A la par de su consumo y apoderarse del mercado de drogas en México, la producción de metanfetaminas comienza a dañar el medio ambiente: por cada kilo se desechan 10 de sustancias químicas que erosionan el suelo, contaminan el agua y matan el ganado ¿El escenario? El llamado Triángulo Dorado.

La metanfetamina es un estimulante muy adictivo que afecta el sistema nervioso central: es un polvo blanco, cristalino e inodoro de sabor amargo que comúnmente se le llama “cristal”. Genera una sensación de bienestar y euforia y se puede inyectar o fumar. Es de rápida adicción.

Hasta el 2017 la producción se hacía en Estados Unidos, pero, derivado de controles más estrictos, la droga comenzó a producirse en México pues había menos control, tenía más pureza y se conseguía a menor precio.

A pesar de la política de “abrazos, no balazos”, el actual gobierno de Andrés López Obrador tiene cifras récord en materia de desmantelamiento de laboratorios, mil 006 en lo que va del sexenio y 105 mil 5017 kilogramos decomisados en el mismo periodo, según datos de la Secretaría de la Defensa Nacional.

A la par de los daños a la salud han llegado los ambientales: según una investigación de Insight Crime, la región de Sinaloa, Sonora y Durango es el epicentro de las drogas sintéticas en México con laboratorios improvisados en los bosques sin control algunos por lo que se vierte al medio ambiente.

Los laboratorios, que son al mismo tiempo campamentos, tienen un olor muy fuerte: huelen a acetona, amoniaco y éter; además tienen áreas para “cocinar” la droga, otras de filtración y almacenamiento. Hay pozos para tirar los desechos químicos.

Según el Informe Mundial de Drogas de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD), por cada kilogramo de metanfetamina se desechan 10 de sustancias químicas entre ácidos, solventes, aglutinantes, metilamina, cianuro de sodio y ácido fenilacético.

“Debido a la intensidad del olor que desprenden, los establecimientos para la producción de metanfetamina normalmente se ubican en zonas rurales y alejados de grandes poblados.

“No obstante, suelen estar lo suficientemente cerca de algún centro urbano, como la ciudad de Culiacán, donde se acopia la droga y se transforma a ‘cristal’, para ser después distribuida en el mercado nacional o traficada a la frontera con Estados Unidos”, relata la investigación.

Hasta el momento no hay un estudio que haya medido los impactos ambientales, pero en un recorrido de Insight Crime ya se comienza a observar las consecuencias: animales muertos, ríos contaminados, erosión de suelo, sequía y contaminación del agua. Se han detectado baja fertilidad en la población y cocodrilo de la zona presentan malformaciones.

“En las zonas cercanas a donde se produce metanfetamina se han identificado cambios en el color del agua de los ríos y un incremento de peces muertos.

“Asimismo, las comunidades cercanas han comenzado a experimentar efectos nocivos en su salud, lo cual también fue mencionado por un funcionario de la policía estatal de Sinaloa”, concluye la investigación.

Fuentes:

https://es.insightcrime.org/noticias/produccion-metanfetamina-mexico-coctel-toxico-medio-ambiente/

https://es.insightcrime.org/noticias/metanfetamina-apodera-mercado-drogas-mexico/

https://nida.nih.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/abuso-y-adiccion-la-metanfetamina/que-es-la-metanfetamina

https://www.unodc.org/res/wdr2022/MS/WDR22_Booklet_5.pdf

https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/775724/110922_6.-_Del_1_Dic_2018_al_31_Oct_2022.pdf

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