Las escenas son desgarradoras en su atisbo de esperanza.

Contruidas en lana amarilla, la figura de una anciana mujer, recostada en una cama, observa como su mano comienza a desaparecer en una larga hebra; otra figura la toma de la mano mientras acaricia su mejilla. Mientras eso sucede otra mujer, en otro espacio, baila en completa libertad.

Hay desesperación: al momento de subir la cobija, la anciana se da cuenta que su pierna derecha desaparece en la implacable hebra que alguien trata de detener pero es imposible. La vieja mujer pide a su acompañante que no ataje el inevitable proceso que es desaparecer.

La mujer que baila se da cuenta de que algo nace en sus manos, también, con una hebra que llega de las alturas. Mientras, la anciana desaparece, alquien que la acompaña hasta el final,  observa el fin, empedernido e inexorable. Del otro lado, la vida también es ineludible en un nuevo ser. Basta mirar al cielo en ambos casos.

Todo ocurre en 3 minutos con 54 segundos mientras James, la banda de rock alternativo de Manchester, Inglaterra; interpreta “Moving On”, que da música al videoclip del primer sencillo de su décimo tercer disco “Le Petite Mort” (La Pequeña Muerte, en su traducción del francés) de 2014.

“Moving on” fue compuesta por Tim Booth, cantante y líder de la agrupación creada en 1981,  luego de la muerte de su madre y el casi simultáneo nacimiento del hijo de un amigo cercano.

La canción fue entregada al escritor y animador digital Ainslie Henderson, quien realizó el guión en dos días. Al verlo, Tim Booth y su manager decidieron aumentar el presupuesto para el video, que se realizaría en la técnica de “stop-motion” a partir de figuras de lana amarilla.

“Que Ainslie haya encontrado un medio tan perfecto para encajar en nuestra canción nos deja boquiabiertos. Cumplió la promesa de su guión y algo más. Este es el primer video que hemos realizado y que consideramos una obra de arte”, dijo posteriormente Booth de la pieza audiovisual.

Ainslie Henderson sería nominado a un premio British Academy Film Awards que entrega la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión (BAFTA), que ya había ganado un año anterior por el guión y animación de “The Making of Longbird”. La canción sigue formando parte del repertorio en los conciertos de James.

La letra de “Moving On” es perfecta para las imágenes: la aceptación de la partida de alguien, las oportunidades perdidas para decir una frase de cariño más y el tiempo que nos lleva a la frontera de la muerte.

“¿Reconoceremos viejos amigos? Voy en camino, pronto me pondré en camino, deja un poco de luz”, canta Tim Booth en la esperanza de que hay un encuentro más luego de dejar de existir.

En seis años, con los tiempos actuales, observo y escucho la canción como un camino que va de la esperanza de que todo es mágico a la búsqueda de más momentos con quienes, ineludiblemente, no estarán con nosotros. La búsqueda de más vida en cada momento que conducen al fin.

La muerte está muy cerca de nosotros, pocos reparan en que la vida camina a ella.  Mientras nos convertimos en fantasmas de páginas que se olvidan, también somos un poco eternos por los sueños, emociones y experiencias que dejamos en lo demás.  A veces, también somos los días que elegimos no estar.

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