Del 15 al 19 de septiembre del 2009 me propuse escribir algo relacionado con esa hora que, a la fecha, me parece enigmática: la 1:30 de la madrugada; que, por lo general, nos encontraba charlando en mi automóvil a las puertas de su departamento.

Éramos la mejor versión de nosotros: cada palabra que decíamos nos representaba, cada sonrisa llevaba una promesa adjunta y cada silencio nos invitaba a que llegaría pronto la hora citada. Segundos antes de ese momento, había un beso prolongado o la sorpresa de que el tiempo nos había encontrado y que nosotros debíamos encontrarnos en él.

“¿Ya es 1:30?”, decíamos ella o yo, quien se diera cuenta primero.

Lo que seguía era prolongar nuestras existencias breves en segundos de eternidad hasta las 5 de la mañana. Cada segundo era una promesa de gloria que nuestros cuerpos cumplían.

Parte de lo que escribí ese septiembre es lo siguiente (el texto completo llena dos cuartillas), y que espero forme parte de un nuevo libro de verso libre:

1: 30 AM

“(…) Realmente, nunca tuvimos una oportunidad en nuestras promesas de la 1:30 AM.

Fuimos un sacrificio sin pelea y víctimas de las circunstancias que nos asesinan.

Ahora Ella se ha vuelto peligrosa luego de explotar en esta tragedia.

“(…) Seguiré deseando mi pasado e imaginando lo imposible.

La música también está contenida en el silencio”.

Amargo. “Sour Girl”.

Scott Weiland escribió la letra sobre su primera esposa, Janina Castañeda. Se casaron en 1994, justo cuando Stone Temple Pilots se estaba convirtiendo en una de las bandas más importantes de Estados Unidos.

Weiland admitió que la hizo pasar un infierno con su comportamiento caprichoso derivado de sus adicciones. Cuando escribió la canción, la pareja se encontraba en medio de un divorcio, que finalizó en 2000.

En esta canción, canta sobre cómo pronto estará libre de él: “una niña feliz, el día que me dejó”. En sus memorias, Weiland escribió: “Finalmente, se había librado de su vida de un hombre que nunca había sido fiel”.

En la línea, “Pago la nota de rescate para evitar que se escape”, la nota de rescate es el acuerdo de divorcio de Weiland, que, según él: “tomó una eternidad y me costó una fortuna”.

El video de la canción es increíble: Sarah Michelle Gellar, que era una gran fanática de la banda, interpretó a la protagonista femenina.  El clip muestra gente pequeña con disfraces que se parecen a los Teletubbies. La banda afirmó que esto era una coincidencia y que las criaturas están basadas en un sueño que tuvo Weiland.

El álbum fue lanzado en un momento extraño, Scott Weiland había lanzado un álbum en solitario el año anterior, estaba sumido en la adicción y fue sentenciado a prisión por violar su libertad condicional por posesión de heroína el año anterior.

“Sour Girl” se apartó del estilo grunge por el que era conocida la banda y se considera la canción más personal de Weiland.

“Sour Girl”. Amargo.

¿Y ella?

La última vez que la vi estuvimos juntos y desnudos de nuevo. ¿Quién no daría su vida y alma por satisfacer cada espasmo de lujuria? Nos sabemos capaces de crear nuevos pecados envueltos en terremotos con una única caricia, incluso una mirada o una llamada que nadie sabe si llegará.

No teníamos idea que en las horas siguientes habría una nueva despedida sin que esta se declarara. ¿Qué sería de nosotros si nos hubiéramos conocido? Quizá estaríamos, como estaremos, juntos al cambiar. ¿Ya es 1:30?

 

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