El virus invadió la estación marciana.

La tripulación sospechó que, al momento de ensamblar la estación al vacío, la radiación espacial, la micro gravedad y un organismo proveniente de la Tierra habían creado un nuevo virus. El tiempo apremiaba pues la misión estaba en riesgo por la salud de sus integrantes.

La responsabilidad cayó en Acatzin Benítez, un joven de 20 años oriundo de Tejupilco, que formaba parte de la tripulación como el Health Center Chief de la misión que se llevó a cabo del 19 al 29 de febrero de 2021 en una estación de Marte.

El estudiante de Bioingeniería Médica de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) decidió ampliar los espacios: se acondicionó un área habitable, dónde estarían nuevos los equipos médicos, qué investigaciones se harían y cómo se tratarían los posibles infectados.

“El virus no pasó a mayores, la misión fue un éxito”, relató Acatzin mientras bebe un vaso de agua.

Lo anterior formó parte de Habitat Marte Brasil, una estación de investigación sobre el planeta rojo construida en un paisaje semiárido del país sudamericano a principios de este año. Originalmente la misión sería presencial, pero la pandemia del covid-19 lo impidió.

“Fue una simulación como si estuviéramos en Marte; la misión en Brasil que sí fue presencial fue en una zona árida muy similar a las condiciones en Marte. Hay un volcán cerca y toman muestran, tienen sus propias plantas y alimento. Son autosustentables”, relató el joven.

Un virus marciano le dejó una perspectiva diferente del covid-19: lo complicado que puede ser una pandemia y las afectaciones sociales y económicas.

“Las decisiones se toman y todos la acatan”, expresó, “El actuar de inmediato, lo que no se hizo en México y el mundo, es vital”.

Acatzin va por una nueva misión.

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El mexiquense volteó al espacio por su abuelo Viliulfo Salgado, quien le regaló un telescopio que nunca pudo utilizar porque lo rompieron.

“Siempre me quedé con la espinita de ver que hay allá y qué está pasando allá. El aparato se rompió y me quedé con muchas ganas de ver. Tengo la ilusión de que pueda comprar mi propio telescopio y satisfacer mis ganas de voltear hacía arriba”, expresa.

¿Ir al espacio?

“Sí me gustaría, quizá no me toque estos años, pero sí me gustaría seguir llevando el control de la salud en los astronautas. Me gustaría ir al espacio, sé que es difícil pero no imposible; no pasa nada si me quedo tras el telón”, asegura.

Acatzin se sabe joven pero diferente al haber elegido ciencias duras y misiones en Marte.

“Creo que a los jóvenes nos hace falta compromiso con lo que queremos lograr y tener nuestros objetivos. México a veces no favorece porque te hace ver todo imposible, las universidades nos preparan para ser competencia. Yo solo les digo: hagan lo que quieran ser y busque apoyo de las personas relacionadas”, indicó.

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Hay una nueva misión.

Se llama MMaars (Mars Moon Astronautics Academy and Research Science, por sus siglas en inglés); será realizada en un el desierto Mojame de California. La misión es desconocida.

Es una simulación marciana, de los 15 días de la misión, siete de ellos estarán en completo aislamiento. El puesto de Acatzin será Health and Safety Officer. La misión se compone, hasta el momento, de nueve personas oriundas de México, Reino Unido, Perú, Estados Unidos y Grecia.

“En síntesis, es de baja fidelidad porque son pocos días e indica un bajo nivel de peligro para la tripulación.(…) Voy a monitorizar datos biométricos de la tripulación, así como la dieta y el ejercicio, además realizare un análisis más complejo de las señal cardiaca para posteriores investigaciones en el país.”, relató.

Acatzin no es el primer mexicano que participa en simulaciones marcianas, pero sí el primer mexiquense y estudiante de la UAEM. La universidad mexiquense lo ha apoyado en el proyecto al igual que la Asociación Astronómica del Valle de Toluca.

“Estoy emocionado porque aún no han compartido el reto que tenemos; pienso que de manera general es cómo se comporta el ser humano en aislamiento: cómo cambiamos en ambientes hostiles tanto psicológica como físicamente”, explicó el estudiante.

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