Inauguramos el Rincón del Coleccionista en Speed of Life con un artículo realmente mítico que fue lanzado en 1989, reeditado en diversas ocasiones, en múltiples formatos; sin embargo, la edición limitada se consagró como uno de los objetos más especiales del catálogo de David Bowie, parte del hecho de que ostenta su firma. Se trata de Sound + Vision “bass and birchwood limited edition box set”.
La campaña de reediciones de Ryko no se limitó a los álbumes de estudio y discos en vivo, sino que también se extendió a recopilaciones. Entre ellas, la más destacada fue Sound + Vision. Esta recopilación presentaba selecciones del nuevo catálogo remasterizado desde David Bowie (1969) hasta Scary Monsters y ofrece algunos temas inéditos que fueron una gran revelación en ese entonces, como “It’s hard to be a saint in the city” y “After Today“. El material fue presentado en tres diferentes formatos: CD, vinilo transparente y cassette. Los tres formatos incluían el mismo libro de fotos de 72 páginas y un innovador CDV, o CD de video, el cual incluía ente otras cosas, el clip de “Ashes to Ashes”.
La cubierta de las cajas consistía en una serigrafía de una fotografía de Bowie tomada por Greg Gorman en 1984. La caja fue un éxito rotundo y recibió reconocimiento no solo por su contenido musical, sino por su diseño y presentación. La mente detrás de la campaña era Jeff Rougvie, quien ha mantenido vivo el legado de Rykodisc a través de sus anécdotas y su blog.
Jeff decidió que, dada la talla como artista de Bowie, la recopilación Sound + Vision merecía un formato adicional, una edición limitada “de museo” en sus propias palabras. La edición limitada consistió en el mismo contenido (en términos de música) tres CDs, el libro y el video CD, pero en vez de la convencional caja usada para los formatos estándar, el contenido en la edición limitada se encuentra guardado en una caja de madera de tilo y abedul, con un panel de cristal hermosamente decorado con la serigrafía de Bowie por Greg Gorman.
Un broche de metal abre y cierra la caja, mientras que cada disco tiene su panel individual dentro. Para completarla, un certificado de autenticidad firmado por el mismísimo Bowie, ello convierte la caja en el artículo de colección por excelencia.
El tiraje de la caja estuvo limitado a 350 copias a nivel mundial, con cada certificado numerado a mano. En términos de lanzamientos comerciales, esta caja se mantiene como el artículo de Bowie de menor tiraje hasta la fecha. Cuando el box set salió a la venta en 1989, la única forma de adquirirlo era solicitándolo por correo a Rykodisc, por la suma de 300 dólares (una ganga considerando lo mucho que la caja sería perseguida por coleccionistas) y se agotó de inmediato.
Jeff se involucró en todos los aspectos de la edición, desde contratar a la persona ideal para crear las cajas de madera, hasta la logística de enviar los certificados a Bowie para su firma. Como dato curioso, en el foro Illustrated Bowie Discography se suscitó hace unos años una discordia respecto a quien era el legítimo dueño de la caja número uno, ya que al parecer dos coleccionistas tenían el mismo número (sin embargo, los certificados eran distintos).
Esta fascinante discusión aún puede leerse aquí: http://www.illustrated-db-discography.nl/forum/viewtopic.php?f=12&t=1790&hilit=sound+vision+wooden
Se han lanzado una gran cantidad de cajas y ediciones limitadas dentro del catálogo de Bowie, pero la Sound + Vision de madera se mantiene como uno de los artículos más magníficos y bellamente ensamblados en la discografía.
Tuve la fortuna de conseguir la mía en 2013, mi caja es la 303 y de vez en cuando me gusta darle un vistazo, quizás solo para recordar que es real. Hoy en día es sumamente anhelada por coleccionistas. Ha sido descrita como “la joya en la corona de cualquier colección seria” por un conocido australiano, quien posee un acervo de Bowie impresionante.
La recopilación Sound + Vision ha sido reeditada a través de los años en ediciones más compactas, se ha modificado el empaque e inclusive se ha extendido a un cuarto disco que abarca hasta 1993. Si bien cada edición tiene su encanto, la caja de madera es en efecto, la joya.
