Tengo la fortuna de que mis padres estén vivos luego de la pandemia.

El Covid-19, como lo escribí en otro artículo, los puso al borde de la muerte a ambos. En aquellos días odié al virus, hoy lo aprecio: me permitió darme cuenta de que no eran eternos, de que podía perderlos en cualquier momento, de conocer su estado real de salud y que puedo estar con ellos más horas, días y años.

En estas líneas ha hablado mucho sobre cuánta música me mostró mi padre cuando era niño y que era específicamente de la década de los sesenta. Una canción que él me mostró fue “Sleepwalk” de Santo y Johnny Farina. La obra estaba contenida en un casete que mi padre simplemente no encontraba.

Llevaba semanas hablándome de Santo y Johnny, que debía de escucharlos, que si me gustaba la música de esa época no me debería de perder sus canciones. Mi papá, quien aún trabajaba de 9 a 3 de la tarde, dedicó sus tardes a encontrar ese casete. Lo encontró en medio de otros 10 que estaban en una caja negra, empolvada y rota.

Escuchamos el casete sentados en la mesa del comedor en una pequeña grabadora roja que me había comprado. “Sleepwalk” fue mi favorita, tiene una nostalgia y tristeza que no sé cómo describir, es una canción que identifico con mi padre y lo haré siempre.

Es curiosa su historia porque fue por el padre de los guitarristas que nació esta canción.

Después de servir en el ejército, Tony Farina, padre de dos aprendices de guitarra, insistió en que sus hijos profundizaran su aprendizaje sobre el instrumento. Les puso un maestro y les instaba a que escribieran sus propias piezas. Así comenzó la historia de Johnny, y su hermano Santo, originarios de Brooklyn, New York, con ascendencia italiana.

Al principio, los dos hermanos estaban interesados en interpretar algunas piezas, para amenizar fiestas familiares, y, conforme, pasa el tiempo, cumplieron con la petición de su padre y comenzaron a componer piezas propias. Tenían un tema llamado “Deep Sleep”, con estilo steel, originario de Hawai.

Canadian American Records se interesó en el trabajo de los hermanos Farina y “Deep Sleep” cambia a “Sleepwalk”. El tema instrumental ganó popularidad hasta convertirse en el número 1 durante las últimas dos semanas de septiembre de 1959.

Mi padre yo la seguimos escuchando a veces en las comidas. Mi madre solamente escucha, pero sé que le gustan esos sonidos.

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“Los papás no deberían morir nunca”, le dije a una amiga hace unos días.

Su respuesta me pasmó:

“¡Sufrirían por nuestra muerte! Mejor que ellos mueran primero ¡Tenemos que ser valientes por amor!”, expresó.

Y luego vino una confesión sobre su madre que partió hace unos años.

“Cuando ella murió, iba al closet de su habitación a oler su ropa, y eso me hacía estar cerca de ella, aún guardo un perfume de ella, solo para olerlo y es como si ella me abrazara y siempre lloro”, concluyó.

Su padre cumplió 91 años el día de ayer… 100 serán pocos para una vida.

 

 

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