Esta composición nació a partir de una idea del guitarrista Reeves Gabrels, la cual David Bowie expandió con los músicos del álbum Outside y con Brian Eno a cargo de la producción hasta llegar al resultado final: la canción número 11 del disco.
“The Voyeur of Utter Destruction (As Beauty)” habita en una especie de limbo: no estaría fuera de lugar en el proyecto original Leon, pues es lo suficientemente experimental para habitar dicho álbum; también tiene suficiente estructura para estar en Outisde (el resultado del depuramiento de Leon, en búsqueda de un álbum más accesible, a petición de la compañía discográfica). Pero. a la vez, no es una canción con una estructura en lo más mínimo amigable para la radio. “Voyeur…” no tiene un coro, no tiene un refrán diseñado para invadir las listas de popularidad. Nos encontramos con una canción que no hace ninguna concesión.

Foto: Barry Marsden, 1995

Grabada en The Hit Factory de Nueva York en 1995, la introducción de “Voyeur…” se asemeja un poco a un tema de King Crimson en la era Discipline. Esta compleja línea de guitarra le quedaba a la medida a Carlos Alomar durante la primera porción de la gira Outside, mientras que Reeves Gabrels siempre tuvo pase libre para enloquecer con el solo de la coda. En un principio la canción está llena de una tensión palpable pero contenida.

Foto: Barry Marsden, 1995

La letra de Bowie vaticina algo siniestro en el horizonte. La guitarra creando una sensación inquietante pero sin ser burda. Es el tipo de canción en la que el escucha puede percibir que algo lúgubre yace bajo la superficie. La canción finalmente estalla cuando la batería se vuelve más potente, llenando por completo el espacio sonoro. Los bombos de la batería son tocados de manera contundente, generando un efecto equiparable con un ritmo tribal. Cabe destacar que Bowie ya había tenido su primera exhibición de arte un par de años titulada New Afro-Pagan, así como el rumor de que, de convertirse en una trilogía, la tercera entrega de Outside se titularía Afrikaan tentativamente. No es descabellado pensar entonces, que “The Voyeur of Utter Destruction (As Beauty)” estuviese influenciada por un poco de World Music.
La batería galopa a la par de una secuencia de ritmos programados con un sintetizador, creando un efecto bastante contemporáneo. Tan pronto el escucha se ha acostumbrado a la dinámica de la canción, esta tiene un cambio abrupto en su patrón a partir del minuto dos con cincuenta segundos. Es en este punto donde la canción entra en su segunda fase, la cual se destaca por los virtuosos solos de guitarra que Reeves Gabrels tocaría durante las versiones en vivo. Esta secuencia encuentra a Bowie repitiendo la misma letra incesantemente, hasta que la música ahoga su voz y llena el espacio sonoro. Una estrategia que el artista ya había utilizado con éxito anteriormente en diversas canciones (“Ashes to Ashes” viene a la mente, por ejemplo).

Foto: Barry Marsden, 1995

Cabe destacar que Mike Garson es uno de los músicos estrella de esta canción, aportando su exquisito piano durante toda la composición. Mike fue alentado por Bowie durante las grabaciones para improvisar, dejarse llevar y dejar intactos los errores en las cintas. Este estilo de trabajo es particularmente evidente en “Voyeur…”, la cual tiene pasajes de Mike Garson tan intrínsecos como melódicos, colocados a lo largo de cada refrán.

Foto: Barry Marsden, 1995

La letra de la canción está narrada/cantada desde la perspectiva de uno de los personajes más misteriosos del repertorio de Outside: El Minotauro. El principal sospechoso del asesinato de Baby Grace, El Minotauro, es de particular interés para Nathan Adler. Conocido por su inclinación al Art Crime (el uso de partes de cuerpos y órganos para montar piezas de arte). El Minotauro suena tan cruel como uno imaginaria basado en la letra que Bowie escribió para él:
“I shake
And stare at the watery moon
With the same desire
As the sober Philistine”
Un filisteo se define como “persona de espiritu vulgar, quién es incapaz de  apreciar el arte y la literatura.” Parece que esta es la postura del Minotauro ante los detractores de su arte, incluyendo al detective Nathan Adler.
“The screw
Is a tightening atrocity”
El Minotauro describe uno de sus métodos de tortura para sus víctimas. Lo describe como una atrocidad ¿Por experiencia propia al ser el recipiente de dicha técnica en ocasiones anteriores? El Minotauro es un sádico…pero parece también estar familiarizado con el dolor en su propio cuerpo. ¿Cómo podría un tornillo ser un objeto atroz de tortura? Eso depende de la imaginación del escucha, pero si quisiéramos una referencia, basta mirar a los artistas marginales que Bowie utilizó como referencias e inspiración para la creación del universo de Outside. Artistas que perforaban sus cuerpos con agujas, clavos y todo tipo de objetos.
“I shake
For the reeking flesh
Is as romantic as hell”
El hedor de la carne en descomposición es estimulante para El Minotauro. Dónde otros sentirían repulsión, él se siente atraído. Literalmente, se estremece de emoción ante el prospecto de contemplar semejante escena. Esta letra está brillantemente ilustrada en el libreto de Outside, con la fotografía de un cuerpo sepultado bajo órganos y carne descompuesta. En el especial de Outside de la revista DEK, los colaboradores de la creación de los personajes de Outside en Corsham Street recordaron lo difícil que fue montar esa parte de la sesión, ya que el olor de la carne era abrumador y nauseabundo. Bowie solicitó una cabeza de toro real para las fotos de El Minotauro. A pesar de la discreción de las sesiones, de alguna manera ese detalle se filtró y tenían a un grupo de activistas contra el maltrato animal protestando afuera del estudio.

