Algunos son realmente afortunados de haber encontrado a esa única persona, ese único espíritu en la tierra que hace que exista un balance perfecto entre amor, pasión y compromiso.

Para otros, los desafortunados, el espíritu se convierte en una corriente de aire que se integra de muchos rostros que se confunden los unos con los otros, una brisa que es escurridiza y no tiene mayor importancia al momento en que los vientos soplen.

Es la diferencia entre el sueño que nunca fue realidad y el espíritu que hace que todo encaje.

En “The One”, Elton John sublimó la pertenencia total a una persona y comparó el lado opuesto con Caín, el personaje bíblico que mató a Abel y Dios lo expulsó del Edén y lo castigó para que vagara por el mundo como un nómada, solo y sin amor.

“Porque cada hombre en su tiempo es Caín
Hasta que camina por la playa
Y ve su futuro en el agua”, expresa la letra.

Para 1991, Elton John cumplía un año de sobriedad luego de lacerantes excesos de la década de los ochenta. Si bien su éxito seguía, el cantante se encontraba deprimido en una clínica de rehabilitación en Chicago tratando de luchar contra su adicción a las drogas y al alcohol, además de enfrentar la bulimia. El artista tomaba dos botellas de whisky al día y varios gramos de cocaína en los años anteriores.

La letra de “The One”, escrita por su compositor de cabecera, Bernie Taupin, llegó por fax y encontró a un Elton John más introspectivo y en plena recuperación a sus 45 años; de manera inmediata la consideró una de las mejores canciones que se habían escrito por unir la felicidad de tener a esa alma gemela con la espiritualidad… aunque en su vida, realmente estuviera solo.

“La canción describe mi estilo de vida en el pasado y en el presente. La frase ‘Each man is his time is Cain, until he walks along the beach…aplica tanto para mi vida como para la de Bernie. Hemos emprendido nuestra caminata en la playa y ambos nos sentimos contentos hoy en día”, dijo John durante la gira de promoción del álbum.

Un año después de lanzar el álbum, la estrella del pop encontró “al indicado” cuando comenzó una relación con el canadiense David Furnish, ex ejecutivo de publicidad y luego cineasta. Fue la primera relación abiertamente gay de John.

En 1992, reconocería crípticamente a quien hacia ilusión “The One”.

“He sido Caín por mucho tiempo y hoy tengo al elegido en mi vida… en más de un sentido. Hay mucho qué agradecer, no tengo que alejarme de mí mismo nunca más, puedo ser honesto con la gente y expresar lo que siento.

“A veces da miedo ser sincero, pero estoy haciendo de ello un hábito. Sólo deseo funcionar como cualquier otro individuo”, dijo mientras sonreía.

El destino indica si podemos seguir dando paseos solos por la playa, como un Caín personal, el eterno tren fugitivo, o ver nuestro reflejo en otros ojos y unir pasión, guerra, sexo y religión en un solo y perfecto instante de devoción…

 

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