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Es aterrador no tener el tiempo para una palabra más a los seres amados que se fueron. “Always on my Mind”, éxito de Elvis Presley ahora presentada por Dave Gahan and the Soulsavers, nos detalla sobre los laberintos de la permanencia: en una oración les pertenecemos. Siempre en nuestra mente.
“Runaway Train” de Soul Asylum es una de las pocas canciones que trasciende la música para convertirse en algo más profundo. Uno de los máximos dolores es la muerte de un ser querido… un luto que lo supera es cuando no hay un cuerpo en el que podamos manifestarlo. Nuestras almas perdidas.
“Philadelphia” es una película de Jonathan Demme que es un mensaje directo para quienes califican de forma negativa al sida. El filme impactó a Bruce Springsteen quien aceptó hacer una canción que no terminó… y así fue un éxito. “Streets of Philadelphia” expresa cómo dejamos de pertenecernos poco a poco.
Un galgo misterioso, una borrachera que les llevó a decirle que no al director de cine Danny Boyle y una película, Trainspotting, que reivindicaría “Born Slippy” del dueto Underworld. Elegimos participar o no en las farsas de opción múltiple que nos representa vivir.
La vida adulta se caracteriza por la carga de responsabilidades que se vuelve una espiral creciente y roba poco a poco espacios de libertad. El cantante Billy Corgan describió esa transición en “1979” con Smashing Pumpkins de sus disco “Mellon Collie and the Infinite Sadness” de 1995. El futuro jamás es lo que solía ser.
Días antes de que comenzara la grabación de su álbum debut, Scarlett Johansson se encontró sentada junto a David Bowie en una fiesta. Luego de una pregunta, él decidió prestar su voz para dos canciones del álbum debut de la actriz “Anywhere I Lay My Head”.
“Human Beings” de Seal atrae recuerdos agridulces: mi madre a punto de morir, el silencio de la música y una amistad entrañable que busca la perseverancia de la existencia. Ante la muerte estamos destinados a fracasar… pero como humanos somos instantes de inmortalidad.
“29 Palms” es un éxito de Robert Plant de su álbum “Fate of Nations” de 1993. Evoca una historia que, en palabras del exvocalista de Led Zeppelin, todo es cierto y falso a la vez. Esperamos esa invitación cargada del hechizo por el cual podríamos sobrevivir los desiertos de nuestras partes secretas.
El tedio de la vida cotidiana bien merece un capricho: el egoísmo de la libertad. “Bitter Sweet Symphony” de The Verve sintetiza la filosofía de su cantante Richard Ashcroft. Somos nuestro boleto hacía el mundo y un millón de posibilidades.
El futuro no sería igual si se cumpliera o no se cuestionara ¿Dónde estaríamos sin asirnos a él? La pregunta de posibilidades alternos la redimensiona “Where we would be” de Porcupine Tree que pertenece al sexto álbum de estudio de la banda de rock progresivo.