.

John Lennon odiaba esta canción por sus aparentes connotaciones cristianas. Antes de grabarla, comentó: “Y ahora nos gustaría interpretar ‘Hark The Angels Come’”. Lennon se encargó de que “Maggie Mae”, una canción sobre una prostituta de Liverpool, apareciera después de ella en el álbum que acabó llamándose Let It Be.

Siempre, para mí, “Let It Be” lanza un mensaje profundo de aceptación, serenidad y esperanza en medio de la adversidad. Cuando las cosas van mal, cuando hay dolor, confusión o miedo, lo mejor a veces no es luchar contra todo, sino aceptar lo que no podemos cambiar.

La incertidumbre recuerda que estamos vivos, que hay preguntas sin responder y que la vida no es una línea recta, sino una casa llena de puertas entreabiertas.

La incertidumbre no desaparece, camina como ese viejo fantasma a quien lo vemos con respeto, con nostalgia y con la esperanza de que al final, lo desconocido no es el enemigo, sino parte de este viaje.

 

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