La primera versión de “Strangers When We Meet” quedó relegada al olvido en un álbum infravalorado que pasó sin pena ni gloria por dos malas decisiones: etiquetar el disco como una banda sonora y, además, presentarlo con una portada que mostraba a los personajes de la serie en vez de al propio Bowie. Ambos errores fueron revertidos en 1995 cuando el álbum se re-edito con una fotografía sepia de Frank W Ockenfels 3, pero el disco permaneció en relativa oscuridad.
La versión original de “Strangers…” tiene bastante sentido en el contexto de The Buddha of Suburbia. Es innovadora, fresca, inescrutable. Compuesta y escrita con los mismos principios y estrategias que el resto de los temas, realmente está en su hogar. El remake de Outside se apega a la estructura de la original, con otra producción y nuevos músicos claro. La cuestión con “Strangers When We Meet” versión dos, es que es una maravillosa canción al igual que la original, pero resulta un poco extraña en Outside. Como una canción al final de los créditos de una película o un bonus track que logró colarse de manera permanente a la configuración de un álbum.
Bowie estaba dispuesto a respaldar la nueva versión al máximo. Fue lanzada como sencillo en diferentes formatos, fue interpretada en vivo en distintos programas de televisión y además fue una canción recurrente durante toda la gira de Outside y algunas veces durante la de Earthling. El cantante estaba determinado a que la canción recibiera el reconocimiento al que nunca pudo aspirar en su álbum original. Lo cual indica que sentía cariño por el tema en particular.
Con motivo del lanzamiento de la caja Brilliant Adventure el vídeo de “Strangers When We Meet” fue mejorado a calidad HD y puede verse aquí:
El vídeo, dirigido por Samuel Bayer, es una especie de continuación de “The Hearts Filthy Lesson”, pero mucho menos lúgubre e inquietante. Los tonos del vídeo son más cálidos e invitan al espectador a adentrarse en su historia con confianza. Bowie se encuentra situado de nuevo en lo que parece un estudio en mal estado, con un escenario del que viene y va mientras interpreta la canción. La narrativa central del vídeo es cómo intenta cortejar y ganar (¿o recuperar?) la validación de una mujer que asemeja una muñeca de trapo a gran escala. Es un vídeo dulce y melancólico, que crea gran contraste con la oscuridad de “The Hearts Filthy Lesson”.
Musicalmente, “Strangers…” parece un collage de distintas influencias y referencias. La línea de bajo recuerda a “Join The Gang” de su álbum debut de 1967, que a su vez es un homenaje a “Gimme Some Lovin” de Spencer Davis. El título de la canción parece sacado de la novela de Ed Mcbain “Un extraño en mi vida” de 1958. En las versiones de estudio hay tantas capas y detalles que es fácil perderse en los instrumentos, pero en las versiones en vivo de 1995 Carlos Alomar tocaba una bellísima melodía en el coro, que le daba un toque notablemente melancólico a la canción. Este arreglo se perdió cuando Carlos dejo la banda y la gira continúo en 1996.
La letra es uno de los temas de discusión más interesantes, puesto que puede abordarse desde (por lo menos) cuatro perspectivas. Podría ser que ninguna sea válida, podría ser que todas sean ciertas al mismo tiempo o quizás solo una es correcta. Vale la pena mencionar cada una:
- La canción carece de significado real y que Bowie la escribió usando la cut-up technique. El artista volvió a emplear esta estrategia para la composición de las canciones de The Buddha of Suburbia. En algunos temas parece que consiguió accidentes felices que produjeron algo semblante a una narrativa, pero en otros casos parece que para Bowie era más importante utilizar las palabras como sonidos y las frases como recursos para complementar melodías. “Strangers…” tiene una narrativa definida, pero también tiene frases que parecen ser el resultado de recortes: “Humming Rheingold” y “That whirling room. We trade by vendu.”
- La canción tiene elementos autobiográficos y hace referencia a su ex esposa, Angela Bowie. Esta teoría es la predilecta de algunas personas por el contexto del año. En 1992 Angela lanzó su libro “Backstage Passes”. Para ese entonces había expirado el acuerdo sobre el cual debía mantener discreción respecto a sus experiencias con Bowie, así que el libro está lleno de anécdotas y chismes que probablemente no hicieron nada por complacer al británico. La frase “Slinky secrets hotter than the sun” encaja con este punto de vista. Desde esa perspectiva, Bowie podría estar cantando sobre lo mucho que se alegra de que son extraños el uno para el otro y pertenece a un capitulo pasado de su vida el cual cerró por siempre.
- La canción es sobre un ser querido padeciendo una condición terminal. La frase “All our friends now seem so thin and frail” podría ser que sus amistades padecen de la misma condición. El narrador se encuentra con su co-protagonista en la habitación de un hospital, o quizás en la propia habitación que comparten en su hogar. “I’m with you – so I can’t go on” el narrador no piensa abandonar a su contraparte, por lo tanto no puede continuar con su vida aún, debe seguir acompañando hasta el momento final. “Blank screen TV” parece que el entorno se ha vuelto inconsecuente para el narrador. La televisión no muestra ningún programa pero no le da la suficiente importancia para sintonizar algo o arreglarla. “Forget my name” es una de las frases más tristes de la canción si nos apegamos a esta teoría, pues la contraparte del narrador parece estar padeciendo ya de su memoria. Ha olvidado como se llama la persona que vigila cerca de la cama. En este caso “Strangers When We Meet” sería bastante trágica.
