En 1987, uno de los mejores amigos de Simon Le Bon, vocalista de Duran Duran, murió por un problema relacionado con el abuso de sustancias. Su nombre era David Miles y su ausencia se convirtió en un fantasma para el cantante.

Dos años después de su muerte, como parte del álbum Big Thing, Le Bon le dedicó “Do you Believe in Shame”. La agrupación ya no vivía sus mejores momentos de principios de la década; los integrantes experimentaban cómo su ritmo de vida les cobraba la factura  y poco a poco se alejaban del éxito.

El grupo comenzó a desvanecerse. Simon Le Bon se quedó con la letra sin música de una canción llamada “Ordinary Girl”.

En 1991, el instrumentalista Warren Cuccurullo y el tecladista Nick Rhodes estaban en una sesión improvisada en un estudio de Battersea, un barrio de Londres, Inglaterra. Una canción estaba creciendo cuando el vocalista apareció y tomó forma con los coros y las letras.

El nombre cambió a “Ordinary World” pues Le Bon aprovechó para dedicarle más palabras a David Miles.

 “Se vio profundamente afectado por la muerte de él y se derramó en esta canción sobre tratar de encontrar el equilibrio en el mundo después de que suceden cosas que tienen un efecto tan profundo. Creo que la clave coincidía con la emoción de la música.

 “Creo que sigue siendo la mejor letra que ha escrito Simon. Y eso que él ha escrito muchas de las que me siento orgulloso”, dijo Rhodes.

La canción dio confianza al grupo. Cuando la ensayaban, el personal de las oficinas de EMI en Manchester se detenía para escucharla.  De hecho, “Ordinary World” buscó sola el éxito: la grabación se filtró a una estación de radio en Estados Unidos y subió de inmediato a los primeros lugares del Billboard Hot.

El éxito tomó por sorpresa al grupo quien tuvo que adelantar el lanzamiento de su segundo álbum homónimo en 1993… que sería conocido como “The Weeding Album” por las fotografías de las bodas de los padres de los  miembros de la banda. Los británicos resurgieron, de nuevo, con el público joven y, por sus letras, con escuchas más maduros.

La canción, incluso, fue cantada incluso a dúo con Luciano Pavarotti en 1995 como parte de sus conciertos benéficos, en esa ocasión dedicada a los niños de Bosnia.

A pesar del éxito del álbum y del sencillo, Le Bon no olvidó que la letra estaba dedicado a quien fuera su mejor amigo,  no lo podía superar.

“Todos tenemos que lidiar con las dificultades de este mundo. A veces simplemente hay que seguir adelante… y esta canción se trata de superar los momentos más duros, conscientes de que la vida sigue”, explicó el vocalista en alguna ocasión sobre “Ordinary World”.

“Aún no puedo escapar de tu fantasma, ¿Qué le ha pasado a todo? Locura, algunos dirían ¿Dónde está la vida que yo reconozco? Se fue, pero no lloraré por el ayer. Hay un mundo ordinario”, dice la letra.

El homenaje a su amigo se convirtió en una trilogía. En 1997, Duran Duran grabaría la lúgubre “Out of Mind”. Le Bon llama a las tres sus “canciones fantasma” y asegura que está en paz con lo que sucedió y cerró el círculo.

“Ordinary World” es de una belleza única y no es casual: lo ordinario implica lo más sobresaliente. Las lágrimas son inútiles si no tienen sentido. El peso de ellas es irresistible pues somos nuestros espectros.

 

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