En diciembre de 1965 el ambiente no era el mejor: las tropas terrestres de Estados Unidos estaban llegando a Vietnam y muchos hombres quemaron sus tarjetas de reclutamiento en protesta.
Al interior del país activistas de derechos civiles negros resistían chorros de agua de mangueras y perros policía. La “gran sociedad” del estadounidense Lyndon Johnson parecía un sarcasmo de mal gusto. Ese mes llegó una canción a los primeros lugares: “Turn! Turn! Turn!” de The Byrds.
La canción es original de Pete Seeger, un músico de folk estadounidense cuya obra fue en defensa de los derechos humanos, lo que le valió una persecución política por parte del Comité de Asuntos Antiamericanos en 1951, que lo condenó a doce meses de prisión y 17 de censura.
“Turn! Turn! Turn!” fue escrita a finales de la década de los 50 y una copia casi literal del capítulo 3 del Libro del Eclesiastés, cuya autoría se atribuye al Rey Salomón. El libro postula que hay la existencia de un tiempo y lugar para todo: la vida, la muerte, la guerra, la paz, el amor y el odio.
La canción fue creada como una proclama para la paz. Seeger solo puso una frase original: “hay tiempo para la paz, te juro que no es demasiado tarde”.
“No leo la Biblia con tanta frecuencia. La hojeo de vez en cuando y me sorprende la tontería en ocasiones y la sabiduría en otras. Lo llamo el mejor libro. del folclore jamás dado. No es que no haya mucha sabiduría en él. Puedes rastrear la historia de las personas poéticamente “, dijo el compositor sobre la canción.
“Turn! Turn! Turn!” se escribió en 15 minutos:
“Recibí una carta de mi editor y dice: ‘Pete, no puedo vender estas canciones de protesta que escribes’. Y yo estaba enojado. Me senté con una grabadora y dije: ‘No puedo escribir el tipo de canciones que quieres. Tienes que ir a alguien más. Esta es la única clase de canción que sé escribir.
“Saqué esta hoja de papel en mi bolsillo e improvisé una melodía en quince minutos. Y se lo envié. Y recibí una carta de él la semana siguiente que decía: ‘¡Maravilloso! Justo lo que estoy buscando. En dos meses se lo vendió a los Limelighters y luego a The Byrds. Por cierto, me gustó mucho el disco de The Byrds. Todas esas guitarras de acero que suenan como campanas”, relató Seeger.
A The Byrds les costó 78 intentos llegar al sonido con que la melodía alcanzaría los primeros lugares al ser un éxito. El sonido de guitarra único creado por el Rickenbacher de 12 cuerdas de Roger McGuin, que sería más famoso por su trabajo con The Band.
El 45% de las regalías generadas por la canción se donan al Israeli Committee Against House Demolitions, una organización opuesta a los asentamientos israelíes que tiene como objetivo luchar contra la demolición de viviendas palestinas en los territorios ocupados.
Y hoy la canción es increíblemente actual.
Se destaca por ser una de las pocas que tiene una gran secuencia de texto bíblico con música. Las letras se relacionan con las estaciones cambiantes de nuestras vidas, buenas y malas.
Todo cambio es inevitable y somos un ciclo permanente… todo absolutamente tiene un espacio y un tiempo que pocas veces alcanzamos a comprender. Todo a su debido tiempo con paciencia y es que nunca es demasiado tarde.