En 1976 Iggy Pop no era capaz de controlar su adicción a las drogas y ello se reflejaba en sus letras sobre decadencia, vicio y desesperación… además la ruptura de The Stooges era inminente.

Decidió internarse en un hospital para limpiar su organismo. Una de las pocas personas que lo visitaba era David Bowie, quien continuó apoyando al músico de manera incondicional; además era fan del ahora ex grupo de Iggy.

Pocos lo saben pero “The Jean Genie” está inspirada en Iggy Pop y en algunos personajes punk de Nueva York. A Bowie lo fascinaba la personalidad de Iggy pues era su opuesto perfecto: la encarnación humana del caos contra su meticulosidad.

En 1976, Bowie incluyó a Iggy en su gira Station to Station; al último le sorprendió la ética laboral del primero. Incluso fueron arrestados por posesión de marihuana ese año. Ambos viajaron a Berlín para liberarse de sus adicciones.

Llegó 1977 y firmaron un contrato en el que Bowie produjo “The Idiot” y “Lust for Life”, los primeros dos álbumes solistas de Iggy. De este último se desprende la canción homónima cuya introducción se inspiró en la apertura del código Morse de las noticias de American Forces en Alemania y Bowie la tocó por primera vez en un ukulele.

“Una vez a la semana, la Red de las Fuerzas Armadas tocaba Starsky & Hutch y ese era nuestro pequeño ritual. Emitían una identificación cuando salían al aire, una representación de una torre de radio, y eso hacía un sonido de señal, ‘bip-bip-bip, bip-bip-ba-bip’. Y dijimos, ‘¡Ajá, tomaremos eso!’

“Estábamos sentados alrededor de excavaciones en el piso, porque era un lugar sin sillas. Teníamos un contrato de producción y un horario y él (Bowie) tenía que sacarlo, así que dijo: ‘Consigamos una canción’. Cogió un pequeño ukelele que tenía, creo que podría haber sido de su hijo, y se le ocurrió esa progresión, que me pareció genial. Trabajó los acordes y nos fuimos”, relató Iggy en 2013.

Esta canción trata sobre el estilo de vida de Iggy como un adicto a la heroína. El título está tomado de la película de 1956 del mismo nombre, que a su vez es una adaptación de la novela biográfica de Irving Stone de 1934 sobre el pintor holandés Vincent Van Gogh.

La canción es una locura: hace varias referencias a Johnny Yen, un personaje de la novela de 1962 del escritor estadounidense William S. Burroughs; además de drogas, stripteases y el amor como el equivalente a la hipnosis de las gallinas.

Aunque se ha utilizado en varias películas, en 1996 cobró nueva fama, cuando apareció en la banda sonora de la película británica “Trainspotting”, en la que el abuso de drogas era un tema central.

Se complementaron perfecto por la esencia existencial de ambas; Renton y sus amigos adictos corriendo por las calles de Edimburgo mientras se escucha de fondo “Lust for Life” y se escucha uno de los monólogos más famosos del cine y literatura:

“Elige la vida. Elige un trabajo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige una televisión enorme, elige lavadoras, autos, reproductores de discos compactos y abrelatas eléctricos. Elige buena salud, colesterol bajo y seguro dental. Elige reembolsos de hipotecas de interés fijo. Elige una casa de inicio. Elige a tus amigos. Elige ropa de ocio y equipaje a juego. Elige una suite de tres piezas en alquiler con opción a compra en una variedad de jodidas telas. Elige bricolaje y pregúntate quién diablos eres un domingo por la mañana.

“Elige sentarte en ese sofá viendo programas de juegos que te adormecen la mente y aplastan el espíritu y te llenas la boca de jodida comida chatarra. Elije pudrirte al final de todo, gastar lo último en un hogar miserable, nada más que una vergüenza para los mocosos egoístas y jodidos que engendraste para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida … Pero ¿por qué querría hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida. Elegí algo más. ¿Y las razones? No hay razones”, se escucha.

La lujuria por la vida es necesaria, finalmente, a cada segundo, solo somos hombres modernos ¿o no?

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