La “Verdad Histórica” del 2015 y la “Comisión de Verdad” de 2022 coinciden en algo: los 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron confundidos con integrantes de “Los Rojos”, detenidos en Iguala, llevados a Cocula y ejecutados por “Guerreros Unidos”; todo en complicidad con elementos de los tres niveles de gobierno. Hay algo pendiente ¿quién dio la orden de secuestrar los autobuses?
El escritor y periodista Guillermo Sheridan ofrece una posible respuesta del porqué mandaron a los jóvenes estudiantes, especialmente los de primer ingreso, a altas horas de la noche a un lugar que les que quedaba a cinco horas de camino.
“La orden de enviar a Iguala a los “pelones” de Ayotzinapa salió de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), la organización estudiantil semiclandestina de carácter nacional, integrada por estudiantes de las escuelas normales rurales de México”
“(Así) se presenta sin mengua de su declarada “semiclandestinidad”. (Ahora lo que habría que investigar es quiénes mandan en la FECSM, esos sí clandestinos hasta la victoria siempre.)”, dice el crítico literario en un artículo publicado en Letras Libres el 14 de octubre de 2015 que asegura la federación se ha arrogado la facultad de otorgar el ingreso a las 16 normales rurales en el país.
Lo anterior también está contenido en los informes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes.
La Primer Normal Rural surgió en 1922 en Tacámbaro, Michoacán; su finalidad fue formar maestros que se convirtieran en líderes de sus comunidades. Con Lázaro Cárdenas, las escuelas se impregnaron de corte marxista, se solicitaba para su ingreso “Certificado de Pobreza” y “Pureza Ideológica”, para egresar era necesario informar sobre actividades sociales.
Poco a poco, las normales rurales han sido abandonadas a su suerte: su bajo presupuesto ha ocasionado que se vean obligadas a buscar fuentes de financiamiento externo, ello les ha generado sensación de autonomía. Desde los años cuarenta han sido también acusadas de tener vínculos con movimientos políticos y sociales radicales y la guerrilla. En décadas, su personalidad se ha construido en esas bases.
En 1935 surge la FECSM, que a la fecha sigue detrás de las normales. Una organización marxista-leninista, semiclandestina y sin datos sobre su financiamiento. De 1961 a 1963 su secretario general fue Lucio Cabañas, líder estudiantil y jefe del grupo armado “Partido de los Pobres en la Sierra de Guerrero”.
Su página en Facebook y Voltaire.org son la muestra viva, subjetiva, incendiaria. La educación que tendrán los jóvenes será del tipo marxista-leninista, además de que deben estar disponibles para las actividades políticas que se les requiera.
La FECSM, en cada normal, tiene un Club de Orientación Política e Ideológica (COPI), quienes organizan la “semana de adaptación” para los alumnos de nuevo ingreso a quienes se les rapa, se les lanza a canales de aguas negras, baños con orines, se les obliga a comer en cuclillas, no dormir, dejarlos sin comer, “botear”, tomar camiones o casetas de autopistas.
Hay testimonios de cómo son tratados los alumnos para mostrar que pueden ser campesinos socialistas:
La FECSM, que ha sido mencionada en el “Informe Ayotzinapa” del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, también estuvo detrás de un grupo de golpeadores que se infiltró en Ciudad Universitaria de la UNAM.
Para muestra un botón: el 3 de marzo de 2014 en el auditorio “Justo Sierra” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se suscitó una pelea porque unos 30 “porros” trataron de quitar el control del auditorio a manos de los “anarkos”. Un “porro” fue detenido e interrogado.
“El tal ‘porro’ prisionero declaró llamarse David Moreno Palacios y declaró ser alumno de primer grado de la Normal Rural ‘Lázaro Cárdenas’ de Tenería en el Estado de México. En esa normal, dijo el joven con franqueza, ‘nos dan comida y casa y pagamos con trabajo.
“(…) dijo que recibió ‘un citado’ en su Normal y lo obedeció porque quien no obedece un citado merece un reporte y quien junta cuatro reportes es expulsado de la Normal. El muchacho contó que lo citaron con los demás ‘pelones’ a la una de la mañana de ese día, que los subieron (“por jerarquías”) a un autobús con las cortinas cerradas; que durante un citado está prohibido hablar y menos aún preguntar a dónde los llevan.
“Viajaron un buen rato hasta llegar a un sitio donde los bajaron del autobús, les ordenaron cubrirse las caras con capuchas, les dieron palos y les ordenaron tomar un edificio que nunca habían visto que resultó ser el Auditorio”, consigna Guillermo Sheridan en otro artículo. La normal de Tenería aceptó su responsabilidad poco después.
En la nueva actualidad del tema de los 43 estudiantes de Ayotzinapa surge de nuevo la pregunta ¿Quién o quienes los enviaron a secuestrar los autobuses? Hasta el momento la respuesta es una organización que se caracteriza por su violencia y radicalismo con intereses hundidos en la clandestinidad.
Fuentes:
* “Paseos por la Calle de la Amargura”, Guillermo Sheridan, Penguin Random House Editorial (2018)
* “La trayectoria de las Escuelas Normales Rurales: algunas huellas para estudiar”, Alicia Civera Cerecedo, El Colegio Mexiquense (2008)
* “Un recorrido histórico de las Escuelas Normales Rurales de México: el acto subversivo de hacer memoria desde los acontecimientos contra los estudiantes de Ayotzinapa”, Maider Elortegui Uriarte, REVISTA UNAM, (2017)
https://www.voltairenet.org/article166602.html
