Una mexicana en las fronteras del tiempo y el fuego

“Eres valiente, pero necesitas entrenamiento”, fue la frase que comenzó una nueva etapa en la vida de Marisol Gama Hernández.

La frase fue dicha por un integrante de “Los Diablos”,un grupo de combatientes que trabajan en los límites de México y Estados Unidos, quien vió a Marisol, oriunda de Uruapan, Michoacán, acercarse a un incendio forestal para sacar una fotografía sin tener miedo de que el fuego podía extenderse y poner en riesgo su vida.

Arqueóloga de profesión, Marisol estaba cerca de ese incendio en los límites de Texas y Coahuila, en la Reserva de Maderas del Carmen y Big Bend National Park, como parte de una investigación histórica en la zona.

“Vi el incendio, vi a los combatientes y los seguí porque quería sacar una buena fotografía. A los 20 minutos, ellos se dieron cuenta de que estaba ahí y fueron por mí. El jefe del equipo me preguntó si no tenía miedo, le dije que no. Entendí que la ignorancia puede poner en riesgo tu vida.

“(…) Me dijo que era valiente, pero necesitaba entrenamiento; de ahí comencé a tomar los primeros cursos en Nuevo México. Fueron dos años de preparación y en 2016 se necesitaba una nueva generación de ‘Los Diablos’, fui la primer mujer de la brigada”, relató vía telefónica desde Tucson, Arizona, donde ella vive.

Reconoce que “Los Diablos”, esa brigada de mexicanos en Estados Unidos que combaten incendios forestales, fueron parte fundamental de su formación. Es su familia laboral.

Así fue como la mujer de 38 años comenzó a enfrentar los incendios con un agregado: unió su profesión como arqueóloga al trabajo de combatiente. Su puesto actual es Resources Adviser, ella determina la protección del patrimonio cultural y natural a partir del riesgo por el fuego y los incendios.

“Además de hacer planes de protección para las áreas, en los incendios nos llaman para hacer sugerencias en el manejo del fuego y salvaguardar los sitios, hacemos trabajos después del siniestro para la restauración”, detalló.

Gama Hernández tiene un sueño: replicar ese puesto en México, pues actualmente no existe una profesión en donde se una la arqueología y el manejo del fuego.

Aunque su preparación la capacita para trabajar en cualquier brigada en Estados Unidos, no siempre fue fácil: en sus primeros incendios le costó entender las instrucciones en inglés y de pronto se quedó sola en campo. Su reto fue aprender y ayudar a los demás “Diablos”.

Marisol ha trabajado en incendios que no conocen la frontera en Estados Unidos y México. El pasado 26 de mayo combatieron uno que ella califica como de los más difíciles, pues se pasaba de un lado al otro del Río Bravo.

“Fue en Texas y era un incendio que brincaba de un lado al otro del Río Grande, del Río Bravo; hace muchas curvas el afluente y el incendio comenzó del lado de Chihuahua y cruzaba a Texas, hacía zig-zag. El personal mexicano estaba perdiendo el control.

“(…) Luego de una reunión, invitamos a la brigada mexicana para trabajar juntos. El incendio ya había consumido un sitio histórico de parte de Estados Unidos; fue muy emotivo encontrarnos ‘Los Diablos’ que son mexicanos con nuestros paísanos. Un trabajo sin fronteras”, relató.

¿Cómo es su vida cercana al fuego? Viajar días para llegar a un incendio, estar cerca de temperaturas a 116 grados, estar fuera de casa hasta un mes y en sitios remotos al norte o sur de Estados Unidos.

Su familia la apoya completamente, aunque siempre hay preocupación por enfrentar el fuego, pues es una actividad de alto riesgo y sabe que quizá no regrese a casa. Su esposo comparte su profesión por lo que hablan el mismo idioma.

“No tenemos hijos y hemos decidido esperar un poco más el momento adecuado a pesar de comentarios que no soy una mujer completa. He recibido críticas o te miran mal por no tener hijos. Soy mujer, soy combatiente, somos un hogar de dos y admiro a las mujeres sin hijos y con hijos”

“El fuego no me da miedo, su color, su imagen y su forma me parece impresionante. Quizá no me da miedo el fuego porque soy muy friolenta y necesito el ‘calorcito'”, bromea.