- La canción es sobre una pareja que tiene una segunda oportunidad de enamorarse. Esta es mi interpretación favorita de la canción y es a la que más me apego. Siento que el mensaje que Bowie quería transmitir es precisamente este, con algunas frases obtenidas de la teoría número uno, pero adaptadas para apoyar la narrativa de la historia. “All my violence raging tears against the sheets”: el narrador relata como llora sobre las sabanas de la cama. Podrían ser lágrimas resultado de su frustración por el estado de la relación. La violencia a la que hace referencia podría ser de cualquier tipo. Emocional, verbal, física…el resultado es el mismo. La interacción en esta pareja se ha desgastado y está en un círculo vicioso. “I’m resentful, for we’re strangers when we meet”, el distanciamiento y la frialdad al principio parecen generar emociones negativas en el narrador. Siente resentimiento, pues no puede creer que después de todo lo que han vivido, sean extraños en sus interacciones. Ya no se reconocen el uno al otro. Se relega al olvido quienes alguna vez fueron juntos.
“Cold tired fingers tapping out your memories”, parece que hay vestigios en sus recuerdos de lo que alguna vez compartieron, son quizás esos recuerdos lo que los mantiene unidos en una situación disfuncional. “Halfway sadness, dazzled by the new”, la tristeza se vuelve parte de su rutina. Ya ni siquiera es vivida con intensidad, es más bien algo parcial. Si, está ahí, pero ni siquiera se esfuerzan por sentirla a plenitud. En ocasiones parece ser desplazada por la llegada de algo nuevo. ¿Un cambio en la rutina? ¿Nuevas personas?
“Your embrace, it was all that I feared”, una de las líneas más tristes de la canción. El narrador teme ser abrazado por su contraparte en la historia. ¿Podría ser que le atemoriza sentir la calidez que alguna vez compartieron ya que entonces tendría que dejar de lado su orgullo? O tal vez su temor yace en que la simple idea del contacto físico con esa persona es algo ya inconcebible.
Entonces la canción llega a su clímax. Las frases que la llevan a su conclusión abren la posibilidad de una resolución.
“Steely resolve is falling from me”, no más tibieza o sentimientos a medias. Ahora el narrador se ha llenado de determinación.
“My poor soul, all bruised pasivity”, un juego de palabras haciendo alusión a la pasivo agresividad. Podría ser que esto revele una pista sobre la violencia a la que hacía referencia el narrador en los coros.
“All your regrets ran rough-shod over me”, el narrador hace una observación devastadora. Todos los arrepentimientos de su co-protagonista lo han devastado. Quizás han sido externados o él mismo los ha deducido. De cualquier manera, la frase indica que en la relación se alberga una enorme sensación de resentimiento.
Entonces algo cambia en la perspectiva de nuestro narrador. Por alguna razón, cambia su noción de enojo y conformidad a alegría. A la par de la repetición del refrán “Strangers When We Meet”, las frases que acompañan cada línea son:
“I’m so glad.”
“I’m so thankful.”
“I’m in clover.”
Feliez, agradecido y de suerte. Ahora recibe con brazos abiertos la idea de que sean extraños. Ya no parece afectarle el hecho de que todo lo que han vivido quedo para bien o para mal, en el olvido. Bowie remata con “Heel head over, but we’re strangers when we meet” es un juego de palabras de la expresión “head over heels” que se usa para indicar que la persona se ha enamorado perdidamente de alguien, al grado de dejar de lado la objetividad.
Aquí una maravillosa interpretación en vivo de la canción en el priograma de televisión “Taratata” en Francia. Bowie se encuentra acompañado por la primera alineación de su banda para promocionar Outside en 1995, que incluía al legendario Carlos Alomar:
Es una manera brillante de concluir la canción. Deja sobre la mente del oyente al menos dos posibilidades. ¿Podría ser que el narrador y su contraparte han dejado atrás su turbulento pasado y han decidido comenzar de nuevo? Van a conocerse de nuevo, van a volver a enamorarse, tabula rasa. Seria irónico que la canción que recibió una segunda oportunidad en otro disco, a su vez se tratase de dar una segunda oportunidad en la vida.
O bien, podría tratarse de que el alivio que el narrador siente es porque su determinación de salir del estado en el que se encontraba, lo llevó a terminar la relación. Al observar con distancia y objetividad lo que estaba ocurriendo, se siente aliviado de que el capítulo se ha cerrado al fin y ahora son completamente ajenos a sus respectivas vidas. “Heel head over but we’re strangers when we meet” podría interpretarse como alguna vez nos amamos con locura, pero “ahora somos extraños cuando nos encontramos.”
Si el narrador se topa con su antiguo amor por la calle, no se detendrán a tener una profunda charla o a intercambiar actualizaciones sobre sus vidas. El narrador se limitara a sonreír brevemente mientras sigue caminando, o quizás mirara hacia otro lado evitando el contacto visual. Como haría cualquier persona con un extraño.
Y esa idea, lo llena de una profunda alegría.