La segunda semana de las campañas por la Gubernatura del Estado de México estuvo permeada por la momentánea negativa de Delfina Gómez a debatir con Alejandra del Moral. Sabe que carece de habilidades de comunicación y posibilidad de prometer resultados, así lo exhibió.

Bajo el argumento de “problemas de agenda”, César Faz Ruelas, representante propietario de Gómez, pidió al Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), cambiar el debate del 20 al 28 de abril; sí, el mismo día que la cantante Rosalía se presentará en el Zócalo de la Ciudad de México.

Ante ese tema, la explicación de la candidata mostró en San Felipe del Progreso su ausencia de destreza en el habla:

“Estamos esperando que nos den chance de aceptar la propuesta que estamos haciendo, sobre todo porque sí ya teníamos nuestra agenda. (…) Ya se pondrán de acuerdo, nosotros deseamos que después del 28 estaría bien o el 28.

“Nada más es cuestión de que, sobre todo, porque mira la gente, ya de momento se tiene ya programado y la gente lo lleva a ver como una situación de que no se les quiere tomar en cuenta y no, o sea, hay prioridad en la agenda”, dijo en San Felipe del Progreso y agregó que no era miedo sino que ella ya estaba más “allá del bien y del mal”.

Horacio Duarte, su coordinador de campaña, de inmediato salió a la defensa al decir que los debates son la panacea… y que el PRI los difama. Acabaron aceptando, pero la frase “miedo a debatir” permeó en el colectivo.

Lo cierto es que Delfina no puede ganar un debate: es una persona muy limitada y prueba de ello es que todos sus eventos son iguales, evita meterse en problemas al tocar temas que no entiende y repite el recalcitrante discurso de acabar con la corrupción y los 100 años del PRIAN. Apuesta al saludo, al abrazo, antes que la propuesta.

Irónicamente el tema de los “diezmos” que les solicitó a los trabajadores de Texcoco cuando era Alcaldesa y el desfalco de 830 millones en la Secretaría de Educación Pública, no le han hecho daño… el daño vendrá de ella misma.

Delfina Gómez no puede prometer nada más que ideología. Si promete seguridad será imposible no decirle que los estados que gobierna Morena son los más violentos, si promete acabar con la corrupción saldrá el tema de los “diezmos” y el desfalco en la SEP.

La intervención de Delfina estará marcada porque, más allá de los malos gobiernos anteriores, el encabezado por Andrés Manuel López Obrador ha acabado con el andamiaje institucional de las dependencias, ha privilegiado las dádivas sobre los insumos a hospitales, hay un tufo a corrupción gigante y sus magnas obras no funciona. Es el sello de la casa de Morena y sus gobiernos.

¿Y Alejandra Del Moral? Sigue desaprovechando tener una candidata tan mala como contrincante. El único activo de la campaña es ella y su personalidad no traspasa el color gris. Si bien esta semana se vio más desafiante no capitaliza lo que está sucediendo a su alrededor, no ha podido empoderarse con las mujeres, por ejemplo.

El problema con Del Moral está en su equipo: demasiados generales con flojera de hacer trabajo político y pocos soldados, su grupo cercano es demasiado cerrado y su equipo de comunicación es capaz de subir fotos con dron de espacios vacíos, como ocurrió en el sur de la entidad.

Para muestra: el domingo estuvo a punto de cancelarse un evento en Ecatepec por falta de asistentes y este lunes, en San Mateo Atenco, la nota fueron las sillas vacías. La estructura no está funcionando para la candidata.

La desesperación ya llegó a la boca de Del Moral: en una reunión con sus estructuras en Toluca, les pidió “hacer lo que saben hacer, para bien o para mal”. Agregó que lo que buscan es “constancia de mayoría, no de buena conducta”.

Al interior de Gobierno del Estado de México existe la sensación de que no se está actuando la suficiente, que si bien Del Moral ha subido algunos puntos no alcanzará a remontar, hay movimientos ya para garantizar que no sean despedidos ante la llegada de Morena.

“Delfina no es pieza para Alejandra, quien tiene más preparación, que vergüenza perder ante una candidata así”, expresó una fuente de la Secretaría de Desarrollo Económico.

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