Ella sufrió una caída mientras barría el patio de casa. En costumbres de otros instantes, solía decir que, antes de iniciar el día, era necesario peinarse y barrer. Retirar las hojas de los árboles del suelo, y una inoportuna laguna mental, llevaron a mi abuela a golpearse en la cabeza.

Ella, en menos de dos horas, estaba en  coma, en apenas una leve consciencia de lo que sucedía alrededor. Ese estado duró apenas un par de días y, cuando despertó, esperamos 365 más para ver cómo se iba reponiendo del golpe que le causó ese coágulo en la cabeza y que, milagrosamente, desapareció.

Ella recibió rehabilitación y, al final de ese año, sus capacidades fueron las mismas con excepción de un brazo que perdió la movilidad. Ese año, parte de los cuidados, fue poner su música favorita durante horas y horas en una grabadora vieja.

Ella, una vez que pudo sostenerse, comenzó a bailar sola. Me decía que recordaba cuánto le gustaba bailar, cómo compartía esa actividad con mi abuelo y que no le disgustaba la soledad de su cuerpo ante la música.

Ella bailaba sola, a veces la veía furtivamente y sentía que mi mirada lejana podía romper el momento por lo que me alejaba. Era inevitable que en mi cabeza sonara “They Dance Alone” de Sting.

En aquellos años, acaba de salir la recopilación “Fields Of Gold: The Best Of Sting 1984 – 1994” y la canción abría la colección de canciones. La canción se había apropiado de mi mente, derivado de que mi abuela bailaba sola, se pertenecían en el acto de bailar con el mundo invisible de sus ojos cerrados.

Ella murió seis años después, en 2001; dejó de bailar sola unas semanas antes de que se sentara y cerrara los ojos en una muerte tan tranquila como desconcertante para quienes estábamos a su lado.

Años después, la canción comenzó a tomar otro significado: fue lanzada por primera vez en el albúm de 1987 “…Nothing Like The Sun” y está dedicada al luto de las mujeres chilenas que habían perdido a un familiar en la dictadura de Augusto Pinochet de 1973 a 1990.

Ellas bailaban solas a ritmo de la “cueca sola”, una variación de la cueca, creada por la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Chile. La particularidad es que se baila solamente por una mujer sin pareja y portando el retrato de la persona que se quiere recordar.

Ellas bailan solas.

La canción original está escrita en inglés y tiene algunas palabras en español recitadas por el músico panameño Rubén Blades. Sting se hace acompañar en la interpretación original por los guitarristas Mark Knopfler y Eric Clapton.

“They Dance Alone” es música de protesta: ha sido interpretada por Peter Gabriel en el recital Nelson Mandela 70th Birthday Tribute y en Chile en las voces de Sting, Rubén Blades, Jackson Browne, Wynton Marsalis, Sinead O’Connor, Peter Gabriel, y New Kids on the Block.

“Ellas bailan con los desaparecidos, ellas bailan con los muertos, ellas bailan con amores invisibles, ellas bailan con silenciosa angustia, bailan con sus padres, bailan con sus hijos, bailan con sus esposos, ellas bailan solas””, dice la letra que menciona directamente al dictador Pinochet.

Ellas bailan solas. Cada existencia humana tiene sus héroes personales y, sin poder comparar sucesos, es complicado liberar el peso de las pérdidas, es la paranoia ante la crueldad de verse privado de alguien.

Ellas bailan solas… pero cada memoria impedirá que el tiempo sea desperdiciado. Ellas… nuestra música primera.

Ella, imagino,  ya  no baila sola.

 

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