La jornada de un talador clandestino del poblado de Capácuaro, municipio de Uruapan, es de 10:00 a 16:00 horas. El pago, por cortar todos los árboles que sea posible. son 500 pesos, un “six” de cerveza y una bolsa pequeña de marihuana.

Se trabaja en equipos de cuatro. Al final del día, la madera será trasportada en camionetas de 3.5 toneladas a uno de los muchos aserraderos cercanos a la zona, luego de algunas horas será colocada en tráileres con capacidad de 7 toneladas que viajarán a otras entidades.

La madera será “endulzada” en aserraderos luego de ser distribuida en estados como Estado de México, Querétaro, Hidalgo y Jalisco, entre otros. Una industria perfecta si no fuera ilegal, sin pagar impuestos, ni el precio a pagar fueran hectáreas de bosque devastadas y una batalla entre comuneros que lleva un año escalando su grado de violencia.

¿El escenario? La zona norte de Uruapan del Progreso, uno de los 113 municipios de Michoacán y que alberga a la segunda ciudad más importante de la entidad, luego de Morelia, que se caracteriza por sus bosques de pino y encino.

La tala clandestina comenzó con burros.

“Hace 15 años, los taladores de Capácuaro llegaban en burros. Cortaban madera y troncos. Cuando los detectaban se iban. Hace 10 años comenzaron a meter camionetas y lo que hacíamos era que les ponchábamos las llantas y era la manera de tenerlos quietos”, dice un comunero de San Francisco Uruapan, poblado que tiene un aprovechamiento forestal de mil 777 hectáreas.

Este lugar de Uruapan colinda en 11 kilómetros de cerros y bosque con Capácuaro. Esta es la zona que se ha vuelto un enfrentamiento entre habitantes de ambas comunidades, aderezadas con tala clandestina, incendios forestales, cambio de uso de suelo, plantaciones de aguacate y una industria forestal en riesgo ante la ilegalidad.

“Nuestro problema comenzó en marzo del 2019 cuando las camionetitas comenzaron a ingresar con retroexcavadoras en áreas vírgenes. Ese mes nos sacaron a balazos”, recuerda uno de los habitantes de San Francisco Uruapan.

A la tala clandestina se sumaron incendios en una estrategia clara: se tala el bosque, se queman los predios y se cambia el uso de suelo por plantaciones de aguacate. Se sospecha que detrás de los taladores clandestinos hay robo de vehículos y de combustible, el llamado “huachicol”.

El 28 de septiembre de 2019 los enfrentamientos entre taladores clandestinos y los habitantes de San Francisco subieron de tono.

“Fuimos atacados por personas Capácuaro, volcaron una máquina excavadora Caterpillar propiedad nuestra, la dañaron al grado de pérdida total y lesionaron gravemente a seis personas, incluidos elementos de Policía Michoacán que nos acompañaban y junto con elementos de la Guardia Nacional. De nuestra parte quemamos ocho de sus camionetas y recibí un machetazo”, dice uno de los comuneros.

Las carpetas abiertas de todos los hechos son las AP/PGR/MICH/U-II/046/15, FED/MICH/URU/0001804/2019, FED/MICH/URU/0001721/2019, FED/MICH/URU/0000745/2019 y FED/MICH/URU/00022789/2019. Algunas han sido archivadas y otras han derivado en operativos menores; este 21 de febrero pasado, comumeros de Capácuaro y San Francisco Uruapan intentaron solucionar el problema. El diálogo fracasó.

Los primeros días de abril comenzaron con varios incendios a la vez en varios puntos de los cerros que unen a las dos comunidades.

“Se está cometiendo un ecocidio que generará irreversibles efectos en el medio ambiente (…), esto es solo el frente de una organización criminal que tiene asolada a la población de la región con delitos de extorsión, secuestros, robos. Ha pasado un año y todo sigue en total impunidad”, expresa un documento de la comunidad Indígena Barrio de San Francisco Uruapan, dado a conocer a la opinión pública.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

La jornada de un talador clandestino de poblado de Capácuaro el municipio de Uruapan de seis horas, de 10:00 a 16:00 horas, y el pago por cortar todos los árboles que sea posible son 500 pesos, un "six" de cerveza y una bolsita de marihuana.

La jornada de un talador clandestino de poblado de Capácuaro el municipio de Uruapan de seis horas, de 10:00 a 16:00 horas, y el pago por cortar todos los árboles que sea posible son 500 pesos, un "six" de cerveza y una bolsita de marihuana.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

La jornada de un talador clandestino de poblado de Capácuaro el municipio de Uruapan de seis horas, de 10:00 a 16:00 horas, y el pago por cortar todos los árboles que sea posible son 500 pesos, un "six" de cerveza y una bolsita de marihuana.

La jornada de un talador clandestino de poblado de Capácuaro el municipio de Uruapan de seis horas, de 10:00 a 16:00 horas, y el pago por cortar todos los árboles que sea posible son 500 pesos, un "six" de cerveza y una bolsita de marihuana.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

Se trabaja en equipos de cuatro. Al final del día, la madera será trasportada en camionetas de 3.5 toneladas a uno de los muchos aserraderos cercanos a la zona.

Se trabaja en equipos de cuatro. Al final del día, la madera será trasportada en camionetas de 3.5 toneladas a uno de los muchos aserraderos cercanos a la zona.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

Se trabaja en equipos de cuatro. Al final del día, la madera será trasportada en camionetas de 3.5 toneladas a uno de los muchos aserraderos cercanos a la zona.

Se trabaja en equipos de cuatro. Al final del día, la madera será trasportada en camionetas de 3.5 toneladas a uno de los muchos aserraderos cercanos a la zona.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

A la tala clandestina se sumaron incendios en una estrategia clara: se tala el bosque, se queman los predios y se cambia el uso de suelo por plantaciones de aguacate. Se sospecha que detrás de los taladore clandestinos hay robo de vehículos y de combustible, el llamado "huachicol".

A la tala clandestina se sumaron incendios en una estrategia clara: se tala el bosque, se queman los predios y se cambia el uso de suelo por plantaciones de aguacate. Se sospecha que detrás de los taladore clandestinos hay robo de vehículos y de combustible, el llamado "huachicol".

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

A la tala clandestina se sumaron incendios en una estrategia clara: se tala el bosque, se queman los predios y se cambia el uso de suelo por plantaciones de aguacate. Se sospecha que detrás de los taladore clandestinos hay robo de vehículos y de combustible, el llamado "huachicol".

A la tala clandestina se sumaron incendios en una estrategia clara: se tala el bosque, se queman los predios y se cambia el uso de suelo por plantaciones de aguacate. Se sospecha que detrás de los taladore clandestinos hay robo de vehículos y de combustible, el llamado "huachicol".

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

A la tala clandestina se sumaron incendios en una estrategia clara: se tala el bosque, se queman los predios y se cambia el uso de suelo por plantaciones de aguacate. Se sospecha que detrás de los taladore clandestinos hay robo de vehículos y de combustible, el llamado "huachicol".

A la tala clandestina se sumaron incendios en una estrategia clara: se tala el bosque, se queman los predios y se cambia el uso de suelo por plantaciones de aguacate. Se sospecha que detrás de los taladore clandestinos hay robo de vehículos y de combustible, el llamado "huachicol".

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