La farmacia más grande del mundo no es un almacén, ni un centro de distribución, como la imagina Andrés Manuel López Obrador; es una ciudad llamada Hyderabad en India, que alberga parques industriales, empresas farmacéuticas, centros de investigación y centros de exportación y biotecnología.
La idea del tabasqueño comenzó el pasado 2 de agosto cuando, ante el desabasto de medicamentos, ante el cual prometió hasta cambiarse el nombre, propuso la creación de una farmacia o almacén que cuente con todos los medicamentos del mundo y así garantizar que nunca falte uno.
Este miércoles le dio forma a su propuesta:
“Y en diciembre vamos a tener una farmacia, aquí en la Ciudad de México, ya estamos en eso. Aparte del abasto, que no falte. Por si llegara a faltar una medicina, una, en ese almacén, en esa farmacia, van a estar todos los medicamentos, todos los que hay en el mundo, van a estar ahí.
“Y vamos a tener un sistema en donde, si en un centro de salud, en un hospital, hace falta un medicamento, se va a hablar y va a llegar el medicamento en un día, si no existe (…) Si hay que conseguir los medicamentos en la India, los vamos a traer para la farmacia; en China, en Francia, en Corea, donde estén, vamos a tener todos, todos, todos los medicamentos”, aseguró.
Hasta el momento no hay una farmacia de ese tipo manejada por algún Estado, sino que son parte de cadenas privadas y empresas farmacéuticas en lugar de ser operadas por los gobiernos, la intervención de estos se limita a algunas instalaciones.
Lo más cercano es Hyderabad, ciudad a la que le tomó décadas tener el mote de “la farmacia más grande del mundo”.
Su historia comenzó en 1984 cuando el médico Anji Reddy creo una empresa de medicamentos genéricos que, por sus ventas, rápidamente se convirtió en una exportadora de metildopa, un fármaco utilizado para la hipertensión. Con ello, la farmacéutica, comenzó la investigación y desarrollo de nueve entidades químicas.
Hyderabad, con más empresas, llegó al 2000 como un centro de producción de medicamentos genéricos y productos farmacéuticos. Su camino siguió con centro de investigación y el establecimiento de un parque industrial que atrajo nuevas unidades comerciales nacionales e internacionales. Ingresó al campo de la biotecnología y medicamentos biológicos.
Con un tercio de los medicamentos genéricos y vacunas globales, no todo ha sido miel sobre hojuelas pues la ciudad carece de medios alternativos para desechar ciertos residuos que son vertidos al Río Musi. En pueblos cercanos se han encontrado concentraciones de residuos tóxicos.
Lo que a la ciudad de India le costó 40 años, el gobierno de López Obrador quiere hacerlo en cinco meses para abatir un desabasto de medicamentos que su administración creo por supuesta corrupción, de la que no ha presentado una sola prueba y malas decisiones.
Mientras López Obrador piensa en un almacén y centro de distribución administrado por el Estado, el gobierno de Telangana, donde se encuentra Hyderabad, proporciona infraestructura para más parques industriales, facilita procedimientos administrativos, ofrece incentivos fiscales y promueve la investigación, la capacitación y la difusión global.
A nivel nacional, el gobierno de India, a través de la Autoridad de Control de Medicamentos y Alimentos de la India (CDSCO), regula y supervisa la industria farmacéutica para garantizar que los productos sean seguros, eficaces y de alta calidad. En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) está a cargo de la subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, que dirige Hugo López- Gatell.
Fuentes:
https://www.wipo.int/ipadvantage/es/details.jsp?id=2659