La tala clandestina en Uruapan ofrece dos caminos: fuego subterráneo para terrenos forestales y madera que inicia un recorrido ilegal para ser transformada en tarimas y desaprovechar su potencial.

Aunque comenzó desde hace tres lustros, desde hace un año las comunidades de San Francisco Uruapan y Capácuaro, del  municipio de Michoacán, mantienen un conflicto en sus 11 kilómetros de colindancia por la tala clandestina, incendios forestales y cambio de uso de suelo.

Mientras la madera viaja, a los terrenos recién talados se les prende fuego con el objetivo de cambiar su uso de suelo y sembrar en ellos, principalmente aguacate. En estos cerros se ha detectado la presencia de víbora de cascabel, falsas coralillo, ranas, lagartijas, zorrillos, tejones, coyotes, venados, cacomixtles y pumas.

Surge un problema, en zonas de la colindancia de ambos cerros hay terreno malpaís, un suelo conformado por rocas.

“Una vez que acaban de derribar los árboles, le prenden fuego al terreno pues es la forma más fácil de cambiar el uso de suelo y plantar aguacate. El problema es en la zona noreste y noroeste de Uruapan, en la llamada Barrera de Cupatitzio, pues es terreno malpaís.

“El suelo es como una esponja de rocas, debajo de ellas pasan riachuelos que abastecen los ríos de la zona. Cuando hay incendio el fuego no se nota, está por debajo de las piedras. Los combatientes no podemos trabajar. Es fuego subterráneo que es peligroso porque no sabemos donde pisamos”, señalo un combatiente forestal de la zona.

Los incendios subterráneos son los más difíciles de atacar por los manejadores de fuego. Este tipo de siniestros dura hasta cuatro meses, cuando se agota el combustible, o bien llega la temporada de lluvias.

“Con los taladores es más complicado, pues nos prenden hasta dos sitios al mismo tiempo. La Guardia Nacional ha venido y detienen a algunos, pero los pobladores de Capácuaro les cierran las carreteras y los dejan ir. Cuando subimos a apagar incendios a nosotros nos insultan. Eso sí, jamás nos han hecho nada”, dice el combatiente que lleva 39 años en la zona de Uruapan.

Mientras los suelos arden, la madera se enfría a la sombra de las camionetas de 3.5 toneladas que, según algunos habitantes, llegan a Capácuaro, un poblado  que se caracteriza por la Iglesia de San Juan Bautista del siglo 16 y, según declaraciones del Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, la presencia de células del crimen organizado dedicado a la tala clandestina de árboles, robo de vehículos y tráfico de drogas.

“No hay que estigmatizar a las comunidades indígenas, hay, lamentablemente, en todos lados, alguien que violenta o comete alguna falta, pero no es un sello de estas localidades, de ninguna manera”, aclaró el mandatario en octubre de 2019.

Según un documento enviado a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), hay solo cuatro empresas registradas para la transformación de la madera.

Los pobladores de San Francisco Uruapan han contabilizado 46 más, donde suponen llega la madera robada de sus bosques. De su situación han dado parte en 2020, además de la CFE, al Ayuntamiento de Uruapan, al Gobierno de Michoacán, a la Fiscalía General de la República, a la Procuraduría Federal de Protección Ambiental, a la Secretaría de la Función Pública y a la Secretaría de Gobernación.

Operativos han existido, contra la tala y el cambio de uso de suelo, pero han sido poco efectivos pues el problema persiste.

“Es un crimen artero, pues derriban árboles vírgenes de 80 centímetros de diámetro y lo destinan a tarimas. No es una madera para eso, pues es de muy buena calidad. Desperdician la madera, ellos ganan también muy poco y están acabando con la materia prima de lo que puede ser una gran industria.