Foto: John Scarisbrick/Davide de Angelis

“The need
To have seen it all
The Voyeur of Utter Destruction
As beauty”
La belleza y el arte son dos cosas subjetivas. Donde un espectador pudiese ver algo aberrante, El Minotauro encuentra belleza. El deseo de “verlo todo” lo lleva a cometer sus crímenes, una necesidad insaciable de llenar su mente de imágenes sórdidas.

Foto: Barry Marsden, 1995

Esta actitud me recuerda a uno de los rincones más controversiales y oscuros del arte marginal: Aquel arte que es creado por criminales y asesinos. Issei Sagawa (1949-2022) cometió actos de canibalismo en una de sus compañeras universitarias en París. Fue procesado y condenado por el crimen, pero fue extraditado de regreso a Japón y fue ahí donde a través de dinero, influencias y lagunas en la ley, quedó en libertad. Renació brevemente como una especie de celebridad menor y generó ganancias de su crimen al publicar una serie de mangas (escritos e ilustrados por él) en los que narraba a detalle cada aspecto de su crimen. Desde el origen de su obsesión por su víctima, hasta la manera en que mutiló y consumió su cuerpo, paso por paso.
Hoy en día dichos mangas son considerados objetos de colección y son muy caros (además de difíciles de encontrar) pero es aquí donde entra en juego la perspectiva.  Es indiscutible que el objeto por sí mismo, es arte. La cuestión es si es inaudito que exista y si debería de ser consumido o no. Mientras muchos se negarían rotundamente a pasar las páginas de una publicación así, otros sienten la necesidad de verlo todo.
“Research has pierced
All extremes of my sex”
La tortura genital la cual varios artistas marginales habían retratado ya en sus fotografías, pinturas, videos e instalaciones. El accionista vienés Rudolf Schwarzkogler (quién fue una enorme influencia en Bowie para el álbum Outside) había creado imágenes en las que simulaba una castración, como parte de su serie “Aktion”.
“Needle point life
Blinds the will to be next
Call it a day”
Esta parte de la letra siempre me ha parecido uno de los “accidentes felices” de Bowie en cuanto a su método “cut-up” para escribir letras. Este refrán no se lee como algo que haya sido escrito de manera consiente con la intención de transmitir un mensaje, sino más bien como el resultado de haberle proporcionado al programa de computadora un puñado de palabras y pidiéndole que generara una frase. Bowie repetiría este mismo método en múltiples ocasiones para Outside, desde que lo retomó durante las sesiones de grabación del álbum The Buddha of Suburbia (y es muy probable que desde Tin Machine II).

Foto: Barry Marsden, 1995

Uno de los afiches que Bowie diseñó durante la gira Outside muestra una manipulación digital en la que se aprecia a Bowie en su personaje de Ramona A Stone, con la bomba atómica de fondo. Quizás solo una coincidencia ¿o una referencia intencional al título de esta canción? Después de todo, dicha arma produjo destrucción masiva.
Bowie adoraba esta canción y la interpreto en vivo durante toda la gira del álbum Outside, así como la gira de Earthling. La canción mantuvo la misma estructura durante sus versiones en vivo comparada con la toma de estudio, pero la superó con creces. Tan solo es necesario darle un vistazo a la versión en vivo del programa de televisión “The White Room” en la que Zachary Alford castiga a la batería con sus contundentes golpes. Mike Garson improvisa en vivo y abarca cada tecla de su instrumento de manera frenética y genial, como solo un músico profesional pero sumamente creativo podría. Peter Schwartz se asegura de que la canción mantenga su curso y las secuencias electrónicas se activen en el momento indicado. Gail Ann Dorsey mantiene los cimientos de la pieza con su bajo y Reeves Gabrels entrega un solo demencial, del tipo que le llevaría semanas a un guitarrista aprender ¿Y Bowie? Bueno, en el minuto cuatro con siete segundos podemos verlo sonreír, de oreja a oreja, fascinado por la forma en que sus músicos están interpretando su canción.

 

“The Voyeur of Utter Destruction (As Beauty)” podrá ser ciertamente un reto comparada con las canciones más accesibles del catálogo de Bowie en cuanto a música y lírica, pero sin ella el álbum Outside no sería el mismo. Si bien, jamás volvió a ser interpretada en vivo después de 1997, es muy probable que musicalmente, fuera algo de lo que Bowie se sentía profundamente orgulloso.

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