“Rust and Steel” no es solo un título: es el crujido de algo que se desmorona por dentro. La canción de Durand Jones & The Indications suena como abrir el cofre de un coche que ya no arranca y encontrar, entre engranajes polvorientos, las piezas oxidadas de una historia de amor.
Auto y amor se funden en la misma imagen. Durand recuerda esos días en que “we’d turn heads from block to block” (hacíamos que todos volvieran la mirada de calle en calle) cuando pasear juntos era suficiente para sentir que nada podía fallar. El coche relucía en “candy apple red” (rojo caramelo), con techo de cuero y asientos de lujo. Todo brillaba, igual que el amor.
Pero los kilómetros se acumulan. La pintura empieza a desvanecerse. Lágrimas y humo quedan atrás como huellas de algo que se rompe. En el coro, las palabras se desgranan como piezas caídas:
“Broken heart / Broke down wheels / Bitter love / Rust and steel”
(Corazón roto / Ruedas averiadas / Amor amargo / Óxido y acero)
Un corazón averiado y ruedas destrozadas: el mismo lenguaje para describir el amor y el vehículo. Esa es la fuerza de la canción: convierte la relación en un viaje mecánico, donde el desgaste es inevitable.
En el segundo verso, el auto queda varado “on the side of a highway curve” (a un lado de una curva en la autopista), mientras la vida y otros coches siguen pasando de largo. Durand mira hacia esos “tiempos más simples” (simpler times) que sólo existen ya en su mente. Reconoce que deben tomar caminos separados:
“Ashes to ashes, rust to rust”
(Cenizas a cenizas, óxido a óxido)
Es un verso devastador. No habla solo de metal corroído, sino de cómo incluso las relaciones más firmes pueden acabar reducidas a cenizas.
Musicalmente, la canción es casi minimalista. Cada instrumento suena con discreción y deja espacio para que la voz sea lo principal. Durand canta con contención, como si intentara sostener el temblor que amenaza con quebrarlo. Los coros suenan desgarradores, repiten las mismas palabras, como ecos mecánicos de un motor que ya no enciende.
“Rust and Steel” narra el final de un amor con la precisión de alguien que ha revisado pieza por pieza las ruinas de lo que fue. Durand Jones & The Indications entregan aquí un soul triste, pero honesto, donde el verdadero daño no está solo en el metal, sino en ese “broken heart” (corazón roto) que ya no encuentra cómo volver a andar.
