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Hay una sola canción que emociona a Frank Booth, vendedor de drogas, psicótico, abusador sexual, secuestrador y adicto a un gas desconocido; es “In Dreams” de Roy Orbison, que se volvió protagonista de “Blue Velvet”, la película de 1986 de David Lynch. Los sueños como extraños trucos mentales de amor y perversión.
A esa trilogía de melodías con Duran Duran, Simon Le Bon les llama sus “canciones fantasma” por estar dedicadas a la fragilidad de la pérdida de uno de sus mejores amigos. Una de ellas es “Ordinary World”, de una belleza única que no es casual: lo ordinario implica a veces lo más sobresaliente.
La idea original era realizar un homenaje a Frank Sinatra, la canción se llamaba precisamente “Sinatra” y había fragmentos de ella sin lograr un todo. Cuando el cineasta Wim Wenders le pidió a U2 una canción, se convirtió en “Stay (Faraway, So Close!)” que describe el sacrificio de los ángeles para ser humanos.
Basada en los disturbios de Los Ángeles de 1992, Leonard Cohen escribió “The Future”: con un ritmo pop y coros gospel, el canadiense ofrece su visión del apocalipsis disfrazado de elegancia elemental.
Dave Gahan se despertó esposado y con cargos de posesión de drogas. Fue ingresado a una clínica de desintoxicación. Cuando salió, Depeche Mode comenzo a trabajar en un nuevo álbum en los estudios Electric Lady: “Sister of Night” fue la primera canción en grabarse con Dave quien, por su debilidad, podía apenas cantar.
El 16 de junio de 1965, Bob Dylan se sentía frustrado: su carrera se alejaba del folk y se acercaba eléctricamente al sonido del rock, además la canción que tenía en mente simplemente no quedaba lista. Su nombre era “Like a Rolling Stone”. La verdad lanza sus juicios y a veces llega en forma de sarcasmo.
Cada segundo en una oportunidad perdida. “Let´s Go Out Tonigth” es una canción que forma parte de la música de la serie “Six Feet Under”, acerca de una familia que tiene una funeraria. La grabación original está incluida en el álbum “Hats” de The Blue Nile, para la serie el músico Craig Armstrong y Paul Buchanan, líder de la banda, la llevaron a un extremo minimalista: la súplica de lo imposible.
“Rocket Brothers” es quizá la canción más conocida del grupo de Dinamarca Kashmir que pertece a su cuarto álbum “Zitilites” de 2003. Todo nació de la separación de dos hermanos. A veces las familias se comienzan a volverse amables conocidos y hasta extraños en el tiempo.
“Deberías de ver el concierto de Knebworth, lo están pasando en el canal 5”, me sugirió saliendo de la escuela.
“La verdad es que no creo que me guste”, me anticipé en uno de mis mejores prejuicios.
Así llegó “Knebworth: The Album” y con él “Everybody Wants to Rule The World” de Tears for Fears que me llevaría a décadas de música nueva.
Inspirada en un intento de suicidio, “Jump” del álbum 1984 fue uno de los más grandes éxitos de la banda estadounidense de rock Van Halen. También significaría el crecimiento de las diferencias entre Eddie y David Lee Roth y la salida del vocalista. El fracaso se pavimenta con éxito también.