Imaginemos un hombre despertar por la mañana, sentarse al borde de su cama y saber que las siguientes 24 horas serán exactamente iguales a las anteriores 24. No hay emoción por vivir y, eventualmente, coquetea al pensar en su propia muerte.

No son ideas suicidas: simplemente se imagina que es mejor dejar un cadáver joven a marchitar lentamente en una vejez que detonará la decadencia paulatina de sus órganos. Los días se han vuelto así desde hace años y se ha acostumbrado a hacerlo.

A veces, no lo puede negar, hay pequeñas emociones que son efímeras: eventualmente una borrachera en la soledad de su habitación, salir con alguien a compartir alguna habitación para tener sexo en momentos que son bienvenidos, pero cada vez se tornan más aburridos.

Se levanta y, al observarse en el espejo, se da cuenta de que su rostro ha cambiado poco. Se dispone a no hacer nada… de nuevo.

La invariabilidad es un asesino lento, asegura “Monotonia” de The Growlers.

The Growlers es una banda estadounidense originaria del sur de California. Iniciaron su carrera en la ciudad de Dana Point, California, en 2006. Actualmente, tienen su base en Costa Mesa. La banda está compuesta por el cantante Brooks Nielsen y el tecladista/guitarrista Kyle Straka.

Han lanzado siete álbumes, varios EP y numerosos sencillos. El sonido de la banda ha sido descrito como “un estilo musical característico que de alguna manera combina surf, pop, rock y beat”, y ha sido etiquetado como “Beach Goth”.

“Monotonia” un ritmo bastante juguetón, aunque un trasfondo claustrofóbico.

La pieza musical se sumerge en las aguas del aburrimiento y la rutina, explora la lucha contra una existencia monótona e insatisfactoria. La letra se adentra en la idea de que la vida puede parecer estancada y carente de emoción, dificultando la búsqueda de significado y propósito.

Las primeras líneas, que expresan “Nunca nada sale bien cuando intentas decir algo claro”, sugieren una frustración ante la dificultad de expresarse de manera auténtica y efectiva.  Al mencionar el ocultarse de “las noches de paliza” y despreciar “el sueño de un drogadicto”, se revela la sensación de evasión de las duras realidades de la vida y la indiferencia hacia las luchas personales por parte de otros.

El estribillo, “Y la monotonía es un asesino lento”, resuena a lo largo de la canción como un mensaje central. Transmite la idea de que vivir una vida monótona y repetitiva puede socavar gradualmente el espíritu, generando una sensación de desesperación y vacío.

El hombre ve que apenas han transcurrido algunas horas del día. Se dispone a comer, se percata de que su libertad está esclavizada a su destrucción por el ciclo monótono. Ni siquiera alcanza a estar frustrado, ha perdido su esencia y anhelos.  Es su propio asesino lento.

 

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