Hay juventud con años y vejez antes de tiempo, decía la frase grabada en piedra y citaba un discurso de Jesús Reyes Heroles.

La veía cada día desde el autobús rumbo a mi trabajo y, a pesar de mis 20 años, comenzaba a entender que la salida de la universidad no se parecía en nada a mis antiguos cierres de ciclos y que apenas era el comienzo de nuevos e insospechados finales.

Había una sensación de laxa soledad, apenas imperceptible, que me rodeaba: por primera vez no tenía a mi antiguo grupo de amigos, algunos de ellos que me acompañaban desde mis primeras aulas de primaria. En una oficina, por ser un lugar potencialmente de conflicto, es más complicado hacer surgir nuevos amigos… los que nacen, eso sí, se vuelven entrañables.

Es cierto; a lo largo de los años los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de las manos y, es irónico, que, a la mitad de nuestras vidas, apenas comencemos a conocerlos y ya sean personas diferentes.

Extrañaba el desparpajo de las amistades, cuando la única preocupación era ser feliz, sacar una buena calificación y buscar una experiencia diferente (que a leguas de tiempo se ve inocente en esa medida de distancia).

Muchas de las bandas que escuchaba, aquella de hard rock, ya estaban pasando de moda, música nueva llegaba y, de alguna manera, me quería aferrar a ella… que bueno que no lo hice, me hubiera perdido de muchos sonidos pasados, presentes y futuros que me siguen sorprendiendo.

Además de la canción, era el video de “Don´t Go Away Mad (Just Go Away)” de Mötley Crüe: Vince Neil, el vocalista, había sufrido una ruptura, hablaba con sus amigos de la banda, cuya personalidad era distinta, y al final todo en complicidad interpretaban el tema. Esta es una canción de ruptura con un toque diferente.

El cantante pasa las primeras 2:30 minutos de la canción explicando cómo pasaron buenos momentos juntos, pero se han distanciado y él quiere su libertad. Parece que está siendo sensible y la está decepcionando fácilmente, pero luego le dice: “No te enojes; simplemente vete”.

No hay estribillo en la canción, pero esa línea se repite una y otra vez al final, lo que proporciona la recompensa en esa complicidad mencionada.

El bajista de Mötley Crüe, Nikki Sixx, escribió esto con el guitarrista de la banda, Mick Mars. El título probablemente proviene de una línea de diálogo en la película Heartbreak Ridge de 1986, donde un soldado de la Infantería de Marina se niega a proporcionar información a un sargento y lo despide con la frase: “No te vayas enojado, simplemente vete”.

Sixx reconoció que obtuvo el título de una película, pero no recordaba cuál. Cuando lo escuchó, pensó que era una gran idea para una canción. Fue el cuarto sencillo del álbum Dr. Feelgood.

Hay un guiño al pasado: la frase “Too young to fall in love” es un retroceso a la canción del mismo nombre de 1983, que habla sobre relaciones volátiles destinadas a arder.

Porque hay juventud con años… Pienso que una mente joven se mantiene a partir de no permitir que se aburra, que se siga sorprendiendo y admire cada cromosoma de tiempo y espacio que lo rodea.

Porque hay vejez antes de tiempos… muchas complicidades se perdieron, están perdidas en supuestos caminos trazados.

¿Y los amigos? Pocos todavía caminamos juntos en nuestras fábulas personales… algunas ni moraleja tienen.

 

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