El nombre comercial más común de la fluoxetina es el Prozac, la marca del antidepresivo más reconocido en el mundo.
El antidepresivo está indicado para tratar, en adultos y niños, los trastornos depresivos, las crisis de angustia, el trastorno obsesivo- compulsivo, la bulimia nerviosa, el pánico, el alcoholismo, y ciertos problemas del sueño. Parte de sus contraindicaciones son que puede inducir episodios maniacos o hipomaniacos; entre otros.
Le llaman la “pastilla de la felicidad”, de pronto se convirtió en el recurso que todo lo curaba y en algunos momentos se recetó en exceso y se ocultó su lado oscuro. Ha sido destronado por la paroxetina pero su simbolismo es claro.
La felicidad a una pastilla de distancia… el futuro es artificial cuando la satisfacción es en presente.
Blur imaginó la felicidad en el siglo 21 a su estilo y en un aparente superlativo de esa felicidad artificial. Se llamaría “The Universal”, se podría encontrar en cualquier lugar, podríamos cantar cualquier canción sin importar si pronunciamos mal las palabras, dejaríamos ir los días que nos envía el futuro y cada amanecer sería un día de suerte.
“Realmente podría suceder”, canta Damon Albarn vocalista de la banda británica nacida en 1988 e integrada por Graham Coxon, Alex James y Dave Rowntree.
“The Universal” aparece en su álbum “The Great Escape”. Blur quería en ese momento establecer una banda sonora para su época e imaginaron un sucesor imaginario del Prozac.
El escritor John Harris aseguró en su libro “The Last Party” que la agrupación identificó la canción como una condición de negación tranquila de la era moderna, algo muy inglés. Es decir, reduce la sospecha de que algo está mal, el bienestar por sí mismo.
El futuro es la felicidad siempre y cuando sea artificial.
Blur hizo un homenaje a la ciencia ficción. La portada del sencillo es una alusión a la apertura de la película “2001: A Space Odyssey” y el video musical a “A Clockwork Orange” con la banda vestida con trajes similares al personaje de Alex y sus droogs.
Como una ironía, el guitarrista Graham Coxon se sentía cada vez más incómodo con el éxito del grupo y la dirección que estaba tomando la música, comenzaron a tener problemas entre los integrantes y cuando se filmó el video, él llegaba con retraso y se quedaba menos de una hora para la grabación. En algunas escenas no es él sino un doble.
Los fanes no estuvieron contentos con el hecho de que la canción fuera parte de la campaña publicitaria de British Gas en 2009. Consideraron que la canción había perdido su esencia y significado.
El siglo 21 está aquí y la fantasía de futuro termina cuando el tiempo repta hacia nosotros. El hombre sigue siendo un ser pequeño a comparación de su universo, la felicidad y la depresión siguen en su amasiato eterno y todo puede salir bien siempre… ¿o quizá peor que nunca?