No fue un debate, fueron posicionamientos de todas las partes: sin lectura profunda, en el segundo encuentro entre las candidatas por la gubernatura del Estado de México, Alejandra Del Moral y Delfina Gómez… el tedio: preguntas poco interesantes y suaves. Las candidatas ancladas en sus personajes; la primera sin aprovechar o cuestionar la corrupción de su contrincante y la segunda ahogada en su ideología e incapacidad para conectar ideas y palabras. Nadie ganó… todos perderán.
Del Moral inició el debate con un mensaje que dejó clara su estrategia: Morena es el cambio que destruye y lanzó, que más allá de las propuestas, es la capacidad y preparación para gobernar. Delfina se mantuvo en sus lugares comunes de “escuchar al pueblo”, repitió dos veces la palabra amor.
En materia de Seguridad Pública, ambas ofrecieron acciones en caso de llegar a la gubernatura, pero tuvieron sus matices.
Del Moral reconoció que la inseguridad ya rebasó los tres órdenes de gobierno y aprovechó para decir que “no tiene jefe” ¿será este el deslinde con Alfredo del Mazo quien se mantiene ajeno a la campaña y acusado de traicionar a su partido en aras de Morena o simplemente es una indirecta a Delfina de que manipulada por todos sus jefes?
Sobre el mismo tema, la ex titular de la Secretaría de Educación Pública aprovechó para culpar a quienes tienen “privilegios” por mantener al Estado de México como el estado con las peores cifras en materia de inseguridad.
La acusada de quitar parte del sueldo a los trabajadores de Texcoco e irregularidades en la SEP aseguró que habrá “Cero Corrupción” porque para acabar con la corrupción se necesita acabar con ella (¿?).
La lectura permanente de Delfina Gómez ocasionó que en tres ocasiones rebasara el tiempo y una vez terminó antes. Su hablar sigue siendo nervioso ante una propuesta concreta, no observa directamente a la cámara y se ancló en el sentimentalismo de su forma de vestir.
El segundo tema, Economía y Empleo, aseguró que la falta de inversión y de empleos es por la corrupción y que el gobierno es “del pueblo”; retomó el mensaje de Andrés Manuel López Obrador de que “primero los pobres”.
Del Moral aprovechó el tema para corregir a Delfina en su promesa de convertir a la entidad en un centro logístico, al asegurar que ya lo es. Agregó que ella sí tiene calidad moral para hablar lucha contra la corrupción.
Educación fue el tercer tema. Alejandra Del Moral aprovechó para señalar que Morena destruyó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt); Delfina Gómez se colgó de sus supuestos logros en la Federación. La priista ni por asomo mencionó las irregularidades por 830 millones que le detectó la Auditoría Superior de la Federación en el paso de la morenista por la SEP.
Sobre Medio Ambiente, la morenista mostró que no conoce el tema al asegurar que no se “privatizarán” los bosques sin saber que cada hectárea de masa forestal tiene un dueño. Del Moral aseguró que no habrá tiraderos a cielo abierto.
De la nada, Gómez Álvarez aseguró que hubo “guerra sucia” contra ella y que los días pasaban al igual que las horas y Del Moral no avanzaba en las encuestas. “Tu tiempo se acabó”, le lanzó de frente.
“No te enojes, enójate con quienes te dicen mentiras, ya perdiste una vez y vas a volver a perder”, dijo con una sonrisa irónica la candidata de la Alianza antes de asegurar lo que no se ha hecho en décadas que es sanear al Río Lerma.
El mensaje final apenas fue aprovechado:
Del Moral acusó que la propuesta de su contrincante está basada en el rencor y la mera ideología, además de que donde llega Morena todo se echa a perder. Lejos estuvo la priista cuando hace seis años, el entonces candidato Alfredo del Mazo aseguró tajante que Delfina no estaba preparada para ser gobernadora.
Delfina Gómez se perdió en su mensaje final, solo aseguró que va “requetebien”, no respondió la pregunta de Alejandra de si respetará los resultados de la elección. Cerró con una boleta para pedir el voto por su coalición.