En 2017 tuvo la mejor autodefinición de sí mismo, cuando le preguntaron, ya en ese año, si sus escándalos públicos podrían afectar la imagen de Andrés Manuel López Obrador en la contienda presidencial del 2018.
“La fama es mala, muy mala, mujeriego, parrandero, jugador, borracho, todos los vicios de Gabino Barrera y de Simón Blanco me los juntaron (…) Yo así soy, soy incorregible, soy impredecible, soy incalumniable, todo lo que digan de mí, es cierto”, dijo Félix Salgado Macedonio, dos veces diputado, dos veces senador, una vez alcalde de Acapulco, actual aspirante a la gubernatura de Guerrero y presunto violador.
“El Toro”, le apodan. Sus escándalos, en un principio, rayaron en lo ridículo.
El 2 de septiembre de 2000, el entonces diputado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se resistió a ser detenido por policías del entonces Distrito Federal. Visiblemente ebrio, Salgado Macedonio quiso golpear a un uniformado y acabó cayendo al suelo. “Me tenían secuestrado”, dijo posteriormente el servidor público federal.
Un año después, en 2001, estrenó la película “Guerrero” que actuó con Lina Santos. De ella, aseguró que “no era chafa, ya quisiera que hubiera muchos churros, pero de denuncia social”, dijo el diputado que llegaba en moto a la Cámara de Diputados.
También grabó dos discos: “Mar Sagrado” y “Al Corazón Le Vale”, esta última grabación, de 2012, incluía la “Cumbia del Peje”, donde cantaba “el que tiene más saliva llega a los pinoles”.
De violador le acusan y lo extravagante se convirtió en acusaciones de presunto delincuente.
Según las versiones de las víctimas, Salgado Macedonio abusó sexualmente de una mujer, por lo menos en dos ocasiones en 2016. La víctima denunció en diciembre de 2016 y ratificó su denuncia en 2017. Una nueva denuncia vendría en noviembre del 2020 por hechos ocurridos en 1998… la Fiscalía de Guerrero la desestimó pues, según sus argumentos, el delito prescribió.
Con estos antecedentes, en los laberintos de las leyes, y en su búsqueda de la Gubernatura de Guerrero, que ha divido incluso al partido Morena que lo arropa, Salgado Macedonio ha sido defendido.
Mario Delgado, presidente del partido, aseguró que ““Mientras que Félix Salgado mantenga sus derechos políticos él es nuestro candidato”. La defensa mayor, por el rango del puesto, es del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
“Hay que tenerle confianza al pueblo ¿no?, la gente es la que decide. Si se hacen encuestas y la gente dice: ‘Estoy de acuerdo con esta compañera, con este compañero’, yo pienso que se debe de respetar, porque la política es asunto de todos, no de las élites.
“El pueblo de Guerrero, como el pueblo de México, no es menor de edad, sabe muy bien una cosa y sabe la otra, sabe lo que conviene y sabe lo que no conviene. Eso hay que tomarlo en consideración”, expresó este miércoles el Presidente de México.
La defensa de un presunto delincuente, cuyo comportamiento es errático al extremo, trasciende partidos y muestra la ideología de quien lo defiende en palabras: si hay algo más importante que la ley, debe ser la política y el voto simplón. Las víctimas se mantienen aceradas pero el presunto delincuente, Félix Salgado Macedonio, puede aún no ser elegido. La justicia sabe esperar.