Eran las 23: 30 horas de un viernes en el segundo piso de las oficinas de gobierno. La niña tendría unos 5 o 6 años, estaba sentada frente a los barandales de hierro forjado. Sus piernas, una a cada lado de los barandales, se movían a distinto tiempo. En sus manos había un juguete con el que sostenía un diálogo imaginario.
“Esta niña no debería estar aquí”, fue lo primero que pensé ante la escena, ante la soledad que rodeaba a la pequeña y la oscuridad que envolvía el lugar, pues los pasillos no tenían iluminación, al contrario de las oficinas donde había personal.
Y es que la explicación era más que lógica. La niña era hija de alguien, quien, ante la imposibilidad de dejarla sola, la había llevado desde mediodía al lugar y, mientras ella trabajaba, la pequeña hacía tarea, jugaba en los patios de la dependencia y, al final del día, “platicaba” con su juguete.
En los tres años que trabajé en el sector público, jamás entendí los horarios y la frase que muchos portan con orgullo “hay hora de entrada, pero no de salida”; casi era un honor tener un resfriado y soltar “pero aquí ando trabajando”.
Las oficinas de gobierno en México no funcionan por esos horarios extenuantes; más allá de los pésimos resultados hacia la ciudadanía, rompen familias.
Todo esto me vino a la mente cuando supe la historia detrás de “Maps” de Yeah Yeah Yeahs; aunque la canción detalla una relación partida por temas profesionales, me vino a la mente las escenas que había vivido en dependencias públicas.
Hay separaciones por elección y otras por obligación.
En 2001 y 2002, la agrupación neoyorkina, con dos EP´s bajo la manga, salieron de gira con la banda australiana Liars, liderada por Angus Andrew quien comenzó una relación sentimental con Karen O, vocalista de Yeah Yeah Yeahs. Por la agenda de ambas agrupaciones, la pareja no podía pasar tanto como quería.
Así llegó “Maps”, de la que hay un rumor que asegura que es un acrónimo para “My Angus, Please Stay”.
Karen O explicó que la canción nació de una muestra creada por el guitarrista Nick Zinner, que ella escuchó al pasar por su habitación.
“Tengo una curiosidad infinita sobre esa canción porque simplemente me resulta extraña. Fue una de las primeras canciones que escribimos para el primer disco. Recuerdo que fue como un sueño hacer esa canción; simplemente sucedió sin esfuerzo y de manera incidental.
“Estaba pasando por su puerta, escuché la muestra, entré y pensé: ‘¿Qué es eso?’ Y cinco minutos después estaba cantando básicamente la letra y ahí estaba. Era como una de esas canciones que se escriben solas en unos cinco minutos”, explicó Karen O sobre ella.
Tras el lanzamiento de Fever to Tell en 2003, que contiene “Maps”, Karen O se mudó a Los Ángeles y la relación llegó a su fin. La obra tomó su camino y es una de las más famosas de la agrupación.
La paradoja en la ambición en el trabajo y la renuncia a la vida personal no afecta a todas las personas por igual: el sacrificio, el estrés y agotamiento y la falta de equilibrio no necesariamente significa arrepentimiento.
La paradoja encierra otra y hay algunas almas muertas.