Escrita en 1966, George Harrison presentó “Isn´t it a Pity” a sus compañeros de The Beatles para que pudiera ver la luz en el álbum “Revolver”, fue rechazada.

Harrison reveló posteriormente que John Lennon había vetado la canción para que el grupo trabajara en ella, pensó incluso ofrecérsela a Frank Sinatra. Entre el 25 y 26 de enero de 1969, el guitarrista la intentó presentar de nuevo durante las sesiones de Get Back/Let It Be. De nuevo, fue en vano.

Las tensiones en el grupo crecían. El 10 de abril de 1970 Paul McCartney anunció que abandonaría el grupo por lo que The Beatles acabó en esa fecha. Harrison, que, si bien había tenido dos grabaciones previas, comenzó a trabajar en lo que considera su primer álbum en solitario.

Luego de 4 años, retomó “Isn´t it a Pity”.

La canción vio la luz en noviembre 1970 en el álbum “All Things Must Pass”, que es una serie de trabajos en los cuales el guitarrista había trabajado casi en paralelo con sus compañeros de Liverpool.

Se considera que esta grabación fue una fuerza emancipadora ante las restricciones que tenía en la banda. Como una ironía, Ringo Starr tocó la batería en ella.  Fue el lado B del sencillo “My Sweet Lord”.

La canción es de una nostalgia monumental: la inevitabilidad de lastimar y ser lastimados.

“Fue una oportunidad para darme cuenta de que, si sentía que alguien me había defraudado, entonces había muchas posibilidades de que yo estuviera defraudando a alguien más. Todos tendemos a rompernos el corazón unos a otros y no dar nada a cambio, ¿no es una pena?”, explicó sobre la canción Harrison en su libro “I Me Mine”.

La letra de la melodía se divide en dos: en la primera, el músico reflexiona sobre la angustia y el dolor que las personas se causan sin pensarlo.

“Cómo tomamos el amor del otro sin pensar más, olvidamos devolver el favor”, canta en una evocación a la frase famosa de The Beatles “Y al final, el amor que tomas es igual al amor que haces”.

La segunda mitad de la canción retoma los intereses espirituales del guitarrista.

“Cuando no mucha gente puede ver que todos somos iguales y, debido a todas las lágrimas, sus ojos no pueden esperar ver la belleza que los rodea”, canta en la segunda mitad.

“Isn´t it a Pity” es un canto de resignación. Los daños están hechos, los cristales están rotos y nada volverá a ser igual.

“Es solo una observación de cómo éramos o somos la sociedad y yo mismo. Nos damos por sentado y nos olvidamos de retribuir. Eso era realmente todo lo que se trataba”, explicó George.

Cada relación se esconde detrás de escenarios que nuestra mente nos ofrece como paraísos artificiales, la realidad no la vislumbramos por la ilusión en que caminamos; de pronto todo es demasiado tarde, el daño está hecho… lo causamos y nos lo han causado ¿No es una pena?

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