El rechazo a la Reforma Eléctrica marca el fin del proyecto de Andrés Manuel López Obrador y su autodenominada Cuarta Transformación que se topó con una oposición unida que trabajó con miles de ciudadanos desde las redes sociales.

Es necesario partir de que el actual gobierno de México es del tamaño del ego del tabasqueño… y nada más. La administración está anclada en los terrenos del fanatismo, ideologías viejas y una polarización que mantiene a la sociedad dividida.

Siempre seducido por ocupar un lugar en la historia, López Obrador ya lo tiene: la iniciativa de ley, conocida como Ley Bartlett, se convirtió en la primera reforma constitucional rechazada a un Presidente.

De ese tamaño fue el revés y de ese tamaño será la rabieta que comenzó este lunes.

“El día de ayer se cometió un acto de traición a México por parte de un grupo de legisladores que, en vez de defender los intereses del pueblo, de la nación, en vez de defender lo público, se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras, que se dedican a medrar, a robar, y estos diputados los respaldaron, a los saqueadores”, dijo este lunes en su conferencia matutina.

López Obrador tendrá un nuevo discurso de polarización por lo que resta del sexenio.

¿Qué viene?

Para Morena, el brazo político del tabasqueño, el desgaste. Cada segundo que atrasaron la votación perdían su capital político. El partido en el poder presumió de lo que está construido: manifestaciones con exigencias irracionales, seguidores dispuestos a todo con tal de cumplir la voluntad de uno y una ignorancia que raya en lo peligroso por el puesto que detentan.

Fue un golpe a López Obrador que arrastró a su partido… que se arrastra por él.  El Presidente de México no acepta a nadie que lo contradiga… una patología de un mandatario que ya ha resultado muy cara en su administración.

Morena apuesta a su desgaste y a hacer lo que a su alcance esté, legal o ilegalmente, para retener el poder. Sus fanáticos les creerán el discurso de los buenos contra los malos, de los patriotas contra los traidores, de la “causa”, del “movimiento”, de la “lucha”. Esas palabras fascinan a quien tiene necesidad de creer en algo que ni siquiera comprende.

La oposición ganó en todos los sentidos.

Los diputados del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano se unieron para evitar una reforma que solo fortalecía a la CFE, limitaba la participación de la iniciativa privada, incentivaba las energías sucias y podía costarle a México 36 mil millones de pesos.

Sin embargo, el logro de la oposición es muy fugaz. Durante años estuvieron aletargados y hoy tienen la oportunidad de despertar y ser una contraparte digna. Deben sorprender antes de la siguiente “mañanera” pues la agenda nacional se dicta ahí… sin contrapesos.

Por otro lado, la sociedad presumió una fuerza inédita en redes sociales… especialmente Twitter, desde donde comprometieron a los diputados a votar en contra de la Reforma Eléctrica y organizaron Spaces, una nueva herramienta de debate libre, con legisladores.

La sociedad es una lupa… nadie podrá frenar ya ese movimiento de extraños y conocidos que cada noche y madrugada debaten sobre temas con especialistas invitados que los medios tradicionales no tienen. El Cuarto Poder tiene un nuevo invitado que son las redes sociales.

La agonía de Morena comienza, pero será larga, los estertores premortem de la Cuarta Transformación serán peligrosos para la vida pública de México. El líder es la enfermedad.

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