La canción ya había sido grabada para la banda sonora de “King Creole” de 1958… aunque tomó fuerza 10 años después, cuando Elvis Presley trataba de alejarse, irónicamente, del material que había grabado para películas de baja calidad y retomó su trono como “El Rey”.

La grabación original de “Trouble”, compuesta por Jerry Leiber y Mike Stoller, no podía haber sido un éxito mayor por su sonido cándido, inocente y hasta ridículo si se confronta con unas letras agresivas y hasta crípticas por su mención a la Miseria y a la Maldad. Era 1958 y “El Rey” tenía otras canciones que lo estaban llevando a la fama.

Sin embargo, luego de ser el artista más éxitos de la década de los 50, Elvis comenzó a cometer ciertos errores: quiso dar un ejemplo a la juventud y se alistó en el ejército de los Estados Unidos en ese año. Su ausencia se prolongó hasta 1960.

Con algunos éxitos ligeros, Presley comenzó a filmar películas. Grabó 33 en total, 15 se hicieron acompañar de bandas sonoras y cinco se comercializaron con sus respectivos soundtracks. La rapidez entre el estreno de una y otra comenzaron a afectar la carrera musical de “El Rey”.

El cantante notaba que la calidad de sus temas iba decayendo y eran tan malos que ni siquiera los quería interpretar. A pesar de que algunas canciones se volvieron clásicos, no estaba contento con su carrera.

Una cosa más: la Ola Inglesa, con The Beatles a la cabeza, había llegado y lo estaba superando. Elvis se había alejado de su rebeldía y los amantes de su música lo veían ridículo y ya era calificado como un artista de poco éxito. Solo sus fanes seguían siendo leales. Así llegó 1968 y con él un acuerdo con la NBC que aceptó financiar un programa en vivo del cantante y transmitir un especial navideño.

El programa sería llamado simplemente “Elvis” pero luego se conoció como “68 Comeback Special” y se prometió como el regreso de “El Rey”: una actuación en vivo, acompañado de una pequeña banda, ante una pequeña audiencia en lo que sería su primera presentación posterior a 1961. Quería su trono de nuevo en una época donde nadie creía en su realeza.

Y sucedió: la pantalla se pone en negros y aparece el rostro del cantante originario de Tupelo, Misisipi, que llena la pantalla, su rostro está bronceado, ojos entrecerrados y con un mechón de cabello cayendo sobre la frente; mira directamente a la cámara y suelta:

“If you’re lookin’ for trouble
You came to the right place
If you’re lookin’ for trouble
Just look right in my fase.

“(…) Because I’m evil
My middle name is misery, yeah, yeah
Well, I’m evil
So don’t you mess around with me”.

Abrió el especial con “Trouble” mezclada con “Guitar Man”: Elvis vestía un ajustado traje de cuero negro, tocó la guitarra, interpretó varias de sus canciones en un estilo desinhibido. La presencia del cantante no tenía nada que ver con un especial de Navidad, era rock and roll en su plena expresión, era un hombre regresando a sus orígenes y retando a no meterse con él.

Elvis reafirmó ser “El Rey”, desatado, indómito y con movimientos en su cuerpo olvidados y que todos esperaban de nuevo. El programa fue un éxito rotundo y “Trouble”, años después, sería interpretada por Ian Gillian, Suzi Quatro y hasta Danzig.

“Es la mejor cosa que jamás haya hecho en mi vida. Doy mi palabra de que nunca más cantaré una canción en la que no crea”, dijo el cantante al ver su actuación.

Había Elvis para rato… la miseria y la maldad llegarían después.

 

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