La Consulta Popular de este 1 de agosto solo servirá para medir las simpatías de las 30 millones 113 mil 483 personas que votaron por la figura representada por Andrés Manuel López Obrador, quien funge como Presidente de México.
En primer lugar, porque la consulta para “enjuiciar a los expresidentes” promovida por el tabasqueño y sus simpatizantes es falsa.
La pregunta, que costará 520 millones de pesos a los mexicanos, no menciona a Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Felipe Calderón o Enrique Peña, debido a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación quitó los nombres para no afectar un posible proceso.
“La consulta no debe interpretarse en el sentido de que está encaminada a que las autoridades de impartición y procuración de justicia cumplan o dejen de cumplir con sus atribuciones, pues estas son de ejercicio obligatorio”, aseguró el tribunal máximo de la nación.
La ley no se consulta.
La pregunta se limitará a una pregunta simple… sin consecuencias legales pues la consulta no es vinculante a ninguna acción legal a menos de se presenten las pruebas de ley y se inicie un proceso, solo se podría iniciar proceso al sexenio de Peña Nieto y al último año de Calderón. Así lo marca la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el Artículo 114.
Son los hechos.
Para los simpatizantes de la 4T, y fanes del tabasqueño, es la ensalada perfecta alejada de los hechos: ideologías, aspiraciones, resentimientos, villanos. La lucha entre el bien y el mal, en la que el bien lo representan “ellos” porque son diferentes a los “otros”. Una verdadera epifanía de su fanatismo.
Es el momento perfecto para externar lo que piensan, no lo que saben, de los gobiernos anteriores; es el día ideal para señalar la gran corrupción, sin pruebas, de los sexenios pasados, y defender, como un gran ejercicio, una pregunta que a nadie menciona… pero puede mencionar a sus héroes momentáneos.
El ejercicio será útil, de alguna forma.
La consulta de este 1 de agosto permitirá saber cuántos quedan de esos 30 millones 113 mil 483 de simpatizantes. Será un ejercicio claro para medir el número de simpatizantes de la autodenominada Cuarta Transformación.
¿Qué podemos esperar este lunes?
Una consulta que no alcanzará el número de simpatizantes de 2018… y un lunes lleno de culpas desde una conferencia matutina para decretar una Comisión de Verdad cuyo único fin sea alejarse de ella, para alimentar la epifanía del fanático.