“I’ve nothing much to offer
There’s nothing much to take
I’m an absolute beginner
But I’m absolutely sane…”
Absolute Beginners
Dicen que cuando alguien muere el día que nació o cerca de, cerró su ciclo en este plano terrenal. Ahora bien, la gente normal muere… David Bowie volvió a su planeta de origen. Hoy se cumplen 9 años de que David Robert Jones volvió a ser polvo de estrella.
No recuerdo exactamente la fecha en que me hice con mi primer disco del Duque Blanco, pero sí el momento: tenía unos 15 o 16 años, me había comprado un reproductor de CDs, así pude equiparme con el Ziggy Stardust, y recuerdo la emoción de tenerlo en mis manos y saberlo mío. Desde entonces David acompaña mi torcido recorrido.
Son varios años disfrutando de Bowie, de su música y del personaje, de verle cuando tocaba vestirse o travestirse de maniaco sideral y también ver su elegancia insuperable, un auténtico gentleman inglés cuando tocaba ser elegante.
Probablemente, la razón por la que he podido pasar tanto tiempo escuchando su música es porque había un Bowie que descubrir en cada una de las etapas de mi vida y casi en cada uno de mis momentos de ánimo. Hay canciones que te ponen eufórico, otras que te emocionan, algunas que suenan a nostalgia y muchas, realmente muchas, que son siempre un placer intelectual, complejo, como seguir un mapa que cada día te lleva a lugares diferentes y todo con el deleite que otorga el trabajo bien hecho.
Hay dos características que hacen de Bowie lo que es: la primera es la capacidad de conectar con nosotros en diferentes momentos de nuestra vida, de hablarnos con una cercanía que sólo puede nacer de la sinceridad, sobre todo de la gran sinceridad a la que puede aspirar un artista, que no es otra que hablar de sí mismo, la única forma de hablar del universo entero. Y la segunda es la capacidad absoluta para desarrollar un trabajo cuidado hasta el extremo, con un nivel de exigencia total e incansable, cambiando de fórmula cuando sentía que debía hacerlo, sin preocuparse de que el camino abandonado le estuviera dando éxito.
El Duque Blanco no solo es una leyenda a nivel musical, sino en muchas áreas del entretenimiento y el arte. Hablar de todas las referencias a Bowie sería imposible, son incontables las veces que su música, alguno de sus personajes o él mismo ha aparecido en series, películas, cómics, literatura o videojuegos. Sin embargo, intentaré resumir un poco la influencia del hombre estrella en la cultura pop.
Cine y televisión
Entre los papeles más icónicos de Bowie como actor está su primer rol como Thomas Jerome Newton en la película The Man Who Fell to Earth (1976), por el cual ganó un Saturn Award como mejor actor. También su papel como Jareth, el Goblin King en la película Labyrinth (1986), fue uno de los más famosos en su faceta de actor; interpretó a Poncio Pilato en La Última Tentación de Cristo (1988), en 1996 hizo el papel de Andy Warhol en Basquiat. Estas son solamente algunas menciones de su filmografía.
Pero su importancia en el cine no se limita a sus papeles como actor. Su música aparece en el soundtrack de Inglourious Basterds, Lost Highway, American Hustle, The Secret Life of Walter Mitty, Rush, Clueless, It’s Kind of a Funny Story, por mencionar sólo algunas. También ha estado presente en episodios de Mad Men, Los Simpson, The Big Bang Theory, The Office, Dexter, Supernatural y Fringe, en donde también dos personajes le deben sus nombres a Bowie, Thomas Jerome Newton (personaje de The Man Who Fell to Earth) y David Robert Jones (su nombre de nacimiento). Otras series han sido nombradas como canciones de Bowie, como la serie de la BBC Life on Mars o su spin-off Ashes to Ashes, en las que estas canciones juegan un papel importante.
Bowie prestó su voz para la película de Bob Esponja, Atlantis SquarePantis, en el papel del villano Lord Royal Highness.
Videojuegos
Los fanáticos de Guitar Hero recordarán 3 canciones de Bowie: “Ziggy Stardust” en el primer Guitar Hero (aunque esta es un cover), “Fame” en Guitar Hero 5 y “Under Pressure” (a dúo con Freddie Mercury), también en Guitar Hero 5.
“Fascination” también aparece como canción de repertorio de la ficticia emisora Liberty City Radio en Grand Theft Auto IV.
Una aparición muy recordada de una de las canciones más conocidas de David Bowie fue en Elite Beat Agents de Nintendo DS, en el que el equipo de agentes baila “Let’s Dance” (aunque es un cover interpretado por Delaney Wolff) .
Por último, “Space Oddity” es la canción que acompaña los créditos de final del juego de terror Alan Wake.
Cómics y literatura
Varias de las letras de las canciones de Bowie están basadas en libros, como “1984” y “Big Brother”, que están inspiradas en 1984 de George Orwell; “Oh! You Pretty Things” está basada en la novela Anthem de Ayn Rand.
Así como sus letras fueron inspiradas por la literatura, muchas veces la literatura se ha visto inspirada por su arte, tal es el caso de la novela Diamond Nebula de Jeremy Reed, que narra un futuro postapocalíptico con una sociedad basada en tres íconos del siglo 20: Bowie, Warhol y J.G. Ballard. En el libro Héroes, de Ray Loriga, Bowie es la inspiración del protagonista, algo así como un «ángel guardián». So Long, and Thanks for All the Fish, el cuarto libro de la saga Hitchhiker’s Guide to the Galaxy de Douglas Adams, también tiene frases y referencias a David Bowie. También, Grant Morrison ha dejado bastante claro la influencia del músico en su versión del Joker en los cómics de Batman RIP, llegando a referirse al villano como The Thin White Duke of Death.
El arte es capaz de salvar vidas, puede ayudar a alguien a sobrevivir, a aceptar su identidad, le puede dar luz y sentido a una persona. Un artista del nivel de David Bowie, capaz de tocar la vida de alguien de forma personal y capaz de influenciar a generaciones enteras a la vez, puede ser un héroe por un solo día y por toda la eternidad.