La primera vez que me fui de “pinta” no me fue nada bien.
Esa anécdota es propia de otra historia, pues la música que nos acompañó la tengo aún grabada en un casete. ¡No! Hablaremos de mis siguientes “pintas” en la preparatoria cuando nuestra técnica era muy refinada y, por supuesto, colectiva.
El protocolo comenzaba desde una semana antes: se elegía un lugar a no más de una hora de nuestra escuela, se contabilizaban los compañeros que contaban ya con un automóvil, se repartían los amigos en ellos y la cita era a las 7 de la mañana en la puerta de la escuela.
Era obvio lo que pasaba, pues no faltaba la orientadora o profesor que llegara, su mirada era de complicidad y eso lo connotaba su sonrisa; quizá se morían de ganar por hacer algo así, pero la edad adulta no permite ciertas cosas… o sea sí, pero no tan descaradas.
Eran unos 15 autos y unos 60 alumnos de todos los semestres que se unían a la “pinta”. La anécdota de estas líneas es para una vez que fuimos al Nevado de Toluca; demasiado lejos ir a las lagunas, un compañero sabía de un lugar a las faldas, donde había un río con agua muy fría, con la temperatura excelente para mantener la cerveza ideal.
El lugar era impresionante: el riachuelo serpenteaba por unas colinas bajas, había un pequeño llano para estacionar los autos, muchos espacios para que los compañeros se juntaran en sus grupos y… comenzar a beber cerveza, al grado de que a las pocas horas muchos estamos dormidos. Eran otros tiempos, poca delincuencia en la zona.
Hasta que llegó “Two Princes” de Spin Doctors a las 5 de la tarde aproximadamente. Un compañero, dueño de un volkswagen sedan azul, decidió que era la mejor canción para despertar a todos y lo logro. La mala noticia: la repitió por lo menos unas 11 veces hasta que alguien se acercó, sacó el casete de su estéreo y le dijo que nuestro futuro profesional estaba en peligro si seguía.
Spin Doctors es un grupo de Nueva York liderado por Chris Barron, quien lucía un aspecto muy desaliñado en ese momento… el hard rock, el glam aún se mantenía como la imagen favorita. Los neoyorkinos tenían ya un primer sencillo, “Little Miss Can’t Be Wrong”, que no había tenido mucho éxito.
Fue hasta “Two Princes”, compuestas por toda la banda: Baron, Aaron Comess, Eric Schenkman y Mark White; cuando fueron conocidos internacionalmente.
¿Y de qué trata la canción?
Chris Barron toma la voz de un príncipe pobre que intenta convencer a una chica de que debería casarse con él en lugar de con su homólogo rico. El vocalista es fanático de la literatura y explicó que todo se basó en “El Señor de los Anillos”.
“Me encantaba ‘El Señor de los Anillos’, ‘El Hobbit’, Sir Gawain y el Caballero Verde. Me gustaba mucho la ficción fantástica y cosas así. Escribí esa canción cuando tenía 19 años. Todavía salgo de la infancia.
“Cuando era niño amaba a los magos, los reyes, las reinas, las princesas y las princesas y cosas así. Y amaba a Shakespeare; ya estaba muy interesado en Shakespeare. Así que gravité hacia ese tipo de imágenes sólo porque me gustaban libros y poemas de esa época”, explicó.
Los tiempos eran inocentes: la frase “Just go ahead now” de la canción nació del hermano mayor del bajista Dave Wilder, y amigo de la banda, Mickett empujaba al vocalista a intentar una relación con una mujer; la frase era esa.
Explorar la inocencia de las relaciones y recordar fechorías de otra etapa de la vida nos sumerge en un viaje nostálgico, que solo nos muestra que la luminosidad de aquellos momentos se ve matizada por la sombra que arrojan las complejidades de la adultez.
“¡Just go ahead now!”.