Luego de la mansedumbre de Alfredo del Mazo, la llegada de Delfina Gómez al Gobierno del Estado de México ofrece una segunda calca, la primera es Claudia Sheinbaum, de la forma de gobernar de Andrés Manuel López Obrador: un gabinete de desconocidos, frases trilladas, mismas promesas y trabajar para la elección de 2024 antes de gobernar.
Ante un gobernador dócil como lo fue Del Mazo, Delfina y su equipo tomaron, literalmente, el poder desde antes: dos semanas antes comenzaron a pedir las contraseñas de los sistemas administrativos y la morenista, sin rendir protesta, ya había usado Palacio de Gobierno para dar a conocer su gabinete.
¿El gabinete? Con algunas excepciones, la mayoría de los perfiles son políticos: Norberto Morales en la Secretaría del Trabajo presume solo ser diputado y dirigente del Partido del Trabajo, Juan Carlos González, en Bienestar, ofrece su experiencia de manejar los programas sociales que se han caracterizado por ser clientelares.
En Cultura y Turismo, Nelly Carrasco Godínez es licenciada en informática, ha sido delegada de Morena y miembro del Sindicato Mexicano de Electricistas. En la Contraloría, Hilda Salazar, apenas presume su consejería jurídica en el Ayuntamiento de Texcoco; en Medio Ambiente, Alhely Rubio, fue colaboradora legislativa del Partido Verde y nada más.
En Movilidad, con Daniel Sibaja, hay un ex síndico y exdiputado, en la Consejería Jurídica, con Jesús Zamora, hay un asesor del viejo Instituto Nacional Electoral. Un gabinete que no lucirá porque esa es la intención, de que solo brille una sola persona… que tampoco es la gobernadora.
Este gabinete fue “palomeado” por López Obrador desde Palacio Nacional. En su presentación es claro como Delfina Gómez está colgada de la ideología del tabasqueño: en el video utilizó las frases “cambio verdadero”, “primero los pobres”, “no robar, no mentir, no traicionar”.
La rendición de protesta se adelantó 24 horas en el Congreso Local y en su mensaje, la texcocana fue clara en que seguirá los pasos del tabasqueño: seguirá en el “humanismo mexicano”, el sistema de salud se irá a IMSS-Bienestar y promoverá la revocación de mandato, la consulta popular, la “democracia participativa” y la eliminación del fuero a servidores públicos.
El tono del 15 de septiembre lo llevó el Gobierno Federal: la inauguración de una obra inconclusa más, el Tren Suburbano México-Toluca, más halago por parte de López Obrador a Del Mazo, aunque este haya recibido abucheos en la inauguración del proyecto de movilidad que se espera esté terminado en 2024.
En el “Grito de Independencia”, Del Mazo, a quien por cierto el Partido Revolucionario Institucional ya lo quiere expulsar de sus filas, regresó al tono zalamero compartiendo el balcón de palacio con Delfina Gómez y permitiendo que ondeara la bandera. El amor con amor se paga.
El desfile del 16 de septiembre no se le permitió el ingreso a la prensa y este lunes, Delfina Gómez amaneció en la conferencia matutina de Palacio Nacional para, de nuevo, informar sobre los beneficios del Tren México-Toluca inacabado.
No será la última vez que veamos al Presidente de México en la entidad. Según el periodista Juan Gabriel González Cruz, habrá una embestida de giras de López Obrador.
“Otro aspecto que no hay que perder de vista es que este encuentro entre Delfina y López Obrador, que duró más de dos horas en Palacio Nacional, tuvo importantes dividendos para la gobernadora.
“Y es que se acordó que Andrés Manuel acompañará prácticamente todo el inicio de la administración de la maestra, pues se determinó que el presidente de la República realice entre tres y cuatro giras cada mes, o sea, 21 eventos en diversos puntos del Estado de México en menos de medio año. Lo que nunca ha hecho el mandatario nacional en otras entidades del país”, escribió.
Delfina Gómez está colgada de la banda presidencial por ideología y por obligada conveniencia. Antes que gobernar, el Estado de México es el paso obligado hacia la elección presidencial de 2024: de ser el último bastión priista, se convirtió en el primer morenista.