“Hemos contabilizado nuestras pérdidas en San Francisco Uruapan en 120 millones de pesos, que es el precio de la madera extraída de 250 hectáreas perdidas, que representan 60 mil metros cúbicos de madera; juntos podemos ganar más, separados estamos aventando la industria a la basura”, dijo un productor forestal.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

La tala clandestina en Uruapan ofrece dos caminos: fuego subterráneo para terrenos forestales y madera que inicia un recorrido ilegal para ser transformada en tarimas y desaprovechar su potencial.

La tala clandestina en Uruapan ofrece dos caminos: fuego subterráneo para terrenos forestales y madera que inicia un recorrido ilegal para ser transformada en tarimas y desaprovechar su potencial.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

"El suelo es como una esponja de rocas, debajo de ellas pasan riachuelos que abastecen los ríos de la zona. Cuando hay incendio el fuego no se nota, está por debajo de las piedras. Los combatientes no podemos trabajar. Es fuego subterráneo que es peligros porque no sabemos donde pisamos", señalo un combatiente forestal de la zona.

"El suelo es como una esponja de rocas, debajo de ellas pasan riachuelos que abastecen los ríos de la zona. Cuando hay incendio el fuego no se nota, está por debajo de las piedras. Los combatientes no podemos trabajar. Es fuego subterráneo que es peligros porque no sabemos donde pisamos", señalo un combatiente forestal de la zona.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

"El suelo es como una esponja de rocas, debajo de ellas pasan riachuelos que abastecen los ríos de la zona. Cuando hay incendio el fuego no se nota, está por debajo de las piedras. Los combatientes no podemos trabajar. Es fuego subterráneo que es peligros porque no sabemos donde pisamos", señalo un combatiente forestal de la zona.

"El suelo es como una esponja de rocas, debajo de ellas pasan riachuelos que abastecen los ríos de la zona. Cuando hay incendio el fuego no se nota, está por debajo de las piedras. Los combatientes no podemos trabajar. Es fuego subterráneo que es peligros porque no sabemos donde pisamos", señalo un combatiente forestal de la zona.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

En estos cerros se ha detectado la presencia de víbora de cascabel, falsas coralillo, ranas, lagartijas, zorrillos, tejones, coyotes, venados, cacomixtles y pumas.

En estos cerros se ha detectado la presencia de víbora de cascabel, falsas coralillo, ranas, lagartijas, zorrillos, tejones, coyotes, venados, cacomixtles y pumas.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

Los incendios subtérraneos son los más dificiles de atacar por los manejadores de fuego. Este tipo de siniestros dura hasta cuatro meses, cuando se agota el combustible, o bien llega la temporada de lluvias.

Los incendios subtérraneos son los más dificiles de atacar por los manejadores de fuego. Este tipo de siniestros dura hasta cuatro meses, cuando se agota el combustible, o bien llega la temporada de lluvias.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

Los incendios subtérraneos son los más dificiles de atacar por los manejadores de fuego. Este tipo de siniestros dura hasta cuatro meses, cuando se agota el combustible, o bien llega la temporada de lluvias.

Los incendios subtérraneos son los más dificiles de atacar por los manejadores de fuego. Este tipo de siniestros dura hasta cuatro meses, cuando se agota el combustible, o bien llega la temporada de lluvias.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

Según un documento enviado a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), hay solo cuatro empresas registradas para la transformación de la madera. Los pobladores de San Francisco Uruapan han contabilizado 46 más donde suponen llega la madera robada de sus bosques.

Según un documento enviado a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), hay solo cuatro empresas registradas para la transformación de la madera. Los pobladores de San Francisco Uruapan han contabilizado 46 más donde suponen llega la madera robada de sus bosques.

Tala clandestina en Uruapan
Tala clandestina en Uruapan

Según un documento enviado a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), hay solo cuatro empresas registradas para la transformación de la madera. Los pobladores de San Francisco Uruapan han contabilizado 46 más donde suponen llega la madera robada de sus bosques.

Según un documento enviado a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), hay solo cuatro empresas registradas para la transformación de la madera. Los pobladores de San Francisco Uruapan han contabilizado 46 más donde suponen llega la madera robada de sus bosques.

